Berlín 2013: Descubriendo su turbulenta historia

Este año nos vamos a Berlín. Aunque realmente toca viaje variado por dos países: Alemania y Dinamarca, enfocándonos en sus capitales Berlín y Copenhage.

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15 de julio

A las 9.40 de la mañana despegamos del aeropuerto de Bilbao con destino a Berlín Tegel.

Sobre las 12.15 llegábamos a tierras alemanas. Nos subimos en el bus TXL hasta la estación central y allí hicimos transbordo a la línea S5 de S-Bahn hasta la estación Warschauer Straße para encaminarnos al hotel.

Elegimos el Nhow Berlín, un hotel de la cadena NH de 5 estrellas por 64€ muy moderno y muy psicodélico.

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Hicimos el check-in y nos fuimos a comer algo. Empezamos con buena gastronomía alemana comiéndonos un currywurst en un chiringuito frente al Oberbaumbrücke (Puente Oberbaum).

Currywurst

El puente de Oberbaum (Oberbaumbrücke) que cruza el río Spree uniendo los distritos de Kreuzberg y Friedrichshain.

Oberbaumbrücke

El puente fue construido por la empresa Siemens & Halske en estilo neogótico entre 1894 y 1896 para sustituir el anterior puente de madera. Desde 1902 circula por su planta superior la línea U1 de metro y en la planta inferior incluye un pasillo peatonal techado.

Oberbaumbrücke desde la habitación del hotel.

En el año 1945 el puente fue dinamitado por las tropas alemanas para evitar el avance del ejército rojo, sufriendo severos daños. Pero no fue destruido por completo.

Hasta la construcción del muro de Berlín en 1961, el puente se convirtió en paso fronterizo entre el sector soviético y el estadounidense, transitado sólo peatonalmente. Después del levantamiento del muro, el paso se cerró. El paso solamente se abría por periodos de varios días en momentos puntuales. Hasta 1972 en el que se abrió definitivamente como paso fronterizo.

Tras la caída del muro, el puente se restauró a su aspecto original y en 1995 se abrió de nuevo al tráfico.

El puente es una obra de arte aunque, como todo Berlín, está infestado de graffitis.

Después de comer, nos dimos un paseo por la East Side Gallery. Es una galería al aire libre pintada a lo largo del trozo del muro de Berlín más largo que se conserva. Mide más de un kilómetro y fue pintado en la primavera de 1990 por 118 artistas de 21 países diferentes.

La galería es la más grande del mundo al aire libre. Consta de 103 murales que rinden homenaje a la libertad y la esperanza que supuso para el mundo entero el fin de la guerra fría.

Después del agradable paseo decidimos ir a descansar un poco a nuestro psicodélico hotel.

Tras una merecida siesta, nos fuimos a las estación de U-Bahn y nos fuimos hasta la estación de Friedrichstraße. Muy cerca de la estación fichamos un sitio de alquiler de bicicletas que ya estaba cerrado pero para volver al día siguiente.

Desde aquí nos fuimos dando un paseo por la ribera del río Spree hasta el Reichstagsgebäude, el edificio del Reichstag, que observamos por fuera ya que estaba cerrado a esa hora.

Edificio del Reichstag

El edificio del Reichstag es la sede del parlamento alemán desde 1999. Aunque desde 1994 se reúne aquí la Asamblea Federal para elegir a su presidente.

Se construyó en estilo neorrenacentista entre 1884 y 1894 por el arquitecto Paul Wallot para albergar el Reichstag del Imperio Alemán y, más tarde, el de la República de Weimar.

Edificio de Reichstag

Quedó parcialmente destruido durante un incendio en 1933 que fue provocado pero no se sabe por quien.

Durante la batalla de Berlín en la Segunda Guerra Mundial volvió a sufrir graves daños. Este fue el último reducto de resistencia del ejército alemán hasta su toma por parte del ejército rojo.

Durante los años 60 fue reformado y entre 1995 y 1999 fue renovado según un diseño de Norman Foster, al edificio que podemos ver en la actualidad.

Hoy se puede visitar la cúpula de cristal y la azotea desde la que hay bonitas vistas de los alrededores, cosa que haríamos al día siguiente.

A menos de 5 minutos andando llegamos a la Brandenburger Tor, la puerta de Brandeburgo.

Brandenburger Tor
Brandenburger Tor

Fue ordenada construir por rey prusiano Friedrich Wilhelm II entre los años 1789 y 1793 por el arquitecto Carl Gotthard Langhans en estilo neoclásico temprano. Es el monumento más famoso de Berlín y símbolo nacional alemán y fue construida donde antiguamente se encontraba la puerta que marcaba el inicio de la carretera de Berlín a la ciudad de Brandenburg an der Havel, capital del Margraviato de Brandeburgo.

La puerta resultó gravemente dañada durante la Segunda Guerra Mundial en la Batalla de Berlín. De la cuadriga sólo se conserva la cabeza, expuesta en el Museo Märkisches de Berlín.

En 1956 se decidió reconstruir la puerta. Se rehizo la cuadriga con el molde original aunque se suprimieron la cruz de hierro y el águila por considerarlos símbolos del militarismo alemán por las autoridades de Berlín Oriental.

Tras la construcción del muro en 1961. La Puerta de Brandeburgo quedó en la zona de nadie que dividía la ciudad, hasta que en 1991, con la reunificación del país, que fue de nuevo restaurada. En esta restauración se le volvió a añadir el águila y la cruz de hierro a la cuadriga.

Después de esto, nos fuimos a visitar Alexanderplatz, cenamos algo en un wok y nos fuimos a descansar a nuestro psicodélico hotel que había sido un largo día.

16 de julio

Nos levantamos tempranito, desayunamos y nos vamos a la calle.

Con la barriga (muy) llena nos subimos al metro y nos fuimos hasta la estación Berlin Friedrichstraßeel en donde alquilamos unas bicis en un sitio cercano.

Ya con las bicis nos acercamos al edificio del Reichstag. En un lateral había un pequeño kiosco en donde se sacaban las entradas así que nos pusimos en cola.

La entrada es gratuita pero hay que registrarse y sacar entrada. La cola era relativamente larga e iba muy, muuuy lenta y hacían como 40ºc. Cuando por fin llegamos al mostrador como hora y media después, nos piden el pasaporte y el muchacho se tira como 10 minutos tecleando y mirando el ordenador. Suponemos que comprobaran que no fueras delincuente o tuvieras algún tipo de antecedente delictivo o algo ya que ibas a visitar el lugar desde el que se gobierna el país.

Después de inscribirnos, nos subimos a las bicis y nos fuimos dando un paseo por Großer Tiergarten. Este es el parque más popular de Berlín y el tercero más grande de la ciudad con 210 hectáreas. Se fundó en 1527 como coto de caza de ciervos y otros animales salvajes.

En el centro del parque encontramos Siegessäule o columna de la victoria. Se construyó entre 1865 y 1874 por Johann Heinrich Strack para conmemorar la victoria de Prusia y el Imperio Austriaco ante Dinamarca en la Guerra de los Ducados diez años antes.

Siegessäule

En principio se instaló en la plaza Königsplatz (hoy Platz der Republik) frente al edificio del Reichstag pero fue trasladada a la ubicación actual durante el gobierno Nazi.

Si eres capaz de subir los 285 escalones, podemos admirar unas fantásticas vistas de Berlín, pagando los 3.50€ de la entrada.

Después de un ligero paseo por el parque, nos volvimos hasta el Monumento del holocausto. Diseñado por el arquitecto estadounidense de origen judío Peter Eisenman.

Se construyó entre 2003 y 2005 para honrar a los 6 millones de judíos asesinados bajo el gobierno de Adolf Hitler. El monumento ocupa una superficie de 19.000 m² y consta de 2.711 estelas (aunque originalmente se iban a construir 4.000).

Monumento del Holocausto
Monumento del holocausto

En este emplazamiento se encontraban la villa y el búnker del ministro de propaganda de la Alemania Nazi Joseph Goebbels. Más tarde, entre 1961 y 1989, esta área estaba sin urbanizar y era parte de la tierra de nadie que hacía frontera entre los dos Berlín.

Después de descansar un poco, comimos algo, dimos un paseo y nos fuimos hacia el edificio del Reischtag que teníamos hora para las 18.30.

Con nuestra entrada sólo teníamos acceso a la terraza del edificio. Allí tenemos paneles explicativos sobre la historia del edificio y unas vistas bastante espectaculares.

La verdad es que merece mucho la pena la visita. Y más siendo gratis.

Después de la visita nos sentamos en una terracita a tomarnos un cervezote alemán y, ya caída la noche, nos dimos un buen paseo por la zona, cenamos algo, y a la cama.

17 de julio

Nos levantamos temprano, desayunamos y recorrimos en bici los 5 km que nos separaban del Checkpoint Charlie.

El Checkpoint Charlie fue uno de los pasos fronterizos de Berlín por el Muro de Berlín entre 1961 y 1990 en la calle Friedrichstraße.

Checkpoint Charlie

El puesto de control fue situado por las fuerzas aliadas occidentales durante la construcción del muro en 1961, para que las fuerzas militares pudieran seguir cruzando entre los dos sectores.

En 2000 se inauguró una réplica del primer puesto de control y hoy en día es uno de los puntos turísticos más importantes de Berlín aunque, para mi gusto, parece una feria.

Justo a un lado se encuentra BlackBox Kalter Krieg, una pequeña exposición que describe la división de Alemania y Berlín con documentos y objetos originales. La entrada es gratuita.

A 5 minutos andando encontramos Topographie des Terrors (Topografía del terror), un museo que situado en la zona donde se encontraban las antiguas dependencias de la Oficina de Seguridad Principal del Reich SS, la sede de Sicherheitspolizei, SD, Einsatzgruppen y Gestapo.

En el podemos encontrar exhibiciones permanentes e itinerantes sobre los horrores llevados a cabo por estos organismos durante la Alemania Nazi.

Topographie des Terrors (Topografía del terror)

Junto al museo se encuentra el tramo más largo del muro de Berlín que se conserva.

Como se estaba fresquito, decidimos tomarnos algo en la cafetería del museo. Allí probé un refresco que no había visto nunca llamado Mezzomix que viene a ser una mezcla entre refresco de cola y de naranja. Una guarrería en toda regla. De esas cosas que hacías cuando eras niño. Pues la verdad es que no estaba malo y fresquito entra muy bien.

Después de la visita al museo, buscamos donde comer algo rápido y nos fuimos hasta Gendarmenmarkt.

Gendarmenmarkt (mercado de los gendarmes) construida en 1688 por el arquitecto Johann Arnold Nering, es considerada la plaza más bonita de Berlín. Y según los berlineses la más bonita de Europa.

En Gendarmenmarket destacan tres edificios: las catedrales Französischer Dom (Catedral Francesa) y Deutscher Dom (Catedral Alemana) y entre ambas, Konzerthaus Berlin (Ópera de Berlín).

Konzerthaus Berlin fue construida por Friedrich Schinkel entre 1818 y 1821, en el sitio donde se encontraba el Teatro Nacional, destruido por un incendio 1817. El edificio que hoy vemos en una reconstrucción de 1979-1984 ya que el original resultó gravemente dañado durante la Segunda Guerra Mundial.

Konzerthaus Berlin

Al lado izquierdo del Konzerthaus encontramos la Deutscher Dom (Catedral Alemana). Oficialmente Iglesia Nueva, fue construida entre 1701 y 1708 por Giovanni Simonetti según el proyecto de Martin Grünberg. Carl von Gontard construyó la cúpula entre 1780 y 1785.

Deutscher Dom (Catedral Alemana)
Deutscher Dom

La iglesia quedó prácticamente destruida durante los bombardeos de Berlín en 1943 y no se empezó su reconstrucción hasta 1977. Su reconstrucción terminó en 1988 pero no se inauguró hasta 1996 como el Museo del Bundestag, sobre la historia parlamentaria de Alemania.

La iglesia no es una catedral en sentido estricto porque no es sede obispal.

Al lado derecho del Konzerthaus encontramos Französischer Dom (catedral Francesa). La Iglesia Francesa de la Friedrichstadt (Französische Friedrichstadtkirche) se construyó entre 1701 y 1705 por Jean Louis Cayart como iglesia de los hugonotes protestantes que habían huido de Francia.

Französischer Dom (Catedral Francesa)

En 1786 se coloca la cúpula construida por Carl von Gontard y Georg Christian Unger.

La catedral resultó gravemente dañada durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Fue reconstruida entre 1977 y 1981. Hoy en día la usa tanto su congregación como para convenciones de la Iglesia Evangélica Alemana.

Esta iglesia tampoco es una catedral en sentido estricto porque nunca ha sido sede obispal.

Se puede subir a lo alto de la torre para admirar las vistas y en el sótano hay un restaurante.

En una esquina de la plaza, tras la Französischer Dom, encontramos unos aseos públicos construidos en un estilo… así como clásico. Eran muy curiosos.

Desde aquí nos fuimos hasta Potsdamer Platz, una de las plazas más céntricas y con más actividad de la ciudad que se desarrolló como punto de importancia comercial a partir del siglo XIX. Aquí podemos encontrar el semáforo más antiguo de Europa.

Salió desenfocada…

Fue destruida prácticamente por completo durante la Segunda Guerra Mundial y se mantuvo así durante más de 40 años, siendo parte de la tierra de nadie que separaba el Berlín Occidental del Oriental.

Tras la reunificación de Alemania se llevó a cabo un ambicioso proyecto de reconstrucción llevado a cabo a partir de 1993 que lo convierte de nuevo en uno de los puntos comerciales de Berlín.

En la plaza destaca el Sony Center, un edificio comercial, de oficinas y residencial con aires futuristas diseñado por el arquitecto Helmut Jahn.

En la entrada del Sony Center desde Postdamer Platz se puede ver parte de la fachada del Hotel Esplanade, lujoso hotel destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque la iluminación que tiene le da aspecto de puti. Todo hay que decirlo.

Hotel Esplanade
Hotel Esplanade

Cenamos algo en la zona y nos fuimos dirección al hotel a descansar, haciendo una parada en la catedral de Berlín para admirarla de noche.

18 de julio

Como siempre, madrugamos, desayunamos y nos ponemos en camino.

Hoy toca visitar el histórico Olympiastadion, el Estadio Olímpico. Para llegar hasta allí, nos agarramos las bicis y nos subimos en la línea S9 de S-Bahn, en el que tuvimos que pagar billete por la bici.

El estadio Olímpico está situado en el distrito de Charlottenburg al oeste de Berlín y el S-Banh tarda unos 30 minutos desde el centro.

Fue diseñado por el arquitecto alemán Werner March y construido entre 1934 y 1936 con capacidad para 100.000 espectadores.

Se inauguró el 1 de agosto de 1936 y fue la sede principal de los Juegos Olímpicos de Berlín.

Está construido reemplazando el Estadio Alemán que debería haber sido sede de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1916 que fueron cancelados por la Primera Guerra Mundial.

La zona de alrededor, conocida como Olympiapark (anteriormente Reichssportfeld), incluía el Maifeld para eventos de propaganda, el Glockenturm (Torre de la Campana) y el anfiteatro, conocido hoy como Waldbühne.

Glockenturm (Torre de la Campana)
Glockenturm

Durante la segunda guerra mundial sirvió como instalaciones militares que incluían un búnker y un almacén de munición.

Hoy en día, tras varias remodelaciones, tiene capacidad para 74.000 espectadores y es hogar del equipo de fútbol Hertha BSC y alberga competiciones de alto nivel de multitud de deportes.

La entrada al estadio nos costó 7€ con audioguía incluida.

Olympiastadion desde Glockenturm

Después de echar la mañana en el estadio, nos subimos a las bicis y recorrimos los 4 km que nos separaban del Schloss Charlottenburg. Pero antes, había que comer. Lo hicimos en un restaurante de comida típica alemana llamado Schlossgarten. Comimos de lujo y no era caro.

Con la tripa bien llena, nos fuimos a visitar el palacio.

Schloss Charlottenburg se construyó, en estilo barroco, entre 1695 y 1699 por el arquitecto Johann Arnold Nering por orden de Sofía Carlota de Hannover, esposa del príncipe Federico III, Margrave elector de Brandeburgo y, en un principio, se llamó Palacio de Lietzenburg.

Schloss Charlottenburg

Tras la muerte de Sofía con tan sólo 36 años, Friedrich nombró al palacio y a las zonas de alrededor Charlottemburg en su honor.

Palacio Charlottenburg

La visita a Charlottenburg es imprescindible y no has visitado Berlín si no paseas por sus preciosos jardines.

Después de pasear por Charlottemburg ya reventados nos volvimos a las bicis y nos fuimos camino del hotel para descansar.

Tras el merecido descanso, nos volvimos al centro a cenar algo ligero y dar un paseo relajado para acostarnos temprano.

19 de julio

Como de costumbre, nos levantamos temprano y, tras reventar el buffet del hotel, nos recorrimos con la bici los 10 km que nos separaban del Berliner Unterwelten, el búnker de la Segunda Guerra Mundial reconvertido en museo.

Compramos las entradas para el tour en español de las 14.45 por 10€ cada una.

Tras adquirir las entradas, nos volvimos a las bicis y nos encaminamos hacia Gedenkstätte Berliner Mauer, el memorial del muro de Berlín.

Se trata de un monumento memorial situado en el centro de Berlín en el que se encuentra conservada la última edificación de seguridad del muro de Berlín.

Berlin Wall Memorial (Gedenkstätte Berliner Mauer)

Tras una rápida visita al memorial, nos fuimos a visitar la Berliner Dom, la catedral de Berlín.

Se encuentra en Lutsgarten, unos jardines que antaño eran una ciénaga, mandada a drenar en 1573 por Príncipe-Elector de el Margraviato de Brandeburgo, Juan Jorge I de Hohenzollern, para usarla de tierras de cultivo.

En tiempos de Federico Guillermo I se convirtió en campo de instrucción y a finales del siglo XVII, Federico Guillermo II mandó a que se reconvirtieran en jardines.

Durante el gobierno de los Nacionalsocialistas se cubrió de cemento y se usó para desfiles y manifestaciones.

Hoy vuelve a ser un jardín con varios edificios y monumentos, como Granitschale im, un gran cuenco de granito considerado una de las maravillas del mundo en el Berlín del siglo XIX e inaugurado en 1834 con un gran desayuno para 40 personas (va en serio). Se le conoce cariñosamente como la “sopera berlinesa”.

Granitschale im

La catedral se construyó entre 1895 y 1905 en estilo neobarroco por el arquitecto Julius Raschdorff. El edificio actual está construido donde antes se encontraba una iglesia barroca de 1747 que fue demolida en 1894 por orden del Kaiser Guillermo II.

 Catedral de Berlín (Berliner Dom)

Como casi todo Berlín, la catedral quedó muy dañada después de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Se reconstruyó entre 1975 y 1993.

En Lustgarten se encuentra también el Altes Museum (Museo Antiguo). Construido entre 1825 y 1830 por el arquitecto alemán Karl Friedrich Schinkel en estilo clasicismo, y alberga la colección de antigüedades de los museos estatales de la ciudad. Aunque en un principio se construyó para albergar la colección de arte de la familia real prusiana.

Altes Museum (Museo Antiguo)
Altes Museum (Museo Antiguo)

Detrás se encuentra el Neues Museum (Museo Nuevo) también museo arqueológico construido entre 1843 y 1855 por el arquitecto Friedrich August Stüler, discípulo de Karl Friedrich Schinkel.

Casi destruido durante la Segunda Guerra Mundial fue reconstruido e inaugurado en 2009.

Junto a éste se encuentra Alte Nationalgalerie, la Antigua Galería Nacional fundada en 1861 una galería que muestra obras de arte del siglo XIX de la colección de la Fundación Cultural de Herencia Prusiana.

Alte Nationalgalerie, la Antigua Galería Nacional
Alte Nationalgalerie, la Antigua Galería Nacional

Desde aquí, nos fuimos en la bici hacia Berliner Unterwelten, para el que habíamos comprado las entradas por la mañana.

Junto al búnker había un kebab en el que comimos mientras esperábamos la hora de nuestra visita que estaba muy bueno.

Enfrente del búnker se encuentra el parque público Humboldthain que es un espacio natural protegido construido entre 1869 y 1876, recibe su nombre del gran investigador de la naturaleza Alexander von Humboldt. Como curiosidad hay que decir, que las pequeñas colinas que vemos en el parque son montañas de escombros producto de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.

Después de la visita al búnker, nos acercamos a la Bebelplatz, considerada la plaza más bonita de Berlín, creada en 1740 tras el derribo de la antigua fortificación de Berlín.

Es tristemente famosa por la noche del 10 de mayo de 1933, cuando el gobierno de Adolf Hitler llevó a cabo la quema de libros en la que se arrojaron al fuego obras de la literatura universal de autores como Thomas Mann o Karl Marx.

En la plaza se encuentra varios edificios significativos como el edificio de la Humboldt-Universität zu Berlin, la Universidad Humboldt, fundada en 1810 por el prusiano liberal Wilhelm von Humboldt.

Humboldt-Universität zu Berlin
Humboldt-Universität zu Berlin

También encontramos Staatsoper Unter den Linden, la Ópera Nacional, construida entre 1741 y 1743, en estilo clasicismo prusiano, como Ópera Real, según el proyecto de Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff. Fue totalmente destruida durante la Segunda Guerra Mundial y reconstruida exactamente igual entre 1952 y 1955.

En Bebelplatz también se encuentra St. Hedwigs-Kathedrale, la Catedral de Santa Eduvigis. Construida entre 1747 y 1773 siendo la primera iglesia católica de Berlín.

St. Hedwigs-Kathedrale
St. Hedwigs-Kathedrale

Desde la fundación del obispado de Berlín en 1930, es la iglesia del obispo en la Friedrichstadt y posee el título papal honorífico de Basilica minor.

Como no iba a ser de otra manera, quedó destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruida entre 1952 y 1963.

Por desgracia, se encontraba cerrada por obras cuando la visitamos.

Después de la isla de los museos decidimos ir a descansar un rato al hotel. Como a mitad de camino vimos algo que nos hizo cambiar el rumbo. Una casa tamaño real de Barbie.

Debía ser alguna exposición pero como costaba dineros no entramos pero por fuera era pa mearse. Que rosita todo.

Después de un merecido descanso nos volvimos a admirar de noche la puerta de Brandeburgo y el edificio del Reichstag.

Por detrás del Reischtag hay unas gradas en las que nos sentamos a descansar un poco y cada cierto tiempo proyectaban un video sobre el aniversario de la reunificación del país (salía Merkel muuuy joven).

Después de visualizar el video (varias veces) nos fuimos a cenar algo y a descansar.

20 de julio

Amanece nuestro último día completo en Berlín. Hoy toca excursión. Nos vamos a Potsdam. Para llegar, nos subimos a la línea 7 de S-Bahn y en algo menos de una hora ya estábamos en Potsdam. Desde la estación nos subimos al bus 695 que en unos 15 minutos nos deja junto al Schloss Sanssouci.

Nos bajamos del bus junto al Historische Mühle von Sanssouci, el Molino histórico de Sanssouci. Es una réplica de un molino holandés construido entre 1787 y 1791.

Historische Mühle von Sanssouci

A su lado se encuentra el Schloss Sanssouci (Palacio de Sanssouci). Llagamos y nos ponemos en la larga cola (a la sombra) para comprar las entradas. La entrada nos costó 12€ y viene con audioguía incluida. La entrada al museo tiene hora de entrada (nosotros teníamos para las 14.15) pero el resto del complejo es libre.

Schloss Sanssouci (Palacio de Sanssouci)
Schloss Sanssouci

El Schloss Sanssouci fue construido entre 1745 y 1747 en estilo rococó por orden del rey de Prusia Federico II “El Grande” como palacio de verano. Fue ampliado por el rey Federico Guillermo IV en 1841 ampliando las dos alas laterales.

El interior del palacio se conserva con el mobiliario original y es una pasada, aunque la decoración es algo recargada para mi gusto…

Schloss Sanssouci (Palacio de Sanssouci)

Después de recorrer los pasillos atestados de gente, salimos a la zona de las terrazas de viñedos y la Große Fontäne.

Potsdam

A un lado se encuentra el Neue Kammern von Sanssouci, un antiguo invernadero que Federico II decidió reconvertir en palacio de invitados en 1768.

En su interior se pueden encontrar una sucesión de salas de banquetes y suites decoradas con gran detalle, amuebladas por los principales artistas de la época.

Aunque lo más llamativo es el Salón Jaspe cuadrado en el centro del palacio, forrado con jaspe y adornado con bustos antiguos. La sala está coronada por una pintura en el techo con una escena que representa a Venus, quien representó los ideales del paradigma de la belleza del siglo XVIII.

Neue Kammern von Sanssouci
Neue Kammern von Sanssouci

Junto a Neue Kammern von Sanssouci encontramos Sizilianischer Garten (Jardín Siciliano) creado en 1858.

Paseando por los espectaculares jardines llegamos al Chinesisches Haus im Park Sanssouci, el pabellón chino. Este pequeño pabellón de estilo rococó el ejemplo sobreviviente de la moda chinoiserie que influyó en la cultura de la corte en toda Europa en el siglo XVIII.

Chinesisches Haus im Park Sanssouci
Chinesisches Haus

Seguimos paseando y llegamos a Orangerieschloss, el palacio de la Orangerie. Construido, en estilo renacimiento italiano, por orden de Federico Guillermo IV entre 1851 hasta 1864 por los arquitectos Friedrich August Stüler y Ludwig Ferdinand Hesse.

Orangerieschloss, el palacio de la Orangerie

Orangerieschloss es una pinacoteca que alberga obras de las escuelas de pintura barroca flamenca y holandesa, el Renacimiento italiano, el período barroco, y destacadas esculturas antiguas y esculturas francesas del siglo XVIII.

Orangerieschloss, el palacio de la Orangerie

Seguimos paseando por los jardines hasta llegar al Neues Palais, el Palacio Nuevo. Fue el último palacio construido por Federico II entre 1763 y 1769 tras la victoria en la Guerra de los Siete Años.

Neues Palais, el Palacio Nuevo
Neues Palais

En principio fue el palacio de invitados y donde realizaba grandes celebraciones y banquetes. Fue el Káiser Guillero II el que hizo de éste su residencia principal desde 1888 a 1918. Tras su abdicación y fin de la monarquía, pasa a ser un museo.

El palacio no fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial pero si fue saqueado por las tropas soviéticas.

Neues Palais, el Palacio Nuevo
Neues Palais

Detrás del edificio del palacio se encuentran las llamadas comunas, los edificios de la granja, que están conectados por un pasadizo subterráneo.

Communs
Communs

Desde el Neues Palais nos fuimos dando un paseo hasta la estación disfrutando de la preciosa ciudad de Potsdam.

Potsdam
Nauener Tor

A la vuelta nos dirigimos a visitar la Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis-Kirche, Iglesia Memorial del káiser Guillermo I.

La iglesia evangélica fue construida en estilo neorrománico entre 1891 y 1895 por el arquitecto Franz Schwechten.

La iglesia fue parcialmente destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Lo poco que quedó en pie se conservó como recuerdo del terror de la guerra. Entre 1959 y 1961, según el proyecto de Egon Eiermann, se construyó la nueva parte moderna de la iglesia.

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Hoy, la Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis-Kirche es un monumento para la paz y la reconciliación.

Por desgracia, cuando la visitamos, estaba totalmente tapada ya que estaba en restauración y no pudimos admirarla.

Cuando llegamos al hotel, nos dimos cuenta que nos habíamos dejado la ventana abierta y se nos había llenado la habitación de mosquitos como gorriones. Es lo que tiene que la habitación de al río.

Se acaba la etapa de Berlín. Al día siguiente tomábamos un tren temprano con destino al carísimo Copenhage, la segunda etapa del viaje.

Balance del viaje

La verdad es que Berlín merece la pena visitarla. A pesar de que me gusta mucho su historia, creo que es una de las ciudades que menos me ha gustado de Europa. Eso si, los alemanes son gentes maravillosas, con una buena gastronomía y, que vamos a decir de la cerveza alemana…

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