Hoy vamos a hacer un platillo exquisito y muy, muy fácil de hacer.
Ingredientes (para 2 personas):
- Dos contramuslos de pollo deshuesado (o pechuga pero queda menos jugosa).
- 4 cucharadas soperas de salsa de soja.
- 4 cucharadas soperas de sake.
- 1 cucharada de jengibre pelado rallado (mejor natural que en polvo).
- 2 dientes de ajo machacados.
- Almidón katakuriko. Se puede sustituir por maizena. Yo uso harina de arroz que queda también fantástico y no absorbe nada de aceite.
- Aceite de girasol.
- Sal y pimienta.
En primer lugar cortamos el pollo en trozos del tamaño de un bocado, pero no demasiado pequeños para que quede más jugoso, y sazonamos.
Aparte, mezclamos la soja, el sake y el jengibre en un cuenco. Metemos el pollo, la mezcla y el ajo machacado en una bolsa hermética de plástico y metemos en la nevera. Lo dejamos macerar, al menos, una hora. Queda mucho mejor si lo dejamos macerar 24 horas…
Ya macerado, desechamos el líquido. Pasamos el pollo por el katakukiro/maizena/harina y freímos en abundante aceite caliente hasta que esté dorado. Lo sacamos y lo ponemos a escurrir en un papel de cocina pero no demasiado tiempo para que no se reblandezca.
En Japón lo sirven con su sopa de miso, un bol de arroz y col rallada. Recomiendo el restaurante Karayama Shinbashi, junto a al estación de Shinbashi. También puedes acompañarlo con un delicioso curry japonés.
¡Buen provecho!