Recuerda viajar siempre con seguro de viaje. Con IATI, especialistas en seguros de viajes, tienes un 5% de descuento por ser nuestro lector.
Iati seguros*Nos ayuda a mantener el blog
11 de agosto
Llega el día. Nos levantamos temprano y nos ponemos en camino al Parque Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria. Allí tomaremos la guagua (bus) que nos llevará hasta el Puerto de las Nieves, en el municipio de Agaete.
Salimos a las 9 de la mañana y unos 25 minutos después ya estábamos en el puerto. Allí nos esperaban unos familiares con los que compartiríamos nuestro viaje.
A las 10 de la mañana salía el barco de la compañía Fred Olsen hacia la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Sumidos en una espesa niebla, unos 80 minutos después atracábamos en la capital de la isla.

Nos subimos al coche y nos ponemos en camino al primer destino: La Orotava.
Un poco de historia
La Orotava ya existía en la época prehispánica. Entre los aborígenes de la isla era conocida como Arautava o Arautápala. Entonces formaba parte del antiguo Menceyato de Taoro, uno de los Nueve reinos en que se encontraba dividida la isla de Tenerife hasta 1496.
El 28 de noviembre de 1648 obtiene el título de villa exenta por parte del rey Felipe IV. También obtiene un alcalde propio ya que, hasta ese momento, dependía de La Laguna.
En 1905 el rey Alfonso XIII otorga el título de «Muy Noble y Leal Villa».
Aparcamos bastante cerca del centro y nos disponemos a visitar la villa.
Lo primero que nos encontramos es la Iglesia y Convento de San Agustín. Se encuentra en la Plaza de la Constitución y se empezó a construir a finales del siglo XVII por los monjes agustinos.
Tras la desamortización del siglo XIX sufrió graves daños y un importante expolio. Tras esta fue convertido en cuartel militar y actualmente, desde los años 80 es la Casa de la Cultura.

Entramos en el barrio histórico y lo primero con lo que nos topamos es con el Ayuntamiento. Se trata de un palacio neoclásico construido entre 1868 y 1895. Preside la plaza del Ayuntamiento, antiguamente llamada plaza de Alfonso XIII.
En este lugar se encontraba el antiguo convento de las clarisas de San José desde 1601. Este fue derribado tras la desamortización del siglo XIX.

Justo enfrente se encuentra una de las casas históricas de la villa, la Casa Benitez de Lugo Viñas. Fue construida en el siglo XVI y era uno de los bienes vinculados en 1588 al mayorazgo de Francisco Benitez de Lugo Cabrera.
Su aspecto actual es fruto de una profunda reforma del siglo XIX.
Seguimos subiendo por la calle y al final nos topamos de frente con la Casa Díaz Flores-Brier. En este lugar se encontraba desde el siglo XVIII el Colegio de San Luis Gonzaga. Tras la desamortización pasó a tener otros usos, como el de sede del ayuntamiento.
En 1841 un incendio destruye por completo el edificio. Desde ese momento se proyecta el edificio actual, que siguió siendo sede del ayuntamiento hasta principios del siglo XX en el que se reconvirtió en hotel.
Descubre las mejores actividades y tours en La Orotava y Tenerife con Civitatis:
*Nos ayuda a mantener el blog
Un poco más adelante encontramos la joya de la corona de la villa, la Casa de los Balcones, también conocida como la Casa Fonseca. Fue construida entre 1632 y 1675 y se caracteriza por sus balcones y patio interior de madera tallada.
Actualmente en la casa encontramos un museo de artesanía canaria.

Justo enfrente se encuentra la Casa del Turista, donde encontraremos el Mirador Eladia Machado. Desde el podremos disfrutar de unas hermosas vistas del Teide. También encontraremos una muestra de las famosas alfombras de arena que se elaboran cada año en las fiestas de La Orotava
Volvemos un poco sobre nuestros pasos y bajamos por la calle del Colegio. Aquí encontraremos otro de los edificios más famosos de la villa. Se trata de la Casa Palacio Lercaro.
También conocida como Casa de Ponte-Fonte o Casa de Ponte-Grimaldi, fue construida en el siglo XVII. A su lado se encuentra su molino de gofio, el cual se puede visitar también.

Enfrente de esta se encuentra la Casa Monteverde construida a mediados del siglo XVII. Se hizo por orden del capitán Juan Monteverde Van Dalle y su esposa Mariana de Ponte y Molina.
Destaca su elegante portada tardo renacentista adintelada y enmarcadas por columnas clasicistas. Pero lo importante es su historia. Fue aquí donde se originó la tradición de confeccionar alfombras de flores para el paso del Santísimo Sacramento en la función del Corpus Christi.

Al norte de esta casa llegamos a la Iglesia de La Concepción. El edificio actual fue construido entre 1768 y 1788 y es el tercer templo situado en este lugar. Fue financiado con aportaciones procedentes de la Corona, del comercio con América y de las explotaciones vinícolas.

Si bajamos hacia el norte por la calle Cologán, llegaremos a la casa de le da nombre: la Casa Cologán. Se construyó en 1753 sobre las ruinas de la casa Franchy Fonte del Castillo. Esta fue destruida por un voraz incendio unos años antes.
También es conocida como “la casa de los escalones” por la escalinata de piedra que da acceso al edificio.
Subiendo por la calle Viera nos topamos con la Casa Mesa, una de las más antiguas de La Orotava. Fue la residencia del conquistador castellano Diego de Mesa, responsable del trazado urbanístico de la villa.
En el siglo XVII fue reconstruida respetando su portada plateresca de cantería. A lo largo de los siglos ha sufrido diversas remodelaciones pero siempre respetando la portada.

Colindando con esta se encuentra la Casa Torre Hermosa, que fue segregada de la Casa Mesa en 1902. Actualmente es propiedad del Cabildo Insular de Tenerife, el cual instaló aquí la Empresa Insular de Artesanía, a finales del siglo XX.
Enfrente encontramos el Antiguo Convento e Iglesia de Santo Domingo. Fue construido en el siglo XVII por la orden dominica, establecida en La Orotava un siglo antes.
En la actualidad, el claustro del convento sirve como sede del Museo de Artesanía Iberoamericana de Tenerife.

Volvemos sobre nuestros pasos y subimos por la calle Tomás Zerolo, en la que encontramos varias de las casas históricas de La Orotava. Como la Casa Zárate y Méndez de Lugo, cuyo rasgo identificativo es la ventana esquinera con columna de fuste estriado.
Aquí damos por terminada la visita a La Orotava. Nos ponemos en camino hacia el hotel, pero antes había que comer. Como todos los sitios que estábamos viendo estaban cerrados por ser lunes decidimos comer algo de comida rápida en el Centro Comercial La Villa.
Tras una comida regulera nos dirigimos al hotel. El elegido fue el Parque Vacacional Edén, en Puerto de la Cruz. Un gran complejo de apartamentos con varias piscinas (incluida una nudista), canchas deportivas y desayuno incluido.
Encuentra tu hotel ideal al mejor precio en Tenerife con Agoda:
*Nos ayuda a mantener el blog
Dejamos las cosas en el apartamento, descansamos un poco y nos dirigimos a visitar el Puerto de la Cruz.
Un poco de historia
Los orígenes de la ciudad se remontan a principios del siglo XVI. En 1502 ya existía como puerto costero y como núcleo de población dependiente de La Orotava.
Originalmente era un pueblo pesquero que creció a medida que aumentaba el comercio local. Tras la destrucción de Garachico durante la erupción de 1706, este se convierte en el puerto más importante de la isla.
El 3 de mayo de 1651 recibe la Real Provisión de Felipe IV para poder nombrar alcalde e independizarse de La Orotava. Hecho que consiguieron en 1808.
El auge turístico llegó en la década de 1950, cuando la ciudad comenzó su transformación en el punto de referencia turístico de la isla.
Aparcamos y nos encaminamos al primer punto a visitar: la Ermita de San Telmo. Se trata de un pequeño templo católico dedicado a San Telmo.
En 1608 se construyó una primera capilla que fue ampliada a lo largo del siglo XVII y pasa a formar parte del convento dominicano. Un voraz incendio destruye la capilla y el convento en 1778.

El edificio actual fue construido en 1780 en la zona de las fortificaciones que debían protegerla de los piratas. La gran inundación del 7 de noviembre de 1826 destruyó parcialmente la ermita. Pasan muchos años hasta que es restaurada en 1870.
Durante años la falta de cuidado hace que se vaya deteriorando hasta 1968, que se vuelve a restaurar. Se hace con el apoyo de la Secretaría Católica para los Católicos de Habla Alemana, con el fin de celebrar allí misas en alemán.
Justo al lado se encuentra la pequeña playa de San Telmo. Es una pequeña cala de arena negra volcánica con varias piscinas naturales. Estas piscinas son huecos de origen volcánico que se llenan y se vacían de agua al ritmo de las mareas.

Desde aquí nos fuimos dando un paseo ligero bajo el intenso calor mientras envidiábamos a los que se estaban bañando en el mar.
Pronto llegamos hasta las dependencias del Convento de Santo Domingo – Casa Rahn. En este lugar se encontraba un convento dominico de mediados del siglo XVII que fue destruido por un incendio en 1778.
El edificio se reconstruyó entre 1781 y 1786. A lo largo del siglo XIX sus dependencias sirvieron como escuela primaria o como sala consistorial del nuevo ayuntamiento constitucional del Puerto de la Cruz
Tras la desamortización de 1837, el estado adquiere el edifcio y a mediados del siglo XX por particulares de apellidos como Rahn y Yeoward. Estos fueron colaboradores en la reforma de 1973 cuando también se construyó el muelle El Penitente.

Actualmente el edificio del antiguo Convento de Santo Domingo es sede del ayuntamiento del Puerto de la Cruz.
Muy pronto llegamos a la Plaza de Europa y, a pesar de tener aspecto fortificado clásico, la plaza data del año 1992. En ella podemos encontrar apuntando al mar 6 cañones auténticos de los siglos XVIII y XIX. Estos fueron cedidos en su momento por el Ministerio de Defensa y la Zona Militar de Canarias.


Enfrente de la plaza encontramos el Edificio Casa de Miranda 1730, Llamada así por la familia Miranda, que habitó esta casa en el siglo XVII.
Francisco de Miranda, hijo de Gabriel de Miranda es considerado el precursor de la Emancipación Americana contra el Imperio Español. Fue el 3º presidente de la Confederación Americana de Venezuela.

Muy cerquita se encuentra la Casa de la Aduana, construida a principios del siglo XVII. Su función era gestionar y vigilar el cumplimiento de las normas legales de tránsito.
En 1999 el Cabildo de Tenerife adquiere el edificio y lo restaura. Desde 2007 se encuentra aquí el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl. En el encontramos valiosas obras de arte del siglo XX de artistas como César Manrique o Lola Massieu.

Como empezábamos a estar bastante agobiados con el calor y cansados, decidimos dejar para otro momento el Castillo San Felipe para otro momento. Nos retiramos a descansar y darnos un bañito en la piscina del hotel para mitigar el calor.
Descubre las mejores actividades en el Puerto de la Cruz y Tenerife con Civitatis:
*Nos ayuda a mantener el blog
Para cenar buscamos algo fuera de la zona turística. Lo hicimos en una pizzaría llamada Oro Blanco Orotava, en la localidad de La Perdoma, pertenecienta a La Orotava. Lo llevan una pareja italiana y la verdad es que la comida está buenísima y a muy buen precio.


Tras una más que abundante y agradable cena, nos retiramos al hotel a descansar para darlo todo el día siguiente.
Síguenos en Redes Sociales:
12 de agosto
Nos levantamos bastante temprano y bajamos a dar buena cuenta del bufet de desayuno. Con la barriga bien llena nos ponemos en camino de nuestra vista de hoy. Toca nada más y nada menos que recorrer el Teide.
El Teide es el pico más alto de España con sus 3718 metros de altura y es el tercer volcán activo más alto del planeta. Se formó hace unos 200.000 años por el deslizamiento de un antiguo volcán aún mayor. Este deslizamiento dio lugar a las Cañadas del Teide.
Es el hogar de multitud de especies endémicas tanto de fauna, como el murciélago orejudo o el lagarto tizón; como el espectacular tajinaste rojo o la violeta del Teide de flora. Dependiendo de la época en la que visites la isla el paisaje puede variar enormemente.
Como curiosidad, los aborígenes de la isla creían que el demonio Guayota dormía dentro de esta montaña y que era capaz de provocar fuego si se enfadaba.
Nuestra primera parada es el mirador de Mataznos. A pesar de la calima reinante, el Teide se divisaba con bastante claridad.

Tras admirar tan prodigiosas vistas, nos encaminamos al siguiente destino, el Centro de Visitantes “El Portillo”. Se encuentra en el acceso norte al parque se realiza una interpretación de las relaciones entre los seres vivos que habitan en el Parque y su entorno físico.
También podemos conocer aquí la historia geológica del Parque, formación del paisaje, adaptaciones de la flora y fauna al medio. Tenemos muchísima información a nuestra disposición incluyendo un viedo de como se formó el Teide.

Aquí también se encuentra el jardín botánico Wolfredo Wildpret, en el que encontraremos una buena muestra de la flora que se encuentra a lo largo del parque. Su visita es gratuita.
También se encuentra muy cerquita el sendero de Arenas Negras, pero nosotros no pudimos hacer ya que todos los senderos estaban cerrados por la ola de calor que azotaba la isla.

Tras recabar buena información sobre el parque, nos disponemos a tomarnos algo fresquito en una cafetería cercana para mitigar el calor.
Nos refrescamos y nos ponemos en marcha. Siguiente destino: el mirador de las Minas de San José. Su nombre proviene unas instalaciones dedicadas a la extracción de mineral que había en la zona. Estando aquí da la sensación de estar visitando el planeta Marte… aunque a tope de gente…

Damos un pequeño paseo impresionados por el magnífico paisaje y nos ponemos en camino de nuevo. Esta vez paramos en el mirador Tabonal Negro. Su nombre proviene de una afilada piedra denominada tabona que utilizaban los aborígenes para crear herramientas cortantes.
Desde aquí tenemos una buena vista panorámica de las Siete Cañadas. Si venimos en primavera, también podremos disfrutar de los tajinastes rojos en floración.

En esta ocasión decidimos no subir en el teleférico y pasar de largo. Con la tremenda calima que había se iba a hacer muy complicado contemplar algun tipo de vista desde el pico. Así que decidimos no gastarnos el auténtico dineral que vale.
Ya desde aquí, fuimos a uno de los lugares más importantes y simbólico de la isla: los Roques de García. Estos son las formaciones rocosas más famosas del parque. El más famoso de todos es el Roque Cinchado, que aparecia en los billetes de 1.000 pesetas.

Aparcamos junto al parador con muuuucha suerte. Justo enfrente se encuentra la Ermita de las Nieves, un pequeño templo católico construido en 1954. Esta consagrado a la Virgen de las Nieves y es el templo cristiano construido a mayor altitud de España.

Nos damos un paseo hasta el Mirador de la Ruleta, desde donde tenemos buenas vistas del Llano de Ucanca. Aquí podemos observar otro de los roques más famosos, La Catedral.

Junto al parador se encuentra el Centro de Visitantes de Cañada Blanca. Fue inaugurado en 2022 y en el se nos muestra la evolución de los diferentes modos de vida en Las Cañadas. Desde la prehistoria hasta la actualidad.
El centro cuenta con una sala de proyecciones, diferentes producciones audiovisuales, una terraza mirador y una maqueta interpretativa del paisaje.
Tras un pequeño descanso al freco del aire acondicionado mientras aprendíamos cosas, nos volvemos a poner en camino.
Muy pronto llegamos al mirador del Llano de Ucanca. Esta es una de las mayores planicies del parque y desde aquí podemos observar los dos volcanes de mayor altura y los Roques de García.

Tras admirar el impactante paisaje, nos dirigimos al último punto que teníamos previsto visitar en las Cañadas del Teide: el mirador de las Narices del Teide. Desde aquí podemos observar el segundo volcán más alto de Tenerife, el volcán Pico Viejo, con una altura de 3129 metros.
Curiosidad: la última erupción del volcán Pico Viejo data de 1798, que fue también la última en la isla y duró más de 3 meses.

Terminada nuestra visita al Parque Nacional del Teide, emprendemos el viaje al siguiente punto marcado en nuestra guía: el Mirador Archipenque.
Situado en la localidad del Puerto de Santiago, es un lugar ideal para contemplar los Acantilados de los Gigantes desde tierra.
Estas enormes paredes de roca volcánica se encuentran dentro del Parque Rural de Teno y conforman uno de los paisajes más famosos de Tenerife. Los antiguos abrorígenes se referían a ellos como la “muralla del infierno”, pues creían que estos acantilados marcaban el fin del mundo.

Como se había hecho tardísimo, nos fuimos en busca de algún sitio donde nos dieran de comer tan tarde. Necesitábamos algún lugar que no cerrar la cocina ya que eran las 4 de la tarde.
Lo hicimos en un sitio llamado Lima & Limón, en un área de servicio situado en Los Cristianos. Buena comida a buen precio.


Como el calor era realmente insoportable, decidimos cancelar los planes del resto del día y volvernos a descansar al hotel. Un baño en la piscina y un poco de descanso.
Ya caída la noche, con menos calor, nos fuimos de paseo al Puerto de la Cruz. Cenamos algo en una famosa cadena de comida rápida y tomamos algo tranquilamente.
Para que no quede una entrada demasiado larga y pesada, aquí acaba esta primera parte del diario del viaje a Tenerife. Pronto podremos ver la segunda entrada.
Encuentra las mejores actividades y tours en Tenerife con Civitatis:
*Nos ayuda a mantener el blog