Continuamos nuestro periplo por España. Seguimos tras los pasos del hidalgo Don Quijote.
16 de septiembre
Nos levantamos medio temprano y, como no teníamos desayuno, hacemos las maletas y dejamos el hotel. Muy cerca había una churrería llamada Beatriz. Muy buenos y a muy buen precio los churros.
Con la barriga igual demasiado llena, nos ponemos en camino al siguiente destino: Consuegra, a 37 km.
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Consuegra
Consuegra es un municipio de la provincia de Toledo, con una población de unos 9.000 habitantes.
Su nombre se deriva de la antigua ciudad preromana de Consabura que significa “la confluencia del río Sabo”.
Un poco de historia
En el siglo VI a.C. ya se encontraba un asentamiento en el cerro Calderico. Esos primeros pobladores era la tribu prerromana de los carpetanos.
Tras las Guerras Púnicas los romanos conquistan este asentamiento y fundan la ciudad de Consaburum a los pies del cerro. Pronto la ciudad alcanza un gran desarrollo gracias a su importancia estratégica para la transhumancia. En ella se construyen puentes, vías, una presa, un acueducto y un circo.
Tras la caída del Imperio Romano, llegan los árabes, quienes construyen el castillo. En 1083 pasa a manos de los cristianos pero en 1097 vuelve a manos de los árabes. En esta batalla fallece Diego, hijo del Cid Campeador. Poco más tarde vuelve a manos cristianas.
Durante la Guerra de la Independencia, el 22 de septiembre de 1809, tuvo lugar la batalla de Consuegra. En ella resultaron victoriosos los franceses, que destruyen la iglesia de Santa María la Mayor y queman gran parte del archivo de la Orden de San Juan.
El 11 de septiembre de 1891 los puentes romanos quedan destruidos por un tremendo desbordamiento del río Amarguillo. En 1927 el rey Alfonso XIII le concede el título de ciudad, que había perdido en 1097.
Visitando Consuegra
Lo primero que hacemos es subir al Cerro Calderico para visitar el Castillo de Consuegra. La visita se realiza mediante visita guiada y cuesta 8€.
El Castillo de la Muela, ubicado junto a los Molinos de Consuegra, es uno de los castillos mejor conservados de Castilla – La Mancha.
Se desconoce su fecha de construcció exacta es mencionado en la Estoria de España de Alfonso X el Sabio (s. XIII). Este cuenta que, en tiempos visigodos, era propiedad del Conde Don Julián.
Puede que fuera construido en el siglo X durante el dominio musulmán. En 1097 Al-Mutámid se lo cede a Alfonso VI tras su boda con la princesa sevillana Zaida. Durante la batalla de Consuegra, ese mismo año, Alfonso VI pierde su posesión tras la derrota contra los árabes.
En el siglo XII vuelve a manos cristianas y es reconstruido por los caballeros de la Orden Hospiitalaria. Durante la ocupación napoleónica en 1808 fue ocupado por un destacamento de soldados franceses y fue destruido por estos antes de abandonarlo.
Tras la marcha de los franceses sufrió la desamortización de Mendizábal (1836). Esto hizo que fuera expropiado y abandonado. En 1962 el Ayuntamiento de Consuegra adquiere el castillo e inicia un proceso de restauración integral.
Desde lo alto del castillo se divisan unas vistas en 360º de la zona realmente espectaculares. Podían ver llegar a los enemigos desde días antes del asalto.
Tras la visita al castillo nos acercamos al Molino Bolero. Este es uno de los molinos que se conservan en el cerro y está preparado como museo. En él podemos aprender como funcionaban e incluso como vivian los molineros.
Aquí también se encuentra un pequeño mirador desde donde se divisa de maravilla la ciudad de Consuegra.
Como se iba haciendo tarde decidimos bajar a la ciudad a buscar algún sitio para comer. Ese día muchos estaban cerrados por descanso. Comimos en un restaurante llamado La Cuchara de Lu, un sitio donde fusionan la cocina tradicional manchega con cocina más moderna.
Al principio el servicio empezó tremendamente lento, pero realmente el muchacho que atendía era muy agradable y nos explicó muchas cosas sobre la gastronomía manchega. Eso si, la comida estaba realmente buena. Muy recomendable.
La comida nos costó 65,50€ y nos comimos 3 platos con postres y bebidas.
Tras la comida, nos dispusimos a visitar los puntos turísticos de la ciudad. Empezamos por la cercana Plaza de España. En ella encontramos algunos de los edificios históricos de la ciudad. Estos edificios combinan a la perfección la arquitectura típica manchega con edificios de estilo mudéjar.
Quizá el edificio más destacable es el de los Corredores, del siglo XVII. En sus inicios era el pósito municipal pero hoy es el Museo Arqueológico Municipal.
También se encuentra en la plaza el edificio del Ayuntamiento. Este fue construido en 1670 en estilo castellano Mudéjar.
También destaca la Torre del Reloj. Se trata de un edificio del primer tercio del siglo XX que remata el llamativo arco adosado al ayuntamiento.
Muy cerca se encuentra la iglesia de Santa María la Mayor. Fue construida en estilo mudéjar en 1723 y pertenecía al convento de Franciscanos Alcantarinos de San Antonio.
El actual templo sustituye a la primera iglesia parroquial de Consuegra que se encontraba aquí. Esta antigua iglesia se construyó en el siglo XII cuando Consuegra se convirtió en capital del Gran Priorato de San Juan Bautista, siendo la única parroquia en Consuegra hasta 1551.
Seguimos paseando por la ciudad hasta llegar a la Torre de la Tercia. Esta torre es el único elemento que se conserva del Palacio Prioral Casa de la Tercia. El palacio, del siglo XVI era un enorme complejo que contaba con silo, bodega, cárcel y archivo en su torre. Era tan grande que también contenía patio de armas e iglesia.
Se construyó sobre unas antiguas termas romanas de la que aún se pueden ver vestigios. El torreón hoy en día es un alojamiento rural privado.
Muy cerquita se encuentra uno de los edificios más conocidos de la ciudad. Se trata de la Ermita del Stmo. Cristo de la Vera-Cruz.
Este edificio fue construido en el siglo XVIII y cuenta con dos estilos arquitectónicos. Uno es el castellano-mudéjar muy utilizado en Consuegra. El otro barroco tardío de su llamativa fachada de mármol blanco.
Con esta visita damos por terminada nuestro paseo por consuegra y nos ponemos camino a nuestro siguiente destino: Tembleque, a 37 km.
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Tembleque
Con algo menos de 2000 habitantes, Tembleque es un municipio perteneciente a la provincia de Toledo, en Castilla – La Mancha.
Un poco de historia
Se sabe que ya existía aquí un asentamiento romano en el siglo II a.C. Más tarde estuvieron los visigodos y, a partir del 711, los musulmanes.
Tras la toma de Toledo por las tropas cristianas en 1085 fue puesta bajo el dominio de Consuegra. Hacia 1183, el rey Alfonso VIII de Castilla dona Consuegra y todo su territorio a la orden de San Juan de Jerusalén.
Esta orden otorga la carta de población a Tembleque en 1241, tras la batalla de las Navas de Tolosa. Y en 1509 la reina Juana le otorga la condición de villa. En ese momento Tembleque vive un gran esplendor gracias a la venta de lana y la trashumancia.
Entre los siglos XVIII y XIX experimenta una fase decadente. En 1801 sufre unas graves inundaciones y durante la Guerra de Independencia fue saqueada e incendiada.
Visitando Tembleque
Nada más entrar al pueblo nos topamos con uno de los edificios más reseñables de Tembleque: Casa-Palacio de las Torres o de los Fernández-Alejo.
Fue construida en por Don Antonio Fernández Alejo, caballero de la Orden de Santiago, en 1753 en estilo barroco. Era un símbolo de las riquezas amasadas por el comercio de libros en el virreinato de Nueva España.
Tras casi dos siglos habitada, en 1933 sus últimos moradores, descendientes de Don Antonio Fernández, dejan Tembleque y se instalan en Madrid.
Durante la Guerra Civil Española, el palacio fue saqueado. En 1939 la familia cede el palacio para uso como cuartel de la Guardia Civil. En 1952 abandonan el edificio debido a su lamentable estado de conservación.
En el año 2021 se anuncia ue el palacio sería rehabilitado como hospedería tanto para visitantes como para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago de Levante.
Nos dirigimos al centro del pueblo y aparcamos junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Fue construida en estilos gótico y renacentista en el siglo XVI.
Su construcción es impulsada por el cardenal Cisneros tras una expedición a Orán (Argelia) en 1509. El elemento más destacable es su espectacular torre.
Muy cerca se encuentra la Plaza Mayor de Tembleque. Esta es una de las plazas más pintorescas de Castilla – La Mancha. Fue construida en estilo barroco en el siglo XVII.
En la plaza se celebraban también corridas de toros hasta 1987. En ella se encuentra el ayuntamiento y fue declarada Monumento en 1973.
Desde aquí nos acercamos a la Ermita de la Vera Cruz de Tembleque. Se trata de una pequeña y sobria ermita de planta octogonal construida en 1792. En sus inicios se encontraba contigua al monasterio y servía a los monjes como lugar para la oración.
Actualmente ha sido reconvertida en biblioteca municipal.
Con esto damos por terminada nuestra visita a Tembleque. Volvemos al coche y nos ponemos en camino a nuestro siguiente destino: el castillo de Almonacid de Toledo, a 35 km.
Se desconoce la fecha de su construcción, pero si se sabe que es de origen árabe. La primera referencia es de unos documentos del año 848 y está situado en un punto estratégico del antiguo Camino de la Mancha.
En el siglo XI pasó a ser propiedad de Alfonso VI de León como parte de la dote su esposa Zaida. Pero en 1086 lo dona a la Catedral de Santa María de Toledo quienes lo reforman en el siglo XIV. Entonces pasa a ser una prisión.
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Cambia de manos en el siglo XVIII, concretamente a los conde de Mora. En 1809 es asediado por las tropas francesas y conquistado.
En 1839 el ayuntamiento da permiso a la población para sacar ladrillos para su venta. Es debido a una terrible crisis económica. Con esto se deteriora terriblemente el castillo.
Actualmente el castillo se encuentra en venta por la cantidad de 1 céntimo de euro. Eso si, el que lo adquiera debe comprometerse a restaurarlo y abrirlo a la visita de público en general.
Muy cerca teníamos nuestro hotel para esta noche. Se trata del Hotel Spa Villa Nazules. Nos alojamos en él durante un viaje a Toledo en 2012 y como estaba muy bien decidimos repetir.
Es un hotel de 4 estrellas que se encuentra literalmente enmedio de la nada. Con ello no necesito decir lo tranquilo que puede ser.
Esta vez decidimos pillar una oferta que por 116€ teníamos una espectacular junior suite, desayuno y acceso al spa. La verdad es que sigue estando fenomenal aunque al spa se le nota el paso del tiempo.
Como después de una relajante sesión de spa no teníamos muchas ganas de coger el coche para ir a cenar, decidimos hacerlo en el restaurante del hotel. Tenía una carta muy cortita pero estaba muy bien. No era barato pero tempoco se iba de precio, fueron 57,50€ en total.. Además, en la terracita se estaba muy bien y muy tranquilo.
17 de septiembre
Como el resto de días, nos levantamos con calma, desayunamos y nos ponemos en camino a nuestro primer destino: el castillo de Polán, a unos 35 km.
Del castillo de Polán no se conserva casi nada aunque en sus inicios era enorme. Tampoco se sabe la fecha de su construcción. Pero si se sabe que ya existía durante una batalla entre cristianos y árabes en 1116.
Desde aquí nos acercamos para hacer una visita guiada por el espectacular castillo de Guadamur, a tan sólo 13 km de Toledo capital. Una visita perfecta para hacer durante la visita a esta preciosa ciudad.
Su construcción comienza en el siglo XV por orden del conde de Fuensalida Don Pedro López de Ayala, el Sordo. Era un símbolo del poderío económico de su familia.
En el siglo XVIII deja de tener uso militar. Con el traslado de los condes a su palacio de Toledo, pasa a ser un lugar de descanso y de caza.
En 1880 tres vecinos del pueblo deciden comprar el castillo al Bernardino Fernández de Velasco, XVIII conde de Haro, descendiente de los condes de Fuensalida. Estos alojan a pobre y necesitados, mientras el castillo se va deteriorando poco a poco.
Siete años más tarde lo compra Carlos Morenés y Tord, barón de las Cuatro Torres y conde del asalto. Este lo restaura y lo convierte en su segunda vivienda.
El castillo sufre numerosos daños durante la Guerra Civil Española pero fue restaurado por el Marqués de Aguilar de Campoo.
Actualmente es propiedad del empresario Venancio Sánchez, quien lo adquirió por unos 800.000€ con el compromiso de restaurarlo y mantenerlo abierto al público.
Curiosidad: el castillo de Guadamur ha aparecido en numerosas películas como El caballero negro, El Cid Cabreador o Los Borgia.
Actualmente es un lugar muy popular para la celebración de bodas y banquetes.
La verdad es que la visita estuvo muy entretenida. El castillo es espectacular por dentro y por fuera. Y lo mejor, la cantidad de historias y leyendas de fantasmas buenos y malos que contiene.
Tras la visita al espectacular castillo de Guadamur, nos ponemos en camino al siguiente destino: La Puebla de Montalbán, a 40 km.
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La Puebla de Montalbán
Con algo más de 7000 habitantes, La Puebla de Montalbán es un municipio de la provincia de Toledo.
Es famoso por ser el lugar de nacimiento del escritor Fernando de Rojas. Este es el autor de la segunda obra más importante de las letras españolas tras el Quijote, La Celestina.
Un poco de historia
Antiguamente era la capital del llamado señorío de Montalbán, en el que se encontraba el castillo que fue donado por Alfonso VII a la orden templaria en el siglo XII.
Desde sus inicios su economía radica principalmente en la agricultura. Sobre todo en el cultivo del melocotón y los albaricoques. También es fuerte en la industria conservera, productos lácteos y derivados porcinos.
Visitando La Puebla de Montalbán
Aparcamos a la entrada del pueblo junto al Museo de la Celestina. En el podemos ver una colección de cuadros del artista Teo Puebla. Fueron pintados para conmemorar el V centenario de la obra y en ellos podemos encontrar imágenes de costumbres y vida de la época.
El museo fue inaugurado en 2003 y la entrada cuesta tan sólo 1€.
Seguimos nuestro periplo por la villa hasta llegar a la Plaza Mayor. La historia de esta plaza se remonta a los siglos XV y XVI, en los que el pueblo vive una época de esplendor.
En ella encontramos varios elementos reseñables. Uno de ellos es la iglesia de Nuestra Señora de La Paz. Empezó a construirse en 1563 por el arquitecto Hernán González de Lara. La nueva capilla se construyó en 1592 por Nicolás de Vergara.
También encontramos en la plaza el Palacio de los Condes de Montalbán. Fue diseñado por Alonso de Covarrubias en 1554 y empezado a construir a finales de siglo. El edificio está unido a la iglesia de Nuestra Señora de La Paz mediante un pasadizo sostenido por dos grandes arcos de medio punto.
Como se iba haciendo la hora de cenar y los hilorios apretaban, decidimos preguntar en un local que había en la plaza. Nos dijeron que no tenían comidas así que nos fuimos en busca de algun sitio abierto.
Muy cerca encontramos un sitio llamado La Taberna de Rafita. En él no hacian nada más que entrar trabajadores así que es buena señal. Estaba hasta los topes pero los camareros se movían muchísimo. El menú del dia tenía mil opciones para elegir y costaba 13€ con bebida y postre.
Hemos de decir que la comida estaba espectacular. Casera 100%.
Tras llenar bien el buche nos fuimos a bajar la comida cuesta arriba hasta la Torre de San Miguel. Este es el monumento más representativo de la Puebla de Montalbán.
Fue construida en 1604 por el maestro Cristóbal Ortíz en estilo mudéjar con elementos herrerianos. Hasta entonces aquí se encontraba otra torre construida en 1575.
Con esto damos por terminada nuestra visita a La Puebla de Montalbán. Tras volver al coche nos ponemos en camino al siguiente destino: el Castillo de Barcience.
Fue construido en el siglo XV por orden del Conde de Cifuentes. Aunque anteriormente se encontraba aquí una fortaleza construida entre los siglos XI y XII.
Esta pasó a manos de la Orden de Santiago en el siglo XIII. Más tard, en 1454, fue cedida por su gran maestre, Enrique IV de Castilla, al adelantado Alfonso Tenorio. Este era en ese momento el Conde de Cifuentes.
El castillo fue pasando de mano en mano hasta que fue comprado en el siglo XX por Cirilo Calderón. Hoy en día sigue perteneciendo a sus herederos.
Volvemos a ponernos en camino. Esta vez otro castillo, el de Maqueda, a 20 km.
El Castillo de Maqueda o Castillo de la Vela fue empezado a construir en el año 981. Fue por orden de Almanzor, canciller del Califato de Córdoba.
En 1083 es tomado fácilmente por Alfonso VI de Castilla. Más tarde, en 1153, pasa a ser señorío privado de Fernando Yáñez por concesión real. Poco le dura ya que 24 años después, Maqueda y sus tierras fueron donadas por Alfonso VII a la Orden de Calatrava.
Va pasando por varias manos a los largo de varios siglos hasta que en el siglo XV fue reconstruido y ampliado por Gutierre de Cárdenas. No mucho después la familia se muda a Torrijos y el castillo queda sin uso. Esto hace que se vaya deteriorando poco a poco.
El castillo de Maqueda siguió formando parte de la familia hasta el siglo XIX. Ese año fueron abolidos los señoríos.
Actualmente es propiedad el ministerio del interior y su último uso fue como cuartel de la Guardia Civil. Si dispones de algo de cash, el castillo se vende por 3 millones de Euros.
Rápidamente nos ponemos en camino al siguiente destino: el Castillo de Escalona, a 12 km.
El Castillo-Palacio de Escalona es una fortaleza y palacio mudéjar situado en lo alto de una meseta en la localidad homónima.
En sus orígenes fue una fortaleza romana y, más tarde, musulmana. En el siglo XI fue tomada por Alfonso VI de León.
Durante el siglo XII resistió numerosos asedios y en 1281 Fernando III dona la villa y la fortaleza a su hijo Manuel de Castilla. En el castillo nace en 1282 el escritor Don Juan Manuel, autor de la obra “El Conde Lucanor” y nieto de Fernando III.
El castillo pasa por varias familias a lo largo de los siglos hasta que los franceses lo incendian durante la Guerra de Independencia. Hoy en día se conservan sólo las ruinas, parcialmente restauradas y es de propiedad privada.
Damos un pequeño paseo por el pueblo, nos tomamos algo fresco y nos ponemos en camino al lugar donde vamos a dormir: Ávila.
Si quieres conocer la ciudad de Ávila, puedes hacerlo en el diario de nuestro viaje de 2021. En esta ocasión únicamente íbamos a dormir.
El hotel elegido fue el Hotel Palacio de Los Velada. Se trata de un palacio de estilo renacentista construido en el siglo XVI. LA verdad es que es un edificio precioso enfrente de la catedral. La habitación nos costó 76€.
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Dejamos las cosas en nuestro elegante hotel y nos vamos a cenar algo. Lo hicimos en un sitio que ya conocíamos de nuestro viaje de 2021. Se llama De Cine y se come muy bien y no es caro.
Tras la cena nos dimos un pequeño paseo por los alrededores de la catedral y nos fuimos a dormir.
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