Toca viajar al centro del país para visitar la ciudad de Hue, que fue capital de Vietnam hasta 1945.
15 de julio
A las 19.25 despegamos del aeropuerto de Ciudad Ho Chi Minh. Después de una hora y cuarto aterrizamos en el diminuto aeropuerto Phú Bài de Huế.
Antes de salir de la terminal hay un puestecillo donde compramos el billete de bus a la ciudad. El billete cuesta 70.000VND (2.57€).
Después de una media hora nos bajamos en nuestra parada cerca de la plaza Bùng binh Hùng Vương. Encontrar el hotel sin wifi fue bastante complicado pero al fin dimos con él.
Por eso recomendamos contratar un servicio de traslado por muy poco dinero que te deje en la puerta del hotel, nos hubiéramos ahorrado mucho tiempo de dar vueltas.
También puedes contratar una tarjeta SIM para tu móvil por muy poco dinero:
Nos alojamos en el Alba spa hotel. Un hotel de 4 estrellas de nueva construcción que nos costó 27.47€ (32$) la noche con desayuno y spa incluido.
Como se había hecho muy tarde tuvimos que irnos para cenar a la zona de fiesta de la ciudad que, por suerte estaba cerca. Nos cenamos unos Nem y unas hamburguesas muy ricas en un sitio llamado Cộng Cà Phê.
Después de cenar nos fuimos a la cama para poder madrugar al día siguiente.
16 de julio
Nos levantamos temprano y… ¡sorpresa! Llueve. Pero bueno, no es torrencial.
Desayunamos y nos vamos a la calle. En el hotel nos prestan unos paraguas bien grandes y nos aubismo a un taxi en vez de andar hasta la Ciudadela de Huế (Kinh thành Huế). Aproximadamente 1€ nos cuesta la carrera.
La ciudadela es gigantesca y hay que reservar al menos toda la mañana.
Construida a partir de 1804, fue la sede del poder hasta 1880, en el que Vietnam pasó a ser protectorado francés. Fue un edificio simbólico hasta que la dinastía Nguyễn fue derrocada en 1945 con la Declaración de Independencia de la República Democrática de Vietnam.
Entramos cruzando la puerta Cửa Ngăn y nada más pasar la puerta del bastión, tenemos las oficinas donde podemos comprar las entradas.
El precio es de 150.000VND (6€) y puedes pasear por todo el recinto.
Una vez tenemos nuestra entrada nos dirigimos a la Cửa Ngọ Môn o puerta del mediodía, la puerta de entrada. Justo delante hay una gran explanada en donde se encuentra la Torre de la Bandera (Cột Cờ) de 37 metros de altura.
Como se aprecia, seguía lloviendo y no había dado tregua durante un solo segundo.
Atravesamos la puerta Cửa Ngọ Môn o puerta del mediodía. Construido en 1833 en el estilo tradicional vietnamita Nguyen bajo el gobierno del emperador Minh Mạng. Fue utilizado por el soberano como un punto de observación para los movimientos de tropas y ceremonias.
Allí entregamos las entradas en una de las puertas adyacentes a la principal, ya que ésta, estaba reservada únicamente para el emperador.
Al pasar la puerta damos a un pasillo flanqueado por dos estanques con nenúfares. Más allá llegamos al primer edificio: el Palacio Điện Thái Hòa o palacio de la suprema armonía.
Fue construido en el año 1805 por el Emperador Gia Long. Ha sido el escenario de coronaciones, cumpleaños reales, recepciones de embajadores y otros actos solemnes. Allí se encuentra el trono de los emperadores de la dinastía Nguyen.
El interior es realmente espectacular pero está prohibido sacar fotos. Antes de salir hay maquetas y vídeos explicativos sobre la historia de la ciudadela y su restauración.
Salimos del palacio y nos vamos por uno de los pasillos laterales (a la izquierda) hasta llegar al Templo Hưng Miếu. Ya la puerta es realmente espectacular llamada Puerta de la Felicidad Eterna (Cửa Thọ Chỉ).
El templo fue construido en 1821 por orden del emperador Minh Mang para honrar la memoria de sus antepasados.
El interior también es bastante espectacular pero tampoco se puede sacar fotos.
Justo enfrente se encuentra el Pabellón Hien Lam (Hiển Lâm Các).
Construido también por el emperador Minh Mang entre 1821 y 1822. Se considera un monumento conmemorativo para recordar los méritos de los reyes Nguyen y los grandes cortesanos de la dinastía.
Es un pórtico en forma de pirámide de tres plantas.
Ante la puerta en el patio se encuentran las 9 Urnas Dinásticas. Son 9 urnas fabricadas en bronce decoradas con motivos florales y símbolos tradicionales vietnamitas. Representan a los 9 Emperadores de Vietnam y antiguamente jugaban un papel importante en las múltiples ceremonias de culto a los antepasados.
Entre 1835 y 1837 fueron retirados los restos de su interior.
Seguimos por el corredor en la dirección de las agujas del reloj.
Después de varios minutos andando bajo la lluvia que seguía sin dar un solo minuto de pausa, llegamos a la Residencia Dien Tho (Cung Diên Thọ o Residencia de la Longevidad Duradera).
Construído en 1804 para ser la residencia de la emperatriz Hieu Khang, la madre del emperador Gia Long. Después siguió siendo la residencia oficial de las viudas de los emperadores siguientes.
Tras la caída de la dinastía Nguyen en 1945, fue de los pocos edificios que siguieron intactos.
Dentro del recinto hay un estanque en el que se encuentra un pequeño pabellón que han adaptado como cafetería. Allí nos tomamos unos refrescos fresquitos mientras seguía lloviendo.
Junto a Cung Diên Thọ sale un largo corredor techado que va a dar al centro de la ciudadela. Seguía lloviendo.
Muy cerca se encuentra Teatro Real (Nhà hát Duyệt Thị Đường). Construido en el año 1826 destinado a la representación de la familia imperial y a sus allegados.
Por fuera tiene el mismo estilo que el resto de construcciones de la ciudad imperial. Por dentro es espectacular, pequeñito pero plagado de motivos dorados. Es digno de ver.
Seguimos la ruta y llegamos al los Jardines Vườn Cơ Hạ. Fue construido en 1837, bajo el reinado del rey Minh Mang, y fue mejorado, complementado y restaurado muchas veces bajo los reyes Thieu Tri y Tu Duc.
Aunque solo se conserva una parte, es espectacular sobre todo el estanque central plagado de lotos, que estaban florecidos cuando nosotros los visitamos.
Seguimos paseando bajo la lluvia por el espectacular entorno hasta llegar de nuevo a los pasillos centrales. Aquí acabamos la visita a la increíble ciudadela de Huế.
Como se nos hacía tarde, tomamos un taxi hasta la Pagoda Thiên Mụ o pagoda de la Dama Celestial (Chùa Thiên Mụ).
Construida en 1601 por orden de los primeros señores de la dinastía Nguyễn, Nguyễn Hoàng, quien en ese momento era el gobernador de Thuận Hóa (ahora conocido como Huế).
Fue sufriendo varias remodelaciones a lo largo de los siglos. Hasta que el emperador Thiệu Trị, quien sucedió a Minh Mạng, erigió la Torre Từ Nhân en 1844. Con 7 plantas y 21 metros de altura, es la joya de la corona de la pagoda.
En uno de los pabellones podemos encontrar el Austin azul que llevó al monje Thích Quảng Đức hasta Saigón. Allí se prendió fuego como protesta en 1963.
A muchos le sonará porque es la imagen de portada del primer disco de los Rage Against the Machine (discazo por cierto).
En la puerta de la pagoda, a la llegada y a la salida, te asaltan legiones de personas ofreciéndote llevarte hasta la ciudad en barca a lo largo del río perfume, pero la verdad es que, entre la lluvia y que cuesta 4 veces más que un taxi, pasamos.
En la puerta había un taxi (de las empresas fiables) con un conductor que estaba durmiendo la siesta. Le despertamos y nos llevó sin problemas hasta la ciudad.
Ya se había hecho un poco tarde pero había que comer. Nos fuimos directamente a un sitio que me habían recomendado que, además de restaurante es agencia de viajes. Se llama Mandarin Cafe.
Allí comimos bien y barato y ya que estábamos, contratamos un coche con conductor para visitar las tumbas imperiales al día siguiente por 30 dólares.
El dueño, Mr. Cu era muy agradable. Nos regaló varias postales que él mismo hacía con fotos suyas.
Después de comer seguimos dando un paseo bajo la lluvia y nos fuimos a descansar un poco al hotel. En recepción nos dijeron que llovía tanto porque había un tifón en el norte del país y nos estaba pillando la cola. Es que no paró ni un solo segundo en todo el día.
Como el almuerzo había sido muy ligero, decidimos cenar temprano. Fuimos a un sitio que también nos habían recomendado llamado Quán Bánh Khoái Hạnh que estaba muy cerca del hotel.
Nos pusimos hasta arriba de comer y nos salió muy, muy barato.
Después de cenar, como seguía lloviendo, nos fuimos a disfrutar del Spa del hotel con unas piscinas exteriores (techadas) en las que se estaba realmente a gusto.
17 de julio
Nos levantamos temprano y nos vamos hacia el Mandarin Cafe en donde habíamos quedado a las 9. Nos viene a buscar un coche nuevecito y con aire acondicionado. Por fin había dejado de llover.
Nos dirijimos primero a la Tumba Imperial del Emperador Minh Mang, a unos 12 kilómetros de Huế en el monte Cam Ke. La entrada son 100.000VND (4€) y es válida para 4 tumbas imperiales. Se paga aparte del coche.
Fue construida entre 1840 y 1843 por Thieu Tri, hijo y sucesor de Minh Mang, aunque fue diseñada por este último.
Nada más entrar llegamos al patio central, decorado con estatuas de soldados mandarines, caballos y elefantes.
Aquí podemos encontrar también el pabellón de las estelas. Conocido así porque en su interior se encuentra con la biografía del emperador Minh Mang escrita por su hijo Thieu Tri.
Cruzando el pabellón de las estelas, salimos a un gran patio en el que se encuentra al fondo la puerta de entrada al pabellón principal del complejo.
Cruzamos el pabellón y salimos al lago de la luna nueva. Un lago precioso lleno de lotos y al fondo, la tumba imperial.
Salimos del recinto y allí estaba el coche esperándonos con el aire acondicionado puesto. Después del día de lluvia, el calor y la humedad eran brutales.
Desde aquí nos dirigimos a la tumba imperial de Khải Định a unos 10 minutos de la anterior.
Nada más bajarnos del coche, las escaleras de entrada nos avisaba de la espectacularidad del recinto.
Construida entre 1920 y 1931, ha sido declarada como la tumba imperial más majestuosa de Vietnam.
En extensión es la más pequeña de todas las tumbas imperiales pero la más elaborada en cuestión de detalles y decoración.
Subiendo las primeras escaleras y pasando la puerta llegamos a un patio donde se encuentra la taquilla y una tienda de recuerdos. Desde aquí parten otras escaleras con unas barandillas en forma de dragones que son espectaculares.
Subiendo estas escaleras damos al patio de ceremonias. Allí se encuentran varias estatuas en piedra en los extremos y en el centro se encuentra el pabellón de la estela. Contiene una estela grabada en piedra sobre la vida y reinado del emperador.
Subimos más escaleras con un calor infernal y llegamos a la tumba del emperador, el palacio Thien Dinh.
El edificio por fuera es bastante espectacular, con millones de detalles grabados en la piedra de la fachada, pero cuando entramos… brutal.
El interior es realmente espectacular con unos ornamentos en colores vivos tanto en las paredes como en el sarcófago que son una pasada. También podemos encontrar una estatua de bronce a tamaño real del emperador.
La verdad es que la belleza del edificio nos dejó sin palabras.
Salimos del mausoleo y desde lo alto podemos observar el impresionante paisaje que rodea el recinto de la tumba imperial.
Salimos del recinto, y ahí estaba una vez más, nuestro conductor con el aire acondicionado puesto.
Ahora nos dirigimos a la última tumba imperial de la excursión, la Tumba del Emperador Tự Đức. Se encuentra a unos 15 minutos de la tumba anterior.
Diseñada por el mismísimo emperador Tự Đức, fue construida entre 1864 y 1867.
Tiene una extensión de 12 hectáreas y alrededor de 50 construcciones en su interior. Está considerada como la tumba más bonita de todas y se fusiona perfectamente con la naturaleza que la rodea.
Una vez terminada su construcción, el emperador Tự Đức la utilizó como palacio de verano y lugar de retiro.
Entramos directamente en la zona de palacios, a la derecha tenemos lago Luu Khiem con muchas flores de loto y a la izquierda el complejo de templos y residencias. No se si era por la hora o porque es menos turística que las otras pero había muy poquita gente y se respiraba una tranquilidad que, junto con el entorno, se hacía un paseo realmente agradable. Solamente importunado por el tremendo calor y humedad que hacía.
Cruzando el lago llegamos a la zona de tumbas. Aquí encontramos varias tumbas entre ellas la de la emperatriz Le Thien Anh y la del emperador Kiến Phúc, sobrino y sucesor de Tự Đức.
A pesar de disfrutar de la compañía de una 100 concubinas, Tự Đức no tuvo descendencia seguramente al quedar estéril tras sufrir la viruela, así que eligió a su sobrino como sucesor, que no tiene tumba propia aparte, porque sólo reinó por un corto periodo de tiempo, ya que fue asesinado 8 meses después de subir al trono. Al pobre no le dio tiempo ni de pensarlo.
La ubicación exacta del lugar del entierro del emperador Tự Đức se desconoce ya que para evitar su expolio, dice la leyenda que fue enterrado en secreto y todos los participantes fueron asesinado para que no se pudieran ir de la lengua.
La visita a las tumbas imperiales llegaba a su fin y volvíamos a Hue.
Comimos algo en el mismo Mandarin Cafe y nos fuimos a la cercana oficina centra de correos a echar unas postales que habíamos comprado.
Fue una tarea algo complicada ya que nadie hablaba inglés pero conseguimos nuestro objetivo.
Desde allí dimos un pequeño paseo por la ribera del río. Llegamos hasta Trường Quốc Học, una escuela de educación secundaria establecida en 1896 siendo la tercera más antigua de todo Vietnam.
De estilo colonial francés, sus edificios muy bien cuidados destacan por su llamativo color rojo.
A la salida pudimos comprobar “in situ” la facilidad que tienen los vietnamitas de dormir en cualquier sitio y a cualquier hora. Había un tipo durmiendo tumbado en lo alto de una moto. Ahí, de tranqui.
Después del paseo tomamos un taxi y nos fuimos hasta el siguiente destino. Un resort de 5 estrellas en la playa a unos 25 minutos en coche de Hue en el que íbamos a descansar un par de días.
Se llama Lapochine Beach Resort y es realmente espectacular, tanto la habitación como las zonas comunes. Con un buffet de desayuno enorme y todo por 68€ la noche.
Esa tarde nos dedicamos a estar tirados en la piscina relajándonos. Por la noche cenamos en uno de los restaurantes del resort.
18 de julio
Empezamos el día un poco regular. A mi pareja la noche anterior se le taponaron los oídos y no escuchaba nada. Pero bueno, ya se le pasará. Nos levantamos sin prisa y bajamos a desayunar. Nos ponemos hasta arriba y nos vamos a la playa.
El hotel tiene acceso directo a la kilométrica playa y tiene unas cuantas pérgolas con tumbonas delante.
Nos tiramos a la sombra. Yo me atrevo a darme un chapuzón en el golfo de Tonkin. Fue muy extraño. Para empezar el agua estaba caliente como una sopa. Me fui metiendo y me iba cubriendo el agua hasta la rodilla y de aquí, según avanzaba empezaba a salir hasta cubrirme hasta los tobillos. Así que me di la vuelta y donde me cubría por las rodillas me revolqué cual morsa.
A pesar de ser canario, la playa no es que me guste mucho y además me aburro como un chuchango. Así que nos volvemos a la piscina que, además, el agua estaba más fresquita.
A la hora de comer, volvimos al restaurante donde habíamos cenado la noche anterior.
Después de comer y fruto de la desesperación, decidimos llamar al seguro para ir a un hospital a que le miraran los oídos a mi pareja.
Tomamos un taxi y nos fuimos a Huế en busca del hospital internacional. El taxi nos dejó en la entrada del complejo hospitalario de la ciudad que es realmente grande.
La verdad es que me sorprendió un montón tanto por el tamaño como por el aspecto ya que esperaba que fuera a ser un edificio con condiciones bastante malas.
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Iati segurosDespués de atravesar varios edificios llegamos al hospital internacional, que tenía aún mejor aspecto que el resto de edificios.
Entramos y nos fuimos al mostrador. Le explicamos lo que pasaba y nos mandaron a pasar por caja. La factura fue de 25 dólares. Nos dijeron que el médico tardaría un poco en llegar y que esperáramos en la puerta de la consulta.
El médico tardó unos 5 minutos en llegar y venía corriendo, suponemos que estaba pasando consulta en otro edificio a gente local y le mandaron a venir corriendo a los que habíamos pagado.
En 5 minutos nos había solucionado el problema y Sara se había quedado gloria bendita.
Al salir nos paramos en un cafetería cercana a tomar un delicioso café vietnamita y un zumo de frutas y nos volvimos al resort.
Cenamos temprano y a la cama.
19 de julio
Volvemos a levantarnos con sin prisa y otra vez mala noticia: esta vez soy yo el de los oídos taponados.
Hoy además tomábamos a las 13.00 el bus a Hội An. Era horriblemente incómodo pero desayunamos con calma y nos tiramos un ratillo a la piscina. Llamamos al seguro y con los bártulos nos vamos al hospital internacional.
Llegamos al hospital y vamos al mostrador. Allí no había ni chus. Esperamos un rato hasta que vemos pasar a un tipo que parece ser del hospital. Le preguntamos y resulta que de 11.30 a 13.30 salen todos a comer a la vez y no se queda nadie allí. Madre mía. Como para tener una urgencia.
Pues como no teníamos tiempo, salimos del complejo y nos fuimos a una de las dos millones de farmacia que rodean los hospitales.
Elegimos una que atendían dos muchachas jóvenes por eso de que igual podían hablar algo de inglés. Pues no. Nos tiramos un rato haciendo malabares intentando hacernos entender que queríamos unas gotas para destupir los oídos. Hasta que recordé que me había descargado en el móvil el paquete de vietnamita. Ahora si. Me dio las gotas que me costaron 28.000VND (1.10€) y nos fuimos a comer algo.
Comimos algo ligero en un sitio llamado Phuong Nam que no estaba demasiado bueno y era un poco caro teniendo en cuenta los precios vietnamitas.
De allí nos fuimos al Mandarin Cafe donde habíamos comprado los billetes de bus que nos costó 4 dólares por cabeza.
Allí con uno de los empleados nos subimos en un taxi que nos dejó unos 50 metros más allá (que pagó el) y nos esperamos hasta que llegó el bus. Nos quedamos flipando. Por fuera se describía como european bed style bus.
Pues eso, en vez de asientos eran literas… vivir para ver. Muy europeo el estilo pero no lo había visto en la vida. Por cierto, mi “asiento” estaba estropeado y tuve que ir tumbado todo el camino.