Último día de nuestro precioso viaje a Praga. Realmente último medio día.
1 de marzo
Nos levantamos bien temprano para aprovechar el día y nos dirigimos hacia el barrio judio.
La primera parada es Španělská Synagoga, la Sinagoga Española. Construida en 1868 es la sinagoga más jóven de Praga. Fue obra de los arquitectos Josef Niklas y Jan Bělský.
Su nombre proviene de la espectacular decoración interior inspirada en la Alhambra de Granada. Sus autores fueron Antonín Baum y Bedřich Münzberger entre 1882 y 1883.
Antes de ir a por la entrada a las sinagogas, decidimos desayunarnos un Trdelník. Junto a la sinagoga viejo-nueva había un pequeño local con muy buena pinta (y olores). Su nombre es Trdelník & Coffee y son kosher. Fue un poco más caro que el anterior pero estaba mucho más bueno. Estaba delicioso.
Ahora si, nos fuimos hasta la sinagoga Pinkas para comprar nuestas entradas. Puedes comprarlas por separado o un bono para todas.
Pinkasova Synagoga o sinagoga Pinkas es la segunda más antigua de Praga. Fue construida en 1535 en estilo gótico tardío. Su autor fue Aron Mešulam Horovic. Recibió el nombre se su nieto el rabino Pinkas Horovic.
En los años 1955-60, la Sinagoga Pinkas se transformó en un Monumento a casi 80.000 judíos checos y moravos que se convirtieron en víctimas de la Shoah. Tras la invasión soviética de 1968, el monumento estuvo cerrado durante más de 20 años. Fue completamente reconstruida y no se hizo accesible hasta 1995.
Junto a ella se encuentra Starý židovský hřbitov, el antiguo cementerio judío. Fundado a principios del siglo XV, es uno de los cementerios judíos más antiguos del mundo. La lápida más antigua data de 1439 y la más moderna de 1787.
El cementerio fue ampliado varias veces a lo largo de los siglos, pero su superficie aún no era suficiente. Los difuntos fueron así enterrados en el suelo en hasta diez capas una encima de la otra.
Antes de que se haga más tarde, nos dirigimos a la Staronová Synagoga, la sinagoga Vieja-Nueva.
A pesar de su nombre, es la sinagoga más antigua en activo de toda Europa. Desde hace 700 años ha sido la sinagoga principal del Pueblo Judío.
Fue construida a finales del siglo XIII por canteros de la fundición real y originalmente se llamaba Nová o Velká (Nueva). Con la construcción de otras sinagogas a fines del siglo XVI comenzó a llamarse Viejo-Nueva.
Cuenta la leyenda que las piedras fundamentales para su construcción fueron traídas por ángeles del demolido Templo de Jerusalén. Fue con la condición de que sean devueltos cuando éste sea restaurado.
Según otra leyenda en sus tierras se guardan los restos del Golem. Un ser artificial creado y revivido por el gran rabino Löw para proteger a la comunidad de Praga.
Es una de las visitas obligatorias de Praga, historia pura de la ciudad y del judaísmo. Pero, francamente, me parece una barbaridad pagar 220 CZK por entrar. Casi 10€, teniendo en cuenta que la visita lleva muy poco tiempo.
Desde auí nos fuimos camino de Klausová Synagoga, la sinagoga Klausen, la más grande de Praga.
En la década de 1570, un renombrado empresario y benefactor del gueto, Mordechai Maisel, decidió construir en el área de la actual Sinagoga Klausen. Entonces era un complejo de edificios que incluía una sinagoga y una escuela talmúdica.
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El complejo quedó destruido tras el incendio del gueto en 1689. En 1694 se termina un nuevo edificio en estilo barroco temprano. Dos años más tarde se añadió un monumental aron ha-kodesh de tres niveles y el Arca de la Torá. Fue gracias a la donación de Samuel Oppenheimer, una personalidad rica e influyente de la monarquía austríaca.
Desde aquí nos vamos a ver Maiselova synagoga, la sinagoga Maisel. Fue construida entre 1590 y 1592 por el alcalde de la aljama judía de Praga, Mordejay Maisel. Sufrió importantes daños en un incendio en 1689 pero fue reconstruida rápidamente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis la usaron como almacen de objetos de 153 sinagogas de Bohemia y Moravia. Con ellos iban a abrir un museo en Praga.
De hecho, los alemanes conservaron intacto el barrio judío de Praga pensando en convertirlo en el Gran Museo de la raza extinta.
Tras la visita al barrio judío. Nos fuimos paseando hasta Letenská pláň, el parque Letna. Se trata de un enorme parque en la parte alta de la ciudad. Se utiliza para la organización de eventos culturales ocasionales como pistas de hielo o circos.
Desde él hay unas vistas espectaculares de la ciudad.
Para llegar hasta el parque, cruzamos el río Moldova por el precioso Čechův most, el Puente Čech. Construido entre 1905 y 1908.
Subimos hasta el parque por el millón de escalones, aunque también hay rampas, pero son mucho más largas que las escaleras.
Al final del todo se encuentra Pražský metronom, el metrónomo de Praga. Un metrónomo gigante que se instaló en 1991 en el lugar en el que se encontraba un monumento a Joseph Stalin.
Muy cerca se encuentra Hanavský Pavilon. Es uno de los edificios de estilo ecléctico más impresionantes de Praga. Fue construido como pabellón representativo de los Altos hornos Komárovský para la Exposición jubilar del año 1891.
En él se encuentra hoy día un restaurante con unas fantásticas vistas de la ciudad.
Estando aquí nos pasó dos cosas curiosas. Decidimos tomarnos un café admirando las vistas. A la hora de pagas con un billete de 200 CZK (el último que nos quedaba) la muchacha no nos lo acepta. Nos dice que es un billete antiguo que dejó de funcionar el 31 de diciembre de 2022. Si queríamos cambiarlo tenía que ser en un banco checo.
El billete nos lo “colocó” en una tienda de alimentación en la calle Letenská esquina con U Lužického semináře. Es una buena manera de deshacerse del dinero negro… colocárselo a los turistas.
Mientras tomábamos el café pensando en como cambiar el billete, empezó a sonar un mensaje por megafonía por toda la ciudad. Unos minutos después de que dejara de sonar, empezó a sonar la sirena antibombardeos. Por suerte sólo estaban en pruebas.
Terminamos nuestro café pensando en donde cambiar el billete. Entonces recordamos que en los baños del castillo había una máquina de cambio. Así que hacía allí nos dirigimos dando un paseo a paso ligero.
Justo al lado del parque se encuentra Chotkovy sady, los jardines Chotek. Fundado en 1832, fue el primer parque público de Praga, bajo el Palacio de Verano de la Reina Ana.
Es un parque arbolado con más de 55 especies vegetales. En su interior se encuentra un monumento al poeta Julius Zeyer. Se trata de una cueva en la que se encuentran esculturas que representan a los personajes de sus obras.
Los jardines pertenecen a Letohrádek královny Anny, el Palacio de verano de la reina Ana. Se trata de un edificio renacentista en el Jardín Real del Castillo de Praga. Fue construido entre 1538 y 1560 en el extremo este del Jardín Real. Fue un regalo de Fernando I a su esposa Anna Jagiellonian.
Los jardines del palacio son preciosos y tienen varios elementos reseñables. Como la Fontána se sochou Herkula o Míčovna v Královské zahradě, el salón de baile.
El edificio del salón se construyó entre 1567 y 1569 como lugar de juego de pelota. Mas tarde pasó a ser caballerizas y durante el reinado de José II en almacén militar.
Hoy en día se utiliza principalmente para exposiciones de arte, conciertos y eventos sociales importantes.
Delante del edificio había una pareja haciéndose una sesión de fotos de boda. Bonito lugar.
Ahora si nos ponemos en camino a la maquina de cambio.
Llegamos, entramos al baño y… ¡BINGO! acepta el billete DE 200 CZK y nos da el cambio en… ¡MONEDAS DE 10! Aquello parecía un tragaperras.
Llegaba el momento de abandonar la ciudad. Pero antes había que comer. Recogimos las cosas del hotel y nos encaminamos hacia el pub en el que habíamos comido tan bien el día que fuimos a Kutná Hora.
Anque de camino teniamos una parada: Jeruzalémská synagoga, la sinagoga Jerusalen. Que por desgracia estaba cerrada. Pero el exterior del edificio era precioso.
Llegamos al pub. Los camareros eran diferentes al del día anterior. Nos sentamos, cojo la carta del menú del día. Llega el camarero, me la quita de las manos y la rompe diciendo: “menú finish”.
Me levanto, le propino un improperio en español (seguro que más o menos me entiende) y nos vamos. Dos veces no te ries en mi cara.
Terminamos comiendo en una hamburguesería de cadena en la estación.
A las 2 de la tarde tomamos el bus al aeropuerto. El billete es de 100 CZK (4.20€). Adivina como pagamos… correcto, le aflojamos las 200 CZK en monedas de 10…
A las 17.20 despegaba puntual el vuelo de vuelta…
Aquí dejamos un mapa con los lugares visitados en el viaje:
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