Llega el puente de la Constitución y como siempre intentamos, toca viaje, este año toca Alemania. Nos hemos decidido por comprobar como se vive la navidad en el país germano.
6 de Diciembre
Llegamos a Alemania
Salimos el día 6 de diciembre a las 10.00 desde el aeropuerto de Málaga. Hacía muchos años que no volábamos con Ryanair. Pero como salía muy barato y tenía buenos horarios, fue la elegida.
Bueno, la ida fue con Laudamotion, la compañía fundada por el piloto de carreras Niki Lauda que pertenece a Ryanair.
La forma de proceder con la compañía de bajo coste ha cambiado bastante desde la última vez que volamos con ellos. Como no teníamos la maleta en bodega, decidimos comprar la tarifa priority por 12€ más por trayecto. Maleta en la bodega de encima del asiento y embarque prioritario.
No pagamos por asiento porque normalmente yo me siento y me duermo. Así que mi pareja, se puede decir, que viaja sola igual.
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Iati segurosLlegamos al aeropuerto algo tarde y corriendo. Pasamos el lentísimo control del aeropuerto de Málaga. Por mi experiencia es el más lento y desorganizado que he pisado nunca. Y viajo bastante por él.
Localizamos la puerta. Hay dos colas, una corta y una muy larga. Con nuestras tarjetas de priority nos ponemos en la corta, que resultó ser la no prioritaria. Vivir para ver, así que nos cambiamos.
Entramos en el avión y nos sentamos cada uno en una punta en nuestros respectivos asientos. Poco después empieza el festival: el mercadeo de cambios de asientos.
Yo no soy un experto en marketing. Ni tengo estudios de gestión de empresas ni nada por el estilo. Pero el hecho de perder más de media hora con la gente intentando cambiarse, mientras la tripulación intenta meter prisa sin éxito para que el vuelo no se retrase, no me parece muy viable.
Eso sumado a una bronca monumental entre dos pasajeros porque una señora (muy viajada me parece a mi) quitaba la maleta de otro de la bodega porque estaba encima de su asiento. Según ella, ese sitio en concreto era reservado para ella por esa razón. En fin.
Tres horas después de un infernal viaje con la calefacción del avión a tope aterrizamos en el aeropuerto internacional de la lluviosa Düsseldorf.
Desde el mismo aeropuerto tomamos el tren hacia Colonia. Yo había visto que había un tren que iba hasta la estación que más se acercaba a nuestro alojamiento. Pero cometimos un gran error. Nos subimos en un tren local que iba parando por todo el camino y tardamos una hora y media en llegar a Colonia.
Madre mía. El regional costaba lo mismo y en 40 minutos estaba en la estación de Köln Messe/Deutz. Era la que mejor nos venía para nuestro alojamiento.
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Dejamos las cosas en el apartamento y nos fuimos a tener un primer contacto con la ciudad. Y de paso comer algo que se nos habían hecho las 5 de la “tarde” (noche cerrada ya).
Nos comimos un currywurst en un puesto callejero y nos encaminamos hacia el centro. La primera parada navideña fue el mercado de Neumarkt. La verdad es que los mercadillos navideños alemanes están muy, muy currados y bien caracterizados.
Neumarkt es la plaza más grande de la ciudad y se encuentra en el sur del casco antiguo. Fue establecida en el año 1076 por el arzobispo Hildolf. Fue como lugar del nuevo mercado para desahogar el viejo, que se había quedado pequeño.
Además de los puestos de comida, artesanía y las tascas a rebosar, nos encontramos un pequeño desfile de ángeles y un San Nicolás. Los ángeles iban repartiendo bolsitas con chucherías a los niños. Allí nos comimos en un puestecillo un gofre con forma de “catedral de Colonia” con chocolate con leche. Estaba exagerado de bueno.
Seguimos dando una vueltecilla por el mercadillo. Cuando ya estábamos ya apunto de salir, vimos a otro par de ángeles que estaban repartiendo unas pequeñas bolsas de papel entre la gente.
Con todo mi gepeto me acerqué a ellas y con mi fluidísimo alemán a base de gestos, les hice saber que quería una. Resultó que dentro iba una especie de pan dulce con forma de ángel. Nos venía al pelo para desayunar al día siguiente. Además, estaba buenísimo.
Saliendo del mercadillo, nos encaminamos a la calle Schildergasse, la calle comercial de Colonia. Una calle bastante ancha, con mucha gente. Y con las mismas tiendas de cadena de todas las calles comerciales de casi todas las ciudades que hemos visitado alrededor del mundo. O sea, nada reseñable que ver.
Casi al final de la calle pasamos por delante del museo de la colonia. No entramos porque no nos llamaba demasiado la atención.
Un poco más adelante desembocamos en Altermarkt (mercado viejo). Es la plaza del ayuntamiento en la que estaba el mercado navideño.
Antiguamente Altermarkt estaba unida a la contigua Heumarkt formando un mercado único llamado como el Altermarkt. Fueron separadas en el siglo XIII con la construcción del distrito de Unterlan.
Básicamente era como el anterior. Mucha comida, puestos de artesanía y varias tascas hasta los topes de gente tomando vino caliente. La diferencia estaba en que en este había una pequeña noria.
En Altermarkt podemos encontrar varios edificios reseñables como el viejo ayuntamiento.
O el monumento al conde Johann von Werth. Fue un general de caballería en la guerra de los Treinta Años, en la que participó desde 1620 hasta 1648 en el bando español. Luego en el bávaro y finalmente del Sacro Imperio Romano Germánico. Se encuentra en el centro de la plaza: una estatua de piedra sobre una columna de estilo gótico.
Las figuras sentadas en el lado norte y sur representan el valor y la pureza de la ciudad de Colonia: el Agricultor de Colonia y la Virgen de Colonia.
A los lados hay relieves que muestran escenas de la leyenda de Jan y Griet:
La pobre campesina Jan se enamoró de Griet, pero ella quería una pareja más rica y rechazó su oferta de matrimonio. Devastado por su rechazo, se encontró con un reclutador del ejército y se inscribió para ir a la guerra.
Gracias a su arduo trabajo y buena suerte, se convirtió en general, celebrando varias victorias. Después de tomar el fuerte de Hermannstein, estaba conduciendo a sus tropas triunfantes a Colonia a través de la Puerta de San Severin, cuando vio a su antiguo amor Griet vendiendo fruta en un mercado. Griet se arrepintió de haber rechazado a una persona tan exitosa y exclamó: “Jan, ¿quién lo hubiera pensado?”. A lo que respondió “Griet, la persona que debería haberlo hecho!” y se aleja.
La estatua fue diseñada por el escultor Wilhelm Albermann en 1844.
Altes Rathaus, el viejo ayuntamiento de Colonia, es uno de los edificios históricos más destacados de la ciudad. Es uno de los ayuntamientos más antiguos de Alemania, con unos 900 años de antigüedad.
La parte más antigua del edificio, la Saalbau (Sala larga), data del año 1330. La Ratsturm (torre del Consejo), de estilo gótico tardío, fue construida entre 1407 y 1414. Tiene una altura de 61 metros.
De aquí nos dirigimos a la cercana plaza Heumarkt a ver, como no, su mercadillo navideño. Más puestos de comida, algo de artesanía, una tasca con una banda de música navideña en directo. También una gran pista de hielo para patinar y otra en la que estaban jugando a algo parecido al curling pero sin barrer el hielo.
Y de allí nos dirigimos a la joya de la corona, la Catedral. Según llegamos empezó a caer un chaparrón enorme y nos refugiamos en una cafetería muy cercana a tomarnos un chocolate caliente.
Después de un rato aminoró la lluvia y pudimos salir de nuevo hacia la catedral. Poco pudimos contemplarla entre la lluvia y la oscuridad. Pero si que pudimos pasear por el mercadillo, por supuesto. Este era bastante más grande que los anteriores y tenía bastante más puestos de artesanía y de souvenires. Además tenía un escenario central en el que había un coro cantando villancicos.
Como estábamos cansados después de un ajetreado día, nos fuimos paseando por la orilla del Rin camino del apartamento.
Muy cerca paramos en un Brauhaus (cervecería) que había visto por internet que tenía buena pinta y cerraba tarde para cenar. El sitio estaba hasta los topes pero conseguimos una mesa sin esperar. Cenamos de lujo comida típica alemana y cerveza artesanal (más barata que el agua, literal). Se trata del Brauhaus ohne Namen y es altamente recomendable pero ya está en la otra orilla del río.
7 de Diciembre
Como siempre, intentamos madrugar. Nos ponemos en camino de la catedral. Hace frío pero no demasiado, sobre todo a la hora de cruzar el río. Eso si, con unas espectaculares vistas de la ciudad y del río Rin.
Que por cierto, puedes dar un precioso paseo en barco por el Rin:
Ya a la luz del día y sin lluvia, podemos decir que la fachada de la catedral es impresionante. Empezada a construir en el año 1248, se paralizó su construcción en el año 1510 por motivos económicos y dejadez. Desde ese momento se empezó a utilizar como templo religioso la parte ya terminada. Y, casi 600 años después, en 1862 se empezó de nuevo la construcción y finalizó en 1880.
Algunos de los tesoros que guarda en su interior son: una urna de oro con los restos mortales de los Tres Reyes Magos, el tríptico de Stefan Lochner y el crucifijo Gero que data del siglo IX. Además de las cristaleras de colores medievales.
Como fuimos tempranito, estaba casi vacía. En ese momento empezaban a abrir las diferentes partes como la cripta y el museo.
Después de esta visita nos acercamos a la Basílica de Santa Úrsula pero estaba cerrada. Por fuera no es nada reseñable el edificio.
Habíamos reservado un tour en español en un lugar cercano. Para hacer tiempo nos sentamos a desayunar en una cafetería de cadena llamada Merzenich. El café estaba un poco perrete pero los pasteles estaban muy ricos.
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Después de coger fuerzas nos fuimos camino de la cercana Eigelstein-Torburg. Es una de las puertas de la ciudad que se conservan, de las 12 que habían en la ciudad en la Edad Media. Es donde habíamos quedado para empezar el tour.
Estas 12 puertas formaban un anillo amurallado para proteger la ciudad. Fue construida entre 1228 y 1248, durante la tercera y última expansión de la ciudad que tuvo lugar entre 1180 a 1259. Esta expansión convirtió a Colonia en la ciudad más grande del Imperio Alemán.
Era la puerta principal al norte de la ciudad. Protegía una arteria principal que ya existía en la época romana y era extremadamente importante para Colonia: la antigua vía militar romana a Neuss y Xanten, que discurría paralela al Rin.
Durante la ocupación francesa se le cambió el nombre a “Porte de L’Aigle – Adlerpforte”, del que hoy en día se conserva una placa con el inscrito. Fue la puerta por donde Napoleón I entró triunfante en a la ciudad en 1804 celebrando su victoria.
El 11 de junio de 1881 comienza el derribo de la “Gran Muralla”. Fue debido a que la industrialización y el rápido aumento de población asociado hicieron necesario que Colonia se expandiera nuevamente,. Pero se decide conservar la puerta.
En el año 1915 se instalaron los restos de un bote salvavidas del crucero “Cöln” como un monumento a los 379 marineros que murieron cuando el »Cöln« se hundió el 28 de agosto de 1914 durante una batalla naval frente a Heligoland, durante el transcurso de la Primer Guerra Mundial.
La puerta sobrevivió a los bombardeos de la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial sin apenas recibir daños.
Al llegar allí, me di cuenta de que llevaba dos días haciendo fotos con la cámara sin tarjeta de memoria dentro (no es la primera vez que me pasa), así que sólo conservo de esos dos días las pocas que saqué con el móvil.
El tour estuvo muy entretenido. Nos contaron algunas historias jugosas y pasamos por mucho sitios claves de la ciudad, incluido uno que no había visto en ninguna web: el parking subterráneo de la catedral, en el que se conservan restos de una antigua muralla romana.
Al finalizar el tour estuvimos buscando algo dónde comer pero estaba todo llenísimo de gente, así que nos alejamos de la zona centro y encontramos un brauhaus abierto y con sitio, se llama Reissdorf Brauhaus im Roten Ochsen. La comida estaba muy buena pero el servicio era bastante regulero tirando a malo.
Como se nos había hecho muy tarde buscando un sitio para comer y el servicio fue tan, tan lento, que se nos hizo de noche (las 4.30 de la tarde). Así que tocaba visitar mercadillos navideños.
Pasamos rápidamente por el mercadillo de Heumarkt y la catedral y nos fuimos dando un paseo hasta Rudolfplatz, uno de los puntos centrales de los anillos de Colonia, donde estaba instalado otro mercadillo de los importantes junto a Hahnentor, otra de las puertas medievales que se conservan en Colonia.
Hahnentor es una de las 12 puertas originales de la muralla de la ciudad y entrada principal al oeste en la carretera a Aquisgrán y Jülich.
Este mercadillo era un poco más pequeño pero estaba llenísimo de gente.
Allí compramos unos vasos para echarnos unos vinos calientes. Digo comprar porque para poder tomarte el vino hay que retirar unas jarras por las que pagas un depósito (2.50€) que te reembolsan si devuelves el vaso, pero para nosotros resultaba ser un bonito recuerdo.
Justo enfrente se encuentra el mercadillo navideño gay. Muy colorido y con música de DJ en directo pero un auténtico infierno atravesarlo debido a la enorme cantidad de gente que había. Por este motivo no pudimos apreciarlo ni contemplar los puestecillos que habían.
Como era temprano aún, nos dimos un salto a la cercana Sinagoga, que estaba cerrada pero por fuera el edificio es bastante espectacular.
La sinagoga fue construida entre 1895 y 1899 en estilo neorománico por los arquitectos Emil Schreiterer y Bernhard Below, para sustituir la anterior que se encontraba en Glockengasse.
El 9 de noviembre de 1938, los nazis destruyeron las siete sinagogas que había en la ciudad. Durante la destrucción, el sacerdote católico Gustav Meinertz pudo salvar la torá de la sinagoga. Tas años expuesta, se decide restaurarla a principios del siglo XXI para ser usada en la liturgia a partir de 2007.
Tras la guerra, entre 1957 y 1959 se reconstruye la sinagoga respetando la mayor parte de la arquitectura anterior. Para entonces tan sólo quedaban en la ciudad 50 supervivientes judíos de los más de 11.000 que vivían en la ciudad a principios de siglo XX.
Como curiosidad, fue la primera sinagoga en Alemania visitada por un Papa. Lo hizo Benedicto XVI en agosto de 2005. Otra, es que esta sinagoga alberga la comunidad judía más antigua al norte de los Alpes, siendo ya mencionada por el emperador Constantino I en el año 321.
Ya de vuelta dirección centro volvimos paseando por la calle comercial Schildergasse.
Callejeando fuimos a parar a un edificio que parecía histórico del que solo se conservaban las fachadas. Resultó ser la antigua iglesia de St. Albans, la iglesia románica más antigua de Colonia. Construida en el año 1172 y destruida por los bombardeos durante la segunda guerra mundial, se dejó sin reconstruir como recordatorio y monumento a los que murieron entre 1939 y 1945.
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Seguimos paseando y cruzamos el río en dirección al apartamento para dormir, pero primero pasamos por el brauhaus en el que habíamos cenado la noche anterior para volver a cenar allí que estaba muy rico.
8 de diciembre
Hoy toca excursión. Madrugamos para ir a Bonn a visitar la ciudad de origen de Ludwig van Beethoven. Fuimos paseando desde el apartamento hasta la estación de trenes pasando de camino por el mercadillo navideño de Altermarkt, aprovechando que estaban los puestos cerrados y podíamos contemplar la plaza y el edificio del ayuntamiento sin el mogollón de gente que hay durante el día.
A las 9.56 tomaos el tren regional (7.38€) desde la estación central de Colonia y llegamos a las 10.25 a la estación de Bonn.
Nada más bajarnos del tren, Beethoven se hace presente.
Según salimos de la estación nos topamos con los primeros puestos de un mercadillo navideño. Paseando fuimos a dar por casualidad con la Bonner Münster, la catedral de Bonn. Bastante menos espectacular por fuera que la de su vecina Colonia y, para colmo, estaba cerrada por obras y no se podía acceder a su interior.
La catedral de San Martín es la principal iglesia católica de Bonn. En sus inicios fue la colegiata de San Casio y San Florencio, construida sobre una antigua necrópolis romana del siglo II. En el año 1050 es demolida y se empieza la construcción de un templo de estilo románico. Va sufriendo diversas ampliaciones hasta el siglo XII, que se termina de construir la torre octogonal rematada en un techo acabado en pico que alcanza los 92 metros de altura.
Durante los bombardeos de la Segunda Guerra mundial, la catedral sufre severos daños pero fue pronto restaurada a su imagen original.
La catedral se encuentra en la Münsterplatz, la plaza central de Bonn. La plaza estaba totalmente invadida por el mercadillo navideño. El mercadillo es muy parecido a los de Colonia: puestos de artesanía, muchos puestos de comida y varias tascas.
La Münsterplatz se encuentra en el centro de la ciudad. Además de la catedral también podemos encontrar algunos edificios históricos la antigua oficina principal de correos.
El nombre actual de la plaza se remonta a 1719, anteriormente llamada “Aufm Hof” o “Aufm Großes Hof” (el gran patio) desde la Edad Media.
Al fondo de la plaza y presidiéndola se encuentra la estatua de Ludwig van Beethoven, compositor nacido en Bonn y que está presente por toda la ciudad. Se inauguró el el 12 de agosto de 1845 para conmemorar el 75 cumpleaños de Beethoven y con motivo del primer Festival de Beethoven y fue diseñada por el escultor y profesor de la Academia de Arte de Dresde Ernst Julius Hähnel.
Muy cerca se encuentra la Bottlerplatz en la que había otro mercadillo con muchos puestos de comida y en un extremo, la Sterntor, una de las puertas de la ciudad medieval. Fue construida en 1244 al final de Sternstrasse. En 1898, siendo la última puerta medieval conservada en Bonn, fue derribada a pesar de la intervención del Kaiser Guillermo II para mejorar el flujo del tráfico. Dos años más tarde fue reubicada en su emplazamiento actual.
Entre puestos navideños llegamos a la Friedensplatz, con más puestos navideños con más comida y muchos puestos de dulces. Originalmente se encontraba fuera de la muralla medieval, frente a Sterntor, y era el mercado de ganado.
Entre 1899 y 1922 se llamó Friedrichsplatz. Durante el gobierno nacionalsocialista (1933-1945) se le llamó Adolf-Hitler-Platz hasta 1945, que volvería a llamarse Friedensplatz nuevamente.
De 1897 a 1929, se ubicó la estación de tren de Bonn Viehmarkt en el centro de la plaza (desde 1899 Bonn Friedrichsplatz y desde 1922 Bonn Friedensplatz ) como punto final del ferrocarril de vía estrecha al pie de las colinas. A partir de 1906 se convirtió en un cruce de la red de tranvías.
Desde allí, paseando por la calle comercial Sternstraße, llegamos a la Marktplatz, construida en el siglo XI como plaza del mercado. Aquí se encuentra el Alte Rathaus, el antiguo ayuntamiento de Bonn. Construido en el año 1737 en estilo rococó ha sido testigo de importantes hechos históricos mundiales. En el año 1978 cesó su función como ayuntamiento al quedarse pequeño para ello.
En Marktplatz también encontramos la Marktfontaine, la fuente del mercado, construida en 1777 por orden del elector Maximilian Friedrich von Königsegg-Rothenfels.
Muy cerca encontramos la Stiftung Namen-Jesu-Kirche, la iglesia del Santo Nombre de Jesús. El descubrimiento de un trozo de madera de haya con el nombre de Jesús ( IHS ) llevó al elector de Colonia y al arzobispo Maximilian Heinrich de Baviera , que residía en Bonn, a construir una iglesia en honor al “nombre maravilloso”.
La iglesia se construyó entre 1686 y 1717. Después de que los jesuitas se fueran en 1774, el edificio quedó abandonado. Durante en Periodo Francés (1794-1800) gran parte del mobiliario fue destruido y el interior se utilizó como establo de caballos y cuartel de soldados.
Seguimos paseando por la zona, pasando por la casa museo de Beethoven, fundada en 1889 por la asociación Beethoven-Haus que estudia la vida y obra del compositor Ludwig van Beethoven. Aquí fue donde nació el genio el 16 de diciembre de 1770. Los edificios vecinos (Bonngasse 18 y 24 a 26) albergan un centro de investigación (archivo de Beethoven) que comprende una colección, una biblioteca y editorial, y una sala de música de cámara.
Desde aquí seguimos paseando hasta llegar a la rivera del río (en la que no hay nada reseñable para ver) y volvimos hacia los mercadillos navideños para comer algo que ya se había hecho buena hora.
Nos comimos una especie de tortitas de puré de papas frito, una salchichota enorme y un bocata de salmón a la brasa que estaba espectacular.
De postre nos comimos una pelota que era como una especie de conglomerado de masa frita cubierta de chocolate que estaba para morirse.
Después de comer dimos otro pequeño paseo callejeando entre puestos navideños camino a la estación de tren.
Empezaba a llover y ya teníamos ganas de descansar un poco. A esta hora, el andén del tren estaba abarrotado de gente que volvía hacia Colonia y hubo casi que pegarse para poder entrar. Ya lo de pillar sitio para sentarse… imposible.
Con todo el cansancio del mundo y haciendo el trayecto de pie, como a mitad de camino el tren para en una estación, y empiezan a decir algo por megafonía en alemán. Hasta hoy no tenemos ni idea de lo que decían pero nos tiramos como media hora parados en la estación.
Aquí dejamos un mapa con los lugares que visitamos en la ciudad:
Nos bajamos del tren en la estación cercana al apartamento para descansar un poco.
Como hoy la cosa iba de gastronomía, nos dimos un paseo (de 4 km.) hasta un sitio de gofres que habíamos descubierto el día anterior, Wonder Waffel Köln Ringe, donde nos comimos unos gofres en plan calzone grandes como cabezas.
Estaba buenísimo, pero aquí nos pasó algo, que más adelante nos pasaría varias veces. A la hora de pagar, quisimos pagar con tarjeta pero nos dijeron que no funcionaba el TPV. Lo “curioso” es que, el que pagó inmediatamente detrás nuestra, si le cobraron con tarjeta.
Con la barriga muy llena, emprendimos el camino de vuelta dando un largo paseo por el centro hacia las Claudius thermes, unas termas muy famosas de Colonia.
Colonia es conocida par las aguas termales de su territorio y en la ciudad se hacen notar la cantidad de termas que hay. Fue la mejor idea del mundo ya que, cansados de andar sin parar durante varios días, el cansancio empezaba a acumularse.
Para llegar a ellas, después de cruzar el puente, decidimos atravesar el parque Rheinpark hasta las termas. Grasso error ya que a mitad de camino dejan de haber farolas y la oscuridad era total. Acojonados y alumbrados por la linterna del móvil, conseguimos llegar sanos y salvos.
A la vuelta tomamos la carretera que estaba bien iluminada.
Por 14.50€ ó 16.50€ los fines de semana, podemos disfrutar dos horas de este espectacular Spa. En invierno, con el frío, la zona exterior con su jacuzzi es una maravilla.
A la salida tocaba dar un relajante paseo hasta el apartamento para descansar.
Aquí dejamos un mapa con los lugares que visitamos en Colonia:
9 de Diciembre
Tocaba madrugar para volver a Düsseldorf a pasar el último día.
A las 10.01 tomamos el tren y llegamos 30 minutos más tarde a la estación central de Düsseldorf.
Nos dirigimos directamente al hotel a dejar las cosas. El elegido fue el Bellevue Hotel. Un pequeño hotel independiente cercano a la estación de tren. Al llegar, el muchacho de recepción nos dijo que esperáramos un poco. Esperamos… Esperamos… y ya algo mosqueados, unos 40 minutos después, nos dijo que la habitación estaba lista y que podíamos entrar (la entrada era a las 15.00 y entramos sobre las 11) y ya se nos medio pasó el mosqueo.
Si estás interesado en este hotel, encuéntralo en el siguiente enlace:
Nos fuimos paseando directamente al Old Town, pasando por la superlujosa calle Königsallee, con todas las tiendas carísimas de lujo y con unos precios…
Muy cerca se encuentra Johanneskirche, la iglesia protestante más grande de Düsseldorf y construida entre 1875 y 1881 por los arquitectos Walter Kyllmann y Adolf Heyden.
Durante los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial, la iglesia resultó gravemente dañada. En un primer momento se barajó la posibilidad de derribar los restos, pero finalmente fue restaurada y reinaugurada en 1953.
Llegamos al Old Town entrando por una de las calles turísticas llenas de restaurantes. Allí desayunamos algo en Terbuyken, un local de una cadena de panaderías.
La vida enseña a ser inteligente y ahorrar.
Llegamos a Marktplazt, en donde está situado el mercadillo navideño (como no). Un poco más de lo mismo aunque hubo un puesto que nos llamó la atención. Uno muy diferente. Se trataba de un puesto-taller en el que estaban haciendo figuras de cristal soplado. Fue todo un espectáculo.
Marktplatz (plaza del mercado) es una plaza central en el casco antiguo de Düsseldorf , que se diseñó como parte de la primera expansión de la ciudad en el siglo XIV y se mencionó por primera vez en un documento en 1392.
El ayuntamiento, construido a finales del siglo XVI, fue destruido durante los bombardeos de la segunda guerra mundial, pero fue reconstruido con todo lujo de detalles.
Tras comernos un pretzel y coger fuerzas, nos dimos un salto a la cercana Burgplatz (plaza del castillo), en la que estaba instalado otro mercadillo navideño que incluía una pequeña noria. La plaza está en plena ribera del río y aquí daba el viento y era realmente helado.
En la plaza se encontraba antiguamente el castillo de los condes de Berg, construido en 1260. A finales del siglo XIX se convirtió en un palacio de estilo barroco y poco después fue devorado por un incendio. Hoy en día sólo se conserva la torre, conocida como el Schlossturm, que hoy en día alberga el Schifffahrt-Museum, el museo marítimo de Düsseldorf.
En una esquina de la Burgsplatz se encuentra el monumento de la ciudad: Stadterhebungsmonument (casi nada). Esta espectacular escultura representa hechos de la historia antigua de Düsseldorf. Se fabricó por el escultor Bert Gerresheim en 1988 durante el 700 aniversario de la ciudad, para conmemorar la concesión de los derechos de la ciudad a Düsseldorf.
Justo detrás se encuentra uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad: la basílica Sant Lambertus. Construida en estilo gótico en el siglo XII, llama la atención su campanario ligeramente doblado. Cuenta una famosa leyenda que un día una novia se dirigió al altar vestida de blanco declarando llegar virgen al matrimonio. Al no ser cierto, la torre se giró como protesta y dicen que se enderezará cuando una virgen de verdad venga a casarse a este altar. Durante los bombardeos de la segunda guerra mundial también fue destruida y posteriormente reconstruida fielmente a la original.
Empezaba a hacerse un poco tarde para comer, así que nos acercamos a un sitio de comida alemana que recomendaban mucho en diferentes blogs: el Schweine Janes. En plena zona turística, codillos muy, muy ricos y a muy buen precio.
Nos apretamos un codillo enorme y un Schnitzel grande como una cabeza. No salió caro pero nos encontramos con el mismo problema de que no cobraban con tarjeta porque tenían “problemas” con internet… Pero cuando llegamos, a un turista asiático si que le estaban cobrando con tarjeta… Así que ya sabes, recomendado pero asegúrate de llevar cash en la cartera (o pelearte con los alemanes).
Después de comer y antes de que cayera la noche, nos subimos en el tren U79 y nos fuimos de excursión a Kaiserpfalz, las ruinas del Palacio Real del emperador Friedrich Barbarroja a orillas del Rin. Construido en el siglo X por Enrique III y ampliado por Barbarroja entre 1174 y 1184 para controlar el paso del río.
Kaiserpfalz se encuentra en una pequeña localidad al norte de Düsseldorf llamada Kaiserswerth, un pueblecito muy pintoresco y muy alemán que nos encantó pasear por él. En la plaza del pueblo tenían montado un pequeño mercadillo navideño (como no).
Caída la noche, nos volvimos para dar un último paseo por el centro de Düsseldorf y cenar algo. Cenamos en una hamburguesería muy moderna llamada Beef Brothers. Estaban muy buenas y a buen precio. Después de cenar tocó volver al hotel reventados de tanto andar a dormir la última noche en tierras alemanas.
Encuentra las mejores actividades y tours para hacer en Düsseldorf en el siguiente enlace:
10 de Diciembre
Último día. Toca volverse, pero antes, madrugamos y nos fuimos a la calle aprovechando que por primera vez desde que habíamos pisado Alemania lucía el sol.
Nos dimos un rápido paseo hacia la ribera del río, pasando por el edificio Ständehaus de la Kunstsammlung, el museo de arte moderno. El edificio Ständehaus fue construido entre 1876 y 1880 en estilo neorrenacentista historicista por el arquitecto Julius Raschdorff y se hizo para la Dieta Provincial de la provincia prusiana de Renania. Entre 1949 y 1988 fue Parlamento del Estado Federal de Renania del Norte-Westfalia. Luego quedó abandonado durante 14 años. Hasta 2002 que se abrió como edificio adicional de la Kunstsammlung, cuyo edificio principal se sitúa en Grabbeplatz.
Adimiramos la preciosa estampa mañanera y, sobre las 11 tomamos el tren hacia Weeze, la ciudad desde la que salía el vuelo.
Aquí dejamos un mapa con los lugares que visitamos en Düsseldorf:
Junto a la estación nos subimos a un bus que venía incluido en el billete de tren que habíamos comprado.
El aeropuerto de Weeze era realmente diminuto. Estaba completamente vacío y los controles estaban cerrados aún, ese día sólo quedaban por salir dos vuelos más: el nuestro a las 15.00 y otro a Tesalónica a las 15.40.
A pesar de haber pasado muy poco tiempo en esta parte de Alemania, la verdad es que nos gustó mucho. No nos importaría repetir con más tiempo y disfrutar de los palacios que hay por toda la región.
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