Seguimos nuestro periplo por Praga. Pero esta mañana toca excursión. Nos vamos a Kutná Hora, una pequeña ciudad situada a 80 km al este de Praga.
27 de febrero
Nos levantamos muy temprano y nos vamos a la estación principal de trenes de Praga.
Llegamos a la estación alrededor de las 7.30 y compramos nuestro billete de ida y vuelta. Nos vale para los próximos dos días. El precio es de 247 CZK (10.50€).
Localizamos nuestro andén y tomamos el tren de las 8.06, que sale puntual. Pensábamos que podían ser como los de Rumanía, en un estado bastante deplorable. Pero no, trenes en muy buen estado, como los de España más o menos.
El paisaje durante el camino fue bastante espectacular, sobre todo contemplar la campiña nevada.
50 minutos después llegamos a la estación principal de Kutná Hora, Kutná Hora hl.n. Hay dos estaciones más en la ciudad pero esta es la que tiene los trenes más rápidos. Está algo alejada de la ciudad, pero tiene buenas conexiones en bus.
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Pero como a nosostros nos interesaba primero visitar el Osario de Sedlec, nos fuimos andando, ya que está cerca. A tán sólo 15 minutos andando.
Un poco antes, se encuentra la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora y San Juan el Bautista, de la que hablaremos más tarde.
Llegamos a la oficina de turismo, muy cerquita del osario mientras no paraba de nevar.
La chica de la oficina de información era muy agradable y aplicada. Hemos de decir que éramos los únicos turistas que habíamos por allí.
Allí compramos el pase turístico que nos costó 320 CZK (13.69€). El pase nos permite entrar en el Osario de Sedlec, la iglesia de la Asunción y Iglesia de Santa Bárbara. Por separado serían 420 CZK. Sale rentable.
Tras comprar las entradas nos vamos en busca de algo para desayunar. Esa parte de la ciudad parecía estar muerta, así que entramos en una tienda de alimentación. Compramos unas galletas y listo.
Nos dirigimos sobre la marcha hacia el osario.
Kostnice Sedlec, el osario de Sedlec es una capilla subterránea del cementerio de Todos los Santos. Originalmente formaba parte de la abadía cisterciense de Sedlec, fundada en 1142 por Miroslav de Markvartic. Era el más antiguo de Bohemia.
La iglesia de Todos los Santos fue construida en el siglo XIV en estilo gótico alto.
Según la leyenda, uno de los abades locales fue enviado por el rey checo a Jerusalén alrededor del año 1278. El abad trajo un puñado de tierra del Gólgota y la esparció sobre el cementerio de Sedlec.
El cementerio se amplió considerablemente durante las grandes epidemias del siglo XIV, donde fueron enterrados 30.000 cuerpos.
Trasla abolición del cementerio a finales del siglo XV, los huesos exhumados se almacenaron fuera y dentro de la capilla subterránea. En 1511 un monje de Sedlec medio ciego los reunió en grandes pirámides.
En 1870 la familia Schwarzenberg contrata al tallista de madera František Rint para poner órden en los huesos. Éste es el autor de las macabras obras que se pueden vero hoy día.
A pesar de haberlo visto muchas veces por tv, el osario impacta enormemente. Y más en el momento de nuestro viaje, en el que estábamos completamente solos y había un silencio sepulcral.
Según he leido, en verano se llena de gente y se hace algo incómodo.
A la salida, con el pelo aún de punta, nos ponemos en camino de la Iglesia de la Asunción.
Katedrála Nanebevzetí Panny Marie a sv. Jana Křtitele, o Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora y San Juan el Bautista. Es la catedral cisterciense más antigua de Bohemia y data de mediados del siglo XII. Fue época de la mayor expansión de la orden cisterciense.
En 1421, durante la Revolución Husita, fue quemada y abandonada junto con el monasterio. Entre 1700 y 1708 se restaura primero por el arquitecto Pavel Ignác Bayer y luego por Jan Blažej Santini-Aichl. Este último le da un estilo gótico barroco.
A pesar de lo que indica su nombre, no tiene el status de catedral.
La iglesia destaca por su gran colección de arte. Destacan obras de Judy Tadeáš Cena, de Michael Leopold Willmann y Petr Brandl o esculturas de Matěj Václav Jäckel.
Paseamos contemplando las numerosas obras y subimos a la segunda planta. Las escaleras de subida son también reseñables. Diseñadas y construidas sin eje central por Jan Blažej Santini-Aichl.
Desde arriba tenemos una perspectiva maravillosa de la nave central de la iglesia. También podemos salir a un pasillo que se encuentra entre la fachada y el tejado. Allí se encuentra una pequeña exposición sobre el arquitecto Jan Blažej Santini-Aichl.
Terminamos la visita y nos ponemos en camino al centro de la ciudad. Para ello, nos camos a la parada de bus que hay justo enfrente de la iglesia.
Como faltaban 10 minutos para que pasara, entramos en una tiendecilla que había allí para comprar unos bollos. Esperamos al frío intenso que hacía, mientras seguía nevando.
Tomamos el bus 381, que nos costó 14 CZK (0.60€). Muy cómodo porque se puede pagar con tarjeta bancaria. Tardamos unos 15 minutos en llegar a la parada Žižkov, Na Valech.
Seguía haciendo un frío exagerado.
Nos vamos ligerito hacia Chrám svaté Barbory, la iglesia de Santa Bárbara. Se trata de una de las iglesias góticas más famosas de Europa Central. Se empezó a construir en 1388 para hacerle la competencia a la catedral de San Vito de Praga.
Querían demostrar el poderío que tenía la ciudad en comparación con ésta. Gracias a sus ricas minas de plata, no faltaba el dinero para ello.
Pero la extracción de plata cesó. Las obras se interrumpieron en numerosas ocasiones y fueron finalizadas en 1905. Si, más de 500 años después. Además, su tamaño es la mitad que el planificado originalmente.
En el interior podemos contemplar el espectacular órgano y sus frescos medievales. También las vidrieras y todos los elementos. La verdad es que es una iglesia preciosa.
Al fondo subimos los 84 escalones que nos llevan hasta la terraza interior, donde disfrutamos de una buenas vistas de la nave central. También se encuentra aquí una pequeña exposición sobre la construcción de la iglesia.
Salimos de la iglesia y a su lado se encuentra Kaple Božího těla, la capilla del Corpus Christi. Es una pequeña capilla que está… vacía. No hay nada en su interior.
En principio era un Karner, un cementerio con osario. Más tarde fue usado como oratorio por los jesuitas. Tras la abolición de la orden en 1773, la capilla fue pasando de mano en mano con diferentes usos. Como almacén o taller.
A mediados de siglo XX quedó abandonado. En 1990 entró en la lista de los cien monumentos más amenazados del mundo. Entre 1997 y 2000 se llevó a cabo una exigente reconstrucción que salvó la capilla.
Por cierto, la entrada es totalmente gratuita. Cuenta con una terraza desde la que se tienen unas preciosas vistas de la ciudad.
Junto a la capilla y la catedral se encuentra GASK, la galería de arte central de Bohemia. Se encuentra enclavada en un antiguo monasterio jesuita.
Seis años después de la llegada de los jesuitas a la ciudad (1626), el emperador Fernando II expide el acta constitutiva del Colegio Jesuita.
Con la Guerra de los Treinta años (1618 – 1648), su construcción se retrasa hasta 1666. Se construye en estilo Neobarroco entre 1667 y 1750. El diseño fue del arquitecto Giovanni Domenico Orsi de Orsini.
En 1773 la órden de los jesuitas queda abolida y el edificio pasa a manos del ejército. Desde 1998 alberga el GASK, una moderna galería de arte.
Paseamos por el Paseo de los Jesuitas, un grupo de trece estatuas del siglo XVIII en la terraza mirador frente al colegio jesuita. Las 12 esculturas originales fueron realizadas por František Baugut entre 1703 y 1716.
En 1740 se instala junto al castillo una de San Juan Nepomuceno, de autor desconocido.
Recorremos la calle Barborská y llegamos a las puertas de Hrádek, el castillo de Kutná Hora. En este lugar se encontraba una pequeña fortificación de madera. En el siglo XIV se le añade una casa solariega fortificada para ser la casa de la moneda.
Con el paso de los siglos va pasando por diferentes dueños, que hacen varias remodelaciones. Entre los siglos XV y XVI, el castillo fue reconstruido en un palacio patricio. En el siglo XVII, Hrádek sirvió como escuela jesuita.
A principios de siglo XX es comprado por la ciudad. A principios de los años 90 se le hace una profunda restauración. En 1996, concluidas las obras, se inaugura el Museo Checo de la Plata.
Bajo el castillo hay unas antiguas minas de plata que se pueden visitar. Pero en febrero y marzo permanecen cerradas. Vaya mala suerte.
Seguimos por la calle Barborská, una de las calles más turística de Kutná Hora. Y estábamos prácticamente solos. Tiene su encanto pero… no nos parece estar en el mundo real. Se echa en falta algo de gente.
Paseando llegamos a Kamenná kašna, la Fuente de Piedra. La intensa actividad minera de la ciudad interrumpió las fuentes de agua subterránea. Esto provocó que se quedaran sin agua potable. Este problema se resolvió en 1495. Fue con la construcción de una fuente de piedra en forma de dodecágono en la actual plaza Rejsek.
Originalmente estaba techada. Servía como depósito de agua, al que se traía agua potable a través de tuberías de madera desde el manantial de San Adalberto, a unos 3 km. Ésta funcionó hasta 1890.
Seguimos paseando por las desiertas calles de Kutná Hora. Nos acercamos a Kostel sv. Jakuba, la iglesia de San Jaime. Esta es la iglesia de piedra más antigua de la ciudad. Empezó a construirse en 1333 y finalizó en 1420, en estilo gótico.
En 1995 fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En la fachada sur tenemos un fantástico mirador.
A su lado se encuentra uno de los edifios más espectaculares de la ciudad: Vlašský dvůr, la Corte Italiana.
Originalmente, fue la sede de la Casa de la Moneda Central de Praga. Su nombre proviene de los expertos italianos que estuvieron a la vanguardia de la reforma de la acuñación.
Durante muchos siglos, la Corte Italiana fue el centro del poder económico del estado. Albergaba la casa de la moneda real y era la residencia del rey durante sus visitas a las minas de plata de Kutná Hora.
La casa de la moneda real y el cargo de maestro supremo de la casa de la moneda llegaron a su fin en el siglo XVIII. Fue tras el gran incendio de 1770. Luego el ayuntamiento se traslada a la corte italiana.
Para finalizar la visita nos acercamos a Morový sloup, la Columna de la Peste. También conocida como Columna de la Virgen María Inmaculada, está localizada en la calle Šultysova.
Se construyó entre 1713 y 1715 como conmemoración de la plaga contemporánea que mató a más de mil personas. Esta columna de la peste barroca fue construida por el escultor jesuita František Baugut.
Está decorada con diferentes motivos. Una estatua de la Virgen María Inmaculada adorna la parte superior de la columna. En la parte central están las estatuas de Carlos Borromeo, San Sebastián atravesado por una flecha, San Roque con un perro a los pies y Francisco Javier.
Entre las estatuas de santos en el pedestal hay relieves de la Anunciación de la Virgen María, San Norberto, Santa Bárbara.
En la parte más baja de la columna hay esculturas de cuervos con escudos, entre ellos hay relieves de María Magdalena , Juan de Nepomuceno y Santo Domingo.
Damos por finalizada la visita a Kutná Hora. Para tomar el bus de vuelta nos vamos hasta Palackého náměstí, el corazón del núcleo histórico actual de la ciudad.
La mayoría de las casas que se encuentran aquí son originalmente góticas y barrocas. Originalmente la plaza estaba ocupada en su mayoría por el ayuntamiento. Este quedó destruido durante el incendio de la ciudad en 1770.
Tomamos de vuelta el bus 802, que nos cuesta 15 CZK (0.64€), una corona más que la vuelta… pero vamos más lejos. Nos deja en la puerta de la estación de tren.
Tomamos el tren de las 13.01, que llega con un poco de retraso, saliendo a las 13.10. En unos 50 minutos estamos de vuelta a Praga.
Siendo ya algo tarde buscamos algo para comer. Lo hacemos en un pub cercano llamado Ferdinanda. Menú del día. Exquisita comida casera que nos costó 450CZK (19€), dos sopas, dos platos y bebida. Propina a parte. Los camareros muy agradables aunque, como en toda Praga, sin prisa.
Muy buena experiencia que, volveríamos a probar, fue aislada. Dos veces volvimos y experiencias totalmente nefastas. Pero ya lo comentaremos más adelante.
Tras llenar bien el estómago, nos ponemos en camino a un sitio que teníamos anotado sólo si nos daba tiempo. Pero he de decir, que es una de las que más nos gustó de Praga.
Se trata de Vyšehrad, una de las ciudades originales de Praga. fue la primera sede de los príncipes checos y de la legendaria princesa Libusa.
Vyšehrad, que significa “castillo en lo alto“, está situado en lo alto de una enorme roca a orillas del río Moldova. Fue el segundo castillo fundado por los Premislidas en el siglo X, habiendo sido renovado y ampliado durante los siglos posteriores.
Dentro de sus murallas hay varios elementos reseñables que contaremos a continuación.
Tras unos 3 km de paseo, llegamos a Cihelná Brána, la Puerta de Ladrillo. También conocida como Puerta Nueva, es una entrada en el norte de la fortificación. Se construyó en estilo barroco entre 1835 y 1831 por el ingeniero Johann Weiss.
Atravesamos la puerta y nos vamos a hřbitov Vyšehrad, el cementerio de Vyšehrad. Inaugurado en 1869 es el lugar de descanso de numerosas celebridades checas. Aquí se encuentran compositores, artistas, escultores, escritores y del mundo de la ciencia y la política.
La verdad es que hay algunas tumbas que son auténticas obras de arte.
Y a su lado encontramos Bazilika svatého Petra a Pavla, la Basílica de San Pedro y San Pablo. Fue fundada alrededor del año 1070 por el rey checo Bratislao II. Entonces era una primitiva iglesia románica que quedó muy dañada en un incendio en 1249.
Fue reconstruida primero en estilo gótico en la época de Carlos IV y más tarde alto barroco a principios del siglo XVIII.
La basílica que vemos hoy viene de una reconstrucción realizada entre 1887 y 1903.
Aunque lo mejor está en el interior. Está ricamente adornada a base de murales realizados por el pintor František Urban y de su esposa Marie Urbanová-Zahradnická. Están inspirados en el arte de Alfons Mucha.
La verdad es que nos dejó completamente boquiabiertos. Creo que es una visita imprescindible en Praga. La entrada cuesta 130 CZK (5.55€). No es barata pero merece la pena.
Salimos flipando con el interior de la basílica y nos damos un paseo por el recinto. Junto a la iglesia se encuentra Vyšehradské sady, los jardines de Vyšehrad.
Subimos a lo alto de la muralla para admirar las preciosas vistas.
Desde el lado oeste de la muralla podemos observar Libušina lázeň, las ruinas del Baño de la Princesa Libuše. Originalmente era un edificio de guardia del siglo XV. Formaba parte de las fortificaciones de la época de Carlos IV.
Desde allí se vigilaba el tráfico fluvial. El nombre de Baño de Libuše proviene de una leyenda que cuenta que aquí solía bañarse la princesa. Ella solía recibir a sus amantes aquí. Cuando se cansaba de ellos los arrojaba al río a través de un sumidero en el suelo o una grieta en la roca.
Los habitantes de Praga no están muy de acuerdo con esto. Se dice que es una invención de los alemanes que poblaban la zona en el siglo XIX para desacreditar a la princesa Libuše.
Como estábamos cansados, decidimos parar a tomar un café. Lo hicimos en un sitio llamado Rea Art. Un café realmente delicioso y de los menos caros que hemos tomado: 70 CZK (3€).
Justo al lado se encuentra la Galerie Lucerna. Situada en el Palacio Lucerna, es una calle comercial techada con numerosos comercios, una sala de conciertos y hasta cines. Se construyó entre los años 1907 y 1921 y fue idea y obra de Vascláv Havel.
Uno de los elementos reseñables es otra de las obras de David Černý. Se trata de Kůň (Caballo) que representa a San Wenceslao en la misma posición que su estatua original. La diferencia es que en esta el caballo está muerto y colgado boca abajo.
Es una de sus obras más famosas.
La galería tiene una de sus salidas a Václavské náměstí, la Plaza de Wenceslao, una de las más importantes de Praga.
Centro comercial y administrativo de la ciudad, lugar de importantes acontecimientos sociales e históricos. Es el lugar tradicional para las manifestaciones, celebraciones y otras reuniones públicas.
Construida por el rey Carlos IV con la fundación de la Ciudad Nueva, en 1348. Esta era la segunda plaza más grande de la ciudad, conocida como Koňský trh (mercado de caballos). Nombrad así porque se celebraban periódicamente mercados de caballos en la Edad Media.
En 1848 se renombró como Svatováclavské náměstí.
El 28 de octubre de 1918, Alois Jirásek leyó la proclamación de la independencia de Checoeslovaquia frente a la estatua de san Venceslao.
Los nazis usaron la plaza para manifestaciones masivas.
El 16 de enero de 1969, el estudiante Jan Palach se suicidó en la plaza para protestar contra la invasión soviética de Checoeslovaquia en 1968.
En 1989, durante la Revolución de Terciopelo, se realizaron aquí grandes manifestaciones de varios miles de personas.
En el extremo sureste de la plaza se encuentra Pomník svatého Václava, el monumento a San Wenceslao. Es obra de Josef Václav Myslbek y fue realizado entre 1887 y 1924. Fue inaugurada, aún sin terminar, en 1913. Hasta 1924 no se instalaron las estatuas de St. Vojtěch y St. Agnes.
Tras la estatua encontramos Národní muzeum, el Museo Nacional de Praga. El museo se funda en 1818 bajo el nombre de Museo Patriótico en Bohemia.
Entre 1821 y 1846 se aloja en el Šternberský palác. Más tarde en el Palác Sylva-Taroucca, entre 1846 y 1891.
En 1848 pasa a llamarse Museo checo (České muzeum) de 1854 a 1919 el de Museo Real checo (Muzeum Království českého).
El edificio actual se construye entre 1885 y 1895 en estilo neorrenacentista. Es obra del arquitecto checo Josef Schulz.
Cruzando la calle hacia el norte, se encuentra Nová budova Národního muzea, el Nuevo Museo Nacional. Otro edificio que forma parte del Museo Nacional de Praga. Ocupa el antiguo edificio de la Asamblea Nacional.
El edificio se construyó entre 1936 y 1937 diseñado por Jaroslav Rössler para alojar la Bolsa de Valores. Tras su abolición en 1948, pasa a ser la Asamblea Nacional y luego la Asamblea Federal.
En 2006 es cuando se instala aquí el Museo Nacional.
Justo a su lado se encuentra Státní opera, la Ópera Estatal de Praga. El teatro se fundó en 1888 con el nombre de Nuevo Teatro Alemán (Neues deutsches Teather). Está cosntruido en estilo neoclasicista por el arquitecto Alfonso Wertmüller.
En 1938 la Sociedad del Teatro Alemán se disolvió y vendió el teatro al estado checoslovaco. Durante la ocupación Nazi, se renombró como Deutsches Opernhaus y sólo representaba obras alemanas.
Tras la guerra, un grupo de artistas checos impulsa la creación del Teatro del 5 de Mayo y se inaugura en septiembre de 1945.
Desde 1949 se renombra como Teatro Smetana, dando especial relevancia al ballet. Tras la Revolución de terciopelo de 1989, el teatro recobra su independencia de la Ópera Nacional, y fue rebautizado como Ópera Estatal.
Y un poco más al norte, en la misma avenida encontramos la estación de tren y su antigua fachada. Fue inaugurada el 14 de diciembre de 1871. Se hizo con el nombre de Františka Josefa en honor a Francisco José I de Austria.
Entre 1918 y 1939 se le llamó estación Wilson en honor al presidente de E.E.U.U. Woodrow Wilson.
El precioso vestíbulo interior de estilo Art Nouveau fue diseñado en 1909 por el arquitecto checo Josef Fanta.
Para llegar al vestíbulo debes dirigirte a la parte izquierda de la estación al entrar y subir a la primera planta, pronto encontrarás señales indicativas.
De vuelta hacia el centro nos pasamos por Jindřišská věž, la Torre de Jindřich. Es el campanario original de la iglesia de San Enrique y San.. ¿Kunhuta?
Fue construido en estilo gótico entre 1472 y 1476. En 1577 se le instaló el reloj.
Durante el asedio de Praga en 1648 sirvió como puesto de guardia militar. Sufrió importantes daños por la artillería sueca.
Durante el sitio de las tropas prusianas en 1757 sufrió aún más daños. Fue restaurada entre 1876 y 1879 en estilo neogótico por el arquitecto Josef Mocker.
Actualmente, el campanario está arrendado a una empresa privada que opera un restaurante, un mirador y un carillón.
De aquí nos fuimos hasta Muzeum Komunismu, el Museo del Comunismo. Un museo dedicado a conocer el régimen comunista instaurado en Checoslovaquia tras la Segunda Guerra Mundial. Fue inaugurado en 2001.
Aprovechando que en el mismo edificio había un supermercado entramos a por unos dulces para merendar. Nos fuimos con ellos al hotel a descansar un poco que estábamos hechos polvo.
Tras el descanso salimos a pasear un poco buscando a la vez algo para cenar. Lo hicimos en un sitio llamado Restaurant Na Ovocném Trhu. Fue una cena ligera pero estaba muy bueno y el servicio también fue bueno y nos hizo buenas recomendaciones. La cena nos costó 535 CZK (23€), servicio aparte.
Tras la cena nos vamos dando un fresquito paseo hasta el hotel a descansar. Mañana va a ser un día duro.
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Aquí dejamos un mapa con todos los lugares visitados en el viaje: