Este año cambiamos de continente y nos vamos a descubrir Nueva York, la Gran Manzana.
18 de Julio
Este año toca una nueva aventura: descubrir el continente americano. Primera parada: Nueva York.
Salimos de Málaga en vuelo directo con Delta sobre las 8 de la mañana. Llegas varias horas antes al aeropuerto para el embarque. Pasas los controles exhaustivos como una “conversación” muy amigable con un empleado de la compañía en el mostrador de facturación. Este anota todo lo que dices y te hace varias preguntas más serias como si has estado en todo momento con tu maleta y tal.
Pasas el control de pasaportes. Esperando pasa una trabajadora de la compañía que se acerca a una de mis acompañantes. Le comenta que ha sido seleccionada aleatoriamente para un control antes del embarque y que la acompañe. El resto embarcamos por métodos convencionales.
El avión bastante cómodo. Asientos relativamente espaciosos, la tripulación muy amable y la comida bastante decente. De vez en cuando pasaban ofreciéndote algo de beber, un helado y cosas así. El entretenimiento a bordo bastante bueno. Se hace muy ameno el viaje (teniendo en cuenta que más de la mitad lo hago durmiendo).
Llegamos sobre las 10.30 al aeropuerto JFK. Por lo que me habían contado, empieza el festival. La pesadez de pasar los controles tan gordos de los aeropuertos de EEUU. Nada más lejos de la realidad. Por suerte casi no había colas en los controles. En el puesto: foto, huellas dactilares y pasaporte. Todo muy rápido.
Salimos a por el equipaje. Ahora sí, verás los registros, las preguntas, etc… pues de nuevo fallo. Las maletas nos estaban esperando. Las recogemos y salimos directamente a la terminal… ¿ya está? ¿Así de fácil? Maravilloso. Ha sido más fácil entrar en EEUU que salir de España.
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Iati segurosAsí que directos al metro para ir al alojamiento. Es un apartamento en Jersey City, ya que en Nueva York era exageradamente caro y éramos 6 personas. Después de más de una hora de metro y transbordo con el PATH por fin llegamos. Dejamos las maletas y salimos echando mistos a comer que ya los hilorios eran importantes a esa hora.
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Primera toma de contacto con la comida basura grasienta americana. Una hamburguesa en un restaurante llamado Leftbank Burger junto al apartamento.
Muy buena y chorreante, con un empanado extraño que resultaron ser macarrones con queso empanado. Así, como una croqueta de macarrones. Acompañada de agua helada para mitigar el bochorno que hacía. En Nueva York te ponen siempre agua fría al entrar a un restaurante.
Ya con el estómago contento, nos dirigimos a Manhattan a ver que se cuece por allí. Primera parada… 33rd Street st.
Damos un paseíto relajado alrededor del Empire State Building, recorremos parte de la 5ª avenida hasta el Flatiron Building.
El Flatiron Building, originalmente llamado Fuller Building. Es un edificio triangular de 22 pisos y 87 metros de alto ubicado en el 175 de la Quinta Avenida.
Diseñado por Daniel Burnham y Frederick Dinkelberg, fue uno de los edificios más altos de la ciudad después de su finalización en 1902. También uno de los dos únicos “rascacielos” al norte de la calle 14, el otro es Metropolitan Life.
Volvemos sobre nuestros pasos para entrar a Macy´s a descansar en la zapatería con aire acondicionado y ver las escaleras mecánicas de madera.
Macy’s que originalmente se llamó R. H. Macy & Co. es una cadena de grandes almacenes estadounidense fundada en 1858 por Rowland Hussey Macy.
Tras descansar un poco a la fresca, nos dimos un paseo hasta la abarrotadísima y agobiante Times Square.
Times Square es una importante intersección comercial. Un destino turístico y centro de entretenimiento en el cruce de Broadway y la Séptima Avenida, en el Midtown de Manhattan.
Se caracteriza numerosas vallas publicitarias y gigantescos anuncios luminosos. Se extiende desde las calles 42 a 47 oeste.
La verdad es que impacta. Creo que me impactó más que la primera vez que visité Shibuya en Tokio. Tanto por la publicidad como por la cantidad de gente que había allí.
Desde aquí nos fuimos dando un paseo por el barrio hasta llegar al Madison Square Garden. Coloquialmente conocido como The Garden, es un estadio cubierto de usos múltiples ubicado entre las avenidas 7 y 8 de las calles 31 a 33, está situado en lo alto de la estación Pennsylvania.
El pabellón se utiliza para hockey sobre hielo y baloncesto profesional, así como para boxeo, conciertos, espectáculos sobre hielo, circos, lucha libre profesional y otras formas de deportes y entretenimiento.
Después de un día movidito, decidimos volver a Jersey a comprar algo para cenar y desayunar al día siguiente en un supermercado.
19 de julio
Nos levantamos muy tempranito sobresaltados por la alarma de incendios del apartamento. Fue debido a unas tostadas que se quemaban en la tostadora. La falta de costumbre de tener ese tipo de alarmas. Bien… tempranito y bien espabilados para el día de andar que se nos venía encima.
Hoy tocaba darme el gusto y frikear un poco, así que pusimos la directa al edificio que hace de cuartel general en la película de los cazafantasmas (la original). Había leído que no había nada pero nos encontramos con que es una pequeña estación de bomberos.
Para los muy frikis, éste se encuentra en el 10 de North Moore Street.
De aquí marchamos hasta Chelsea Market. Es una antigua fábrica de procesado de carne reconvertida en mercado de tiendas, para mi gusto, muy hipsters. Como se estaba fresquito nos agenciamos unos tés helados y unos dulces artesanales en una pastelería llamada Sarabeth’s.
Después de coger fuerzas salimos del edificio para recorrer el Higline elevated park. Un parque lineal elevado de 2.33 km, que recorre unas antiguas vías del Ferrocarril Central de Nueva York abandonadas.
Fue diseñado entre James Corner Field Operations, Diller Scofidio + Renfro y Piet Oudolf y se abrió en junio de 2009. Es un sitio bastante curioso con mucha sombra para recorrer con el calor.
Al final del parque nos esperaba una extraña construcción llamada The Vessel, que es una especie de mirador. Fue construido con el diseño del británico Thomas Heatherwick; e inaugurado en marzo de 2019.
La estructura tiene forma de panal. Tiene 16 pisos y con 154 tramos de escaleras, 2500 escalones y 80 descansillos para que los visitantes puedan subir.
Justo enfrente encontramos Hudson Yards. Es un enorme centro comercial que nos sirvió también para descansar un poco al fresco… o al frío. En NY yo creo que ponen los aires acondicionados a 10ºc. Que frío hace en todos sitios.
Ya refrescados nos dimos un (largo) paseo a lo largo de la 5ª avenida hasta la Trump tower. La torre es un rascacielos de 58 plantas y 202 metros de altura situado en 721-725 de la Quinta Avenida. Es un edificio de usos múltiples en la que también vive el ex-presidente Donald Trump y alguno de sus familiares.
Seguimos dando un paseo y paramos a comer en un sitio cercano, en el fresh & co. Una franquicia de ensaladas y comida orgánica que está bastante buena y nada cara.
Ya con energía nos fuimos en camino de la biblioteca pública de Nueva York. Es la segunda biblioteca más grande de Estados Unidos y una de las más grandes del mundo. Conteniene más de 53 millones de artículos. Y como buen friki, es el escenario de la primera escena de los cazafantasmas.
El edificio es bastante espectacular tanto por dentro como por fuera. Es una visita bastante larga a pesar de que sólo se puede ver una parte del edificio. Eso sí, hay que respetar porque a pesar de ser turístico sigue siendo una biblioteca. Se visitan algunas salas en las que hay gente consultando y estudiando. Aunque no todo el mundo es civilizado.
Ya a la hora de cerrar la biblioteca nos dimos otro paseíto hasta la Catedral de San Patricio. Se trata de una catedral neogótica sede del arzobispo de la Arquidiócesis Católica Romana de Nueva York. Fue construida entre 1858 y 1878. Se considera uno de los símbolos más visibles de la Iglesia católica en los Estados Unidos.
Se puede entrar de manera gratuita y la verdad es que el edificio es bastante espectacular. Además, tiene aire acondicionado y se está la mar de a gusto.
Como a la salida no era demasiado tarde, cruzamos la avenida para llegar a la Rockefeller plaza delante del Rockefeller Center, plaza que ha salido así como en un millón de películas.
Desde aquí nos fuimos hasta el barrio chino para comprar algunos recuerdos y cenar algo en un restaurante. Cenamos en un sitio llamado Joe´s Ginger, un poco cutre pero comimos bien y barato.
20 de Julio
Hoy toca subir al Empire State Building. Madrugón, desayuno energético y al PATH hacia Manhattan.
El Empire State Building es un rascacielos de 102 plantas y 443 metros de altura diseñado por Shreve, Lamb & Harmon. Fue construido entre 1930 y 1931 en estilo Art Deco.
En un principio fue el edificio más alto del mundo hasta que fue desbancado por las Torres Gemelas en 1970. Tras la destrucción de éstas en 2001, volvió a ser el edificio más alto de la ciudad (no del mundo) hasta 2012 que lo superó el One World Trade Center.
Había bastante gente y cola pero iba bastante rápido. Nada más entrar te hacen una foto con un croma con la ciudad de fondo por si quieres comprarla a la salida. Que vamos a decir de las vistas… son espectaculares.
Después de dar toda la vuelta tocaba subir del todo. En ese momento, un empleado del edificio gritó a pleno pulmón que la cola para el ascensor era de unos 35 minutos. El que quisiera podía subir en ese momento por las escaleras, que se tardaba unos 7 minutos. Así lo hicimos. No me explico cómo hay gente que sube en maratón desde abajo del todo.
El precio de la entrada es de entre 42$ y 49$. Puedes comprar tu entrada cómodamente desde el siguiente enlace:
Ese día estábamos en alerta por la ola de calor sofocante. A pesar de ello le echamos ganas y del Empire State Building nos fuimos hasta Manhattan bridge para cruzarlo y volver por Brooklyn bridge.
El Puente de Manhattan es un puente colgante de 2.089 metros. Cruza el East River conectando el Bajo Manhattan en Canal Street con el Centro de Brooklyn en Flatbush Avenue Extension. Fue diseñado por Leon Moisseiff. Construido por The Phoenix Bridge Company, y se abrió al tráfico el 31 de diciembre de 1909.
Era tal el calor que fue misión imposible. Cuando llevábamos aproximadamente un cuarto de puente, nos paramos, sacamos unas fotos y vuelta atrás.
Decidimos volvernos sobre nuestros pasos y parar en una pastelería de Chinatown llamada Audrey Bakery And Café para refrescarnos un poco. Los pasteles estaban de muerte. Y lo que tenían expuesto tenía todo una pinta increíble. Desde luego no paraba de entrar gente a llevarse comida.
Después del paréntesis fuimos camino de Wall Street por la sombra pasando por delante de los edificios de la Corte Suprema. Hasta llegar a los edificios de la Bolsa y del Federal Hall. Pero de camino, ya casi llegando, nos topamos con una pequeña y curiosa iglesia.
Se trata St. Paul’s Chapel, la capilla de San Pablo. Construida en 1766, es el edificio eclesiástico más antiguo que se conserva en Manhattan, y uno de los mejores ejemplos de la arquitectura eclesiástica georgiana tardía del país.
La capilla pertenece a Trinity Church, una iglesia parroquial histórica en la Diócesis Episcopal de Nueva York. El edificio que podemos ver es el tercero que se construyó, entre 1839 y 1846 por Richard Upjohn en estilo neogótico.
Fue el edificio más alto de los Estados Unidos hasta 1869, así como el más alto de la ciudad de Nueva York hasta 1890.
El edificio de la bolsa se construyó estilo Beaux Arts por George B. Post en 1903. El edificio adyacente fue diseñado por Trowbridge & Livingston y fue inaugurado en 1922. Ambos edificios fueron designados Monumento Histórico Nacional en 1978.
El edificio del Federal Hall es un edificio histórico situado en el 26 Wall Street. El primer edificio, inaugurado en 1703, fue el primer Capitolio de Estados Unidos. Fue el lugar donde George Washington fue investido presidente en 1789.
Este edificio fue destruido en el siglo XIX. Fue reemplazado por el edificio actual, que fue inaugurado en 1842 en estilo renacimiento griego.
Justo delante del Federal Hall se encuentra una estatua de George Washington hecha por el escultor John Quincy Adams Ward y colocada en 1883.
Me sorprendió mucho lo reducido que es el lugar en el que están los edificios de la bolsa y del Federal Hall. Con tanta gente y calor, además, era bastante agobiante estar por allí. Así que foto de rigor. Una botella de agua fría en un kiosco que había allí por la que nos clavaron 3.50$ (casi nada) y tirando para la estatua del Toro de Wall Street.
El Toro de Wall Street es una escultura de bronce de 3.200 kg. Representa un toro, el símbolo del optimismo financiero agresivo y la prosperidad. La escultura fue creada por el artista italiano Arturo Di Modica a raíz de la caída de la bolsa de valores del Lunes Negro de 1987. El 14 de diciembre de 1989 Di Modica dejó caer la escultura desde un camión en la entrada del edificio de la bolsa. Tras ser retirada por la policía, ese mismo día se instaló en el cercano parque Green Bowl.
En la estatua había como un millón de personas haciendo cola para sacarse una foto frotándole las “pelotas” al toro. Decidimos ponernos por un ladillo sin estorbar a los demás y foto cojonera al canto.
Si lo deseas, puedes hacer un interesante free tour por la zona:
Como se nos había hecho bastante tarde decidimos comer algo en un Subway justo delante del toro. Craso error. El bocata estaba bueno, pero se les había estropeado la máquina de refrescos y los dos baños que tenían. Muy chachi todo.
Después de llenar el buche y como seguía haciendo mucho calor, nos dimos un salto a visitar el Museo del 11-S que estaba muy cerca.
La verdad es que el museo impacta bastante. Aún teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros recordamos con exactitud lo que pasó ese día y aún tenemos las imágenes guardadas en la memoria. Hace falta bastante tiempo para visitarlo si se quiere ver con detenimiento. A nosotros nos llevó como unas dos horas.
Puedes comprar la entrada independiente o combinada con el Top Of the Rock, el mirador del Rockefeller Center y ahorrarte unos dólares.
Cayendo ya el sol nos pusimos en camino a cruzar el puente de Brooklyn, visita obligatoria en Nueva York.
Fue inaugurado el 24 de mayo de 1883 y fue el primero que cruzaba el East River. En el momento de su inauguración era el puente colgante más largo del mundo con 1.825 metros de largo. También fue el primero suspendido mediante cables de acero. Desde entonces, se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de Nueva York.
Fue un paseo bastante ameno y relajado. No sé si era porque hacía ya menos calor pero estaba llenísimo de gente. Merece la pena ya que las vistas son bastante espectaculares. Una vez llegamos al final del puente toca volver a Jersey City para cenar y descansar para un nuevo día.
21 de Julio
Empezamos el día cogiendo mucha energía metiéndonos entre pecho y espalda un energético desayuno americano en International bagel & cafe. Junto al apartamento. Aunque parezca increíble el café estaba muy bueno y lo ponen para llevar.
Acto seguido nos dirigimos a la estación de PATH y cogemos transporte hasta el Staten Island Ferry. Una buenísima opción para ver la Estatua de la Libertad gratis.
Es el ferry de línea que conecta Manhattan con Staten Island que pasa junto a Liberty Island pero sin parar. Con lo que no puedes bajar a para visitar la estatua pero como no teníamos intención de entrar…
A parte de la estatua también se ven los skyline de Manhattan y Jersey maravillosamente.
La Estatua de la Libertad (Libertad iluminando el mundo) es una escultura neoclásica ubicada en Liberty Island en el puerto de Nueva York.
Fue diseñada en cobre por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi. Su estructura de metal fue construida por Gustave Eiffel.
La estatua fue dedicada el 28 de octubre de 1886 y fue un regalo del pueblo francés a Estados Unidos para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
Ella sostiene una antorcha sobre su cabeza con su mano derecha, y en su mano izquierda lleva una tabula ansata inscrita JULIO IV MDCCLXXVI (4 de julio de 1776 en números romanos).
La Estatua de la Libertad se encuentra en Liberty Island una pequeña isla deshabitada de propiedad de Manhattan y mantenida por National Park Service.
Antiguamente era conocida como Isla Bedloe. En 1956 fue rebautizada por una ley del Congreso de los Estados Unidos. Era el hogar Fort Wood, una fortificación defensiva con forma de estrella de once puntas.
La isla es un exclave del estado de Nueva York ubicado dentro de las aguas territoriales del estado de Nueva Jersey.
Desde el barco también podemos divisar Ellis Island, un pequeño islote que fue la estación de inspección de inmigrantes más concurrida de los Estados Unidos.
Entre 1892 y 1924, casi 12 millones de inmigrantes que llegaron al puerto de Nueva York y Nueva Jersey fueron procesados allí bajo la ley federal.
Hoy en día es parte del Monumento Nacional de la Estatua de la Libertad. Es accesible al público solo en ferry.
En el lado norte se encuentra el edificio principal que ahora es un museo nacional de inmigración. En el lado sur se encuentra el antiguo hospital de Inmigrantes de Ellis Island. Está abierto al público solo a través de visitas guiadas.
Una vez llegados a Staten Island, salimos del barco y volvimos a entrar sobre la marcha (a pesar de que había carteles que decían que no se podía pero no fuimos los únicos) y volvimos a Manhattan.
Si deseas bajarte en la isla y visitar la Estatua de la Libertad, puedes hacerlo mediante una visita guiada, que incluye también una visita a Ellis Island.
De vuelta en Manhattan y después de alrededor de media hora de metro, nos bajamos en la 125th street en Harlem. Por allí paseamos un ratillo por el barrio pasando por delante del mítico Teatro Apollo.
El Teatro Apollo Es un lugar destacado para los artistas afroamericanos, y es el hogar de Showtime at the Apollo, un programa de variedades de televisión sindicado a nivel nacional que mostró nuevos talentos, de 1987 a 2008, que abarca 1.093 episodios.
Se inauguró en 1914 como New Burlesque Theatre de Hurtig & Seamon. Fue diseñado por George Keister en estilo neoclásico. Se renombró como Apollo en 1934 cuando se abrió a los clientes negros ya que anteriormente había sido un lugar exclusivo para blancos.
En 1983 es designado como Monumento Histórico de la Ciudad de Nueva York.
Seguimos paseando hasta la Catedral de San Juan el Divino, la catedral de la Diócesis Episcopal de Nueva York. Se empezó a construir en 1892 en estilo Renacimiento bizantino y Renacimiento románico.
Aún se encuentra sin terminar.
En 1909 se cambió el plano y se continuó en estilo gótico. Las torres sobre la fachada occidental, así como el crucero sur y un campanario propuesto sobre el cruce, nunca se completaron.
Para entrar en la catedral hay que pagar pero desde el vestíbulo se ve bastante bien y ahorrarte unos dólares. Aunque lo recomendable de ver en la catedral es la Fuente de la Paz, una escultura de 12 metros de alto esculpida en 1985 por Greg Wyatt.
La escultura representa la lucha del bien y el mal, así como una batalla entre el Arcángel Miguel y Satanás. La escultura también contiene el Sol, la Luna y varios animales.
A pesar del tremendo calor que hacía nos fuimos a intentar recorrer Central Park pero fue un intento frustrado. Era un infierno de calor.
Así que nos salimos y entramos en el Museo Americano de Historia Natural donde se estaba fresquito. Se trata de un complejo 26 edificios interconectados. Albergan 45 salas de exposiciones permanentes, además de un planetario y una biblioteca.
Las colecciones del museo contienen más de 34 millones de especímenes de plantas, animales, fósiles, minerales, rocas, meteoritos, restos humanos y artefactos culturales humanos. Así como colecciones especializadas de tejido congelado y datos genómicos y astrofísicos.
Entramos por la puerta lateral que había leído que había menos gente y así era. Si compras en las máquinas la entrada por 23$ entras directamente sin colas, así que decidimos hacer la cola (una media hora) y pagamos la “voluntá”, que fueron 5$ cada uno, teniendo en cuenta que faltaban solo un par de horas para cerrar y sólo nos daba tiempo de ver una mínima parte.
El museo es bastante espectacular pero está lleno no, saturado de gente. Era bestial la cantidad de gente que había allí dentro.
El Rockefeller Center es un gran complejo comercial que consta de 19 edificios. De ellos, 14 edificios de estilo Art Deco son originales encargados por la familia Rockefeller.
A las 18.00 cuando nos echaron, vimos que era buena hora para almorzar (estábamos al borde del desmayo). Así que una hamburguesa rapidita (y nauseabunda) en un Wendy´s. Y corriendo al Rockefeller center que teníamos entradas para el mirador Top of the Rock a las 19.15 para ver las vistas al atardecer.
Hasta 1928 los terrenos pertenecían a la Universidad de Columbia. Fueron alquilados a John D. Rockefeller Jr. y originalmente iba a construirse un nuevo edificio para la Ópera Metropolitana. Pero ésta no pudo permitírselo económicamente así que se decidieron a construir el Rockefeller Center.
Su construcción se inicia en 1931 y el primer edificio se abrió al público en 1933. Se completó en 1939.
Una vez más, las vistas desde las alturas espectaculares, más aún que las del Empire State. Eso si, hasta la bandera de gente.
El atardecer es espectacular viendo como se va iluminando poco a poco la ciudad, y ya de noche sin palabras. Desde aquí podemos ver el juego de luces que hacen desde el Empire State.
Las horas de la salida y de la puesta de sol son 10$ más caras ya que son las más solicitadas. Contratando la visita conjunta al Museo del 11-S, tiene el mismo precio a cualquier hora del día.
22 de Julio
Último día en Nueva York y habrá que aprovecharlo. Nuevamente tomamos el PATH hasta la 9th street station para coger el metro hacia Central Park.
Para ello cruzamos Christopher street pasando por delante del mítico bar Stonewall Inn. Aquí se produjeron los disturbios en 1969 por la liberación del colectivo LGTBIQ+.
Ya en la estación de Christopher Street tomamos el metro hasta la estación de Columbus circle para pasear por Central Park.
Central Park, situado en el centro de Manhattan, es el quinto parque más grande de Nueva York con una superficie con más de 340 Ha. Es el parque urbano más visitado de todo Estados Unidos con más de 40 millones de visitantes al año.
Su construcción comenzó en 1857. Con un diseño de los arquitectos paisajistas Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux llamado “Plan Greensward”. Las primeras áreas del parque se abrieron al público a finales de 1858 y se abrió por completo en 1876.
Después de un período de declive a principios del siglo XX de los parques de Nueva York, en la década de 1930 inició un programa para limpiar Central Park por orden del comisionado Robert Moses.
En 1980 se crea Central Park Conservancy para combatir un mayor deterioro. A fines del siglo XX que renueva muchas partes del parque a partir de la década de 1980.
Aprovechando que no hacía mucho calor dimos un largo paseo por el parque.
Después de cinco días andando sin parar nos lo tomamos con bastante calma e incluso pasamos un buen rato (con siesta incluida por mi parte) tirados en el césped a la sombrita y comprando algunos recuerdos.
Al salir a modo de aperitivo nos acercamos al Sprinkles de Lexington av. a comernos unos cupcakes que estaban de muerte. Que cosa más rica “por favó”.
Como parece que los cupcakes no fueron suficiente, tomamos el metro camino de Washington square park. Muy cerca de la estación, decidimos comer en un Fresh & Co. De la misma cadena en la que habíamos comido unos días antes.
Después de comer nos acercamos, mientras amenazaba el cielo con descargar lluvia de la gorda, a Washington square park. Es un parque público situado en el barrio de Greenwich Village del Bajo Manhattan. Se trata de uno de los parques públicos más conocidos de la ciudad. Es un ícono, así como un lugar de encuentro y un centro para la actividad cultural.
Uno de los elementos destacables del parque es el Arco de Washington Square, un arco del triunfo construido en 1889 para conmemorar el centenario de la presidencia de George Washington. El original se construyó en madera y yeso pero enseguida fue reemplazado por otro de mármol, diseñado por Stanford White entre 1890 y 1895.
Por la amenaza de lluvia tuvo que ser una visita rápida. Unas fotillos y corriendo al metro dirección Grand Central Terminal.
Para los cinéfilos como yo, la Grand Central Terminal es visita obligatoria. Allí se han rodado multitud de escenas de películas y además tiene muchísimas curiosidades.
La verdad es que la estación impresiona por su tamaño y su belleza… Y por la cantidad de gente que hay. Además puede ser hasta divertido ya que en la planta baja en la entrada del Oyster bar. Lleva abierto desde la inauguración de la terminal en 1913. Si le hablas a una columna, se oye perfectamente en la columna de enfrente.
La Grand Central Terminal fue inaugurada en 1913 en el lugar donde hubieron dos estaciones predecesoras. Es la estación más grande del mundo en número de andenes (44). La tercera estación de tren más transitada de América del Norte, después de New York Penn Station y Toronto Union Station.
Lo más llamativo de su arquitectura son sus bóvedas de ladrillo patentadas por Rafael Guastavino, denominado ‘El arquitecto de Nueva York’.
A la salida se encuentra prácticamente al lado el Chrysler building. No se puede entrar pero por fuera es un edificio espectacular. Dentro debe de ser una auténtica maravilla.
El Chrysler Building es un edificio diseñado en Art Déco por el arquitecto William van Alen. Con sus 319 metros de altura y 77 plantas fue el edificio más alto del mundo durante once meses. Hasta que lo superó el Empire State Building en 1931.
Hoy en día es el número 11 en la lista de edificios más altos de Nueva York.
Poco nos duró la alegría ya que en ese momento empezaba a lloviznar. Así que decidimos darnos un salto a Times Square a despedirnos de Manhattan pensando que con la lluvia habría menos gente.
A mitad de camino nos tuvimos que parar debido a la caída del diluvio universal sobre nosotros. Era tanto que los paraguas no servían para nada.
Cuando aminoró y pudimos salir de donde estábamos metidos llegamos a Times Square. La verdad es que había muy poca gente, que diferencia con días anteriores.
Se paseaba muy bien hasta que empezó a caer el diluvio universal de nuevo. Decidimos volver a Jersey para cenar y acostarse que había que madrugar mucho. El vuelo salía por la mañana desde el aeropuerto de La Guardia.
Aquí te dejamos el mapa con los puntos que visitamos en este viaje:
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No puedo creer lo que dices, yo fui a Nueva York y me encontré con la ciudad más fantástica del mundo. Pude escuchar a Phil Woods, W. Marsalis a Woody Allen tocar el clarinete, y decenas de músicos de jazz. El museo Met me acercó a la historia y a la cultura de los griegos, egipcios y al Renacimiento.Las calles y los edificios irradian energía. Sentarme en el Central Park y solo ver pasar a la gente es como ver desfilar el mundo. Visitar el Strawberry Fields fue una visita obligada. Volví 24 veces y pude ver renacer el WTC y a toda una ciudad, la sobrevolé en helicóptero 4 veces y mi próximo viaje será post pandemia y no dudo que la encontraré más viva que nunca. Si fuiste a buscar solo imágenes de Ghostbuster te perdiste las misas de gospel ,etc etc
Las circunstancias de mi visita fueron un poco… peculiares. Por eso tengo intención de volver y visitarla con más calma. A ver si pasa todo esto de una vez y podemos volver a movernos.
Si desconoces o niegas la cultura americana sin dudas no te emocionará. Pero para mí sentarme y contemplar el puente de la película Manhattan de Woody Allen, ver una retrospectiva de Andy Warhol en el Moma. Asistir a un concierto de Chick Corea en el Blue Note y caminar por las calles que inspiraron las canciones de Lou Reed. Cada vez que voy a Nueva York, el tiempo no me alcanza. Conozco muchos lugares y solo con Venecia, Paris y Londres me pasa que volvería en cada viaje.
La verdad es que tuvimos unas circunstancias en ese viaje un tanto… peculiares. Por eso según hemos ido configurando el blog, más nos hemos ido dando cuenta de que debemos volver y queremos que sea lo antes posible. Por supuesto admitimos todo tipo de sugerencias. ¡Mucha gracias por tu comentario!
Ok
Fint innlegg, jeg har delt det med vennene mine.