Korokke

Hoy vamos a hacer Korokke, las croquetas japonesas. Algo que te saca del apuro cuando estás paseando, te aprieta el gusanillo y tienen en todos los combinis e izakayas.

Ingredientes (para 2 personas):

  • 2 papas.
  • 1/2 cebolla.
  • 100 gr de carne de cerdo picada.
  • 2 cucharadas soperas de leche.
  • Aceite de oliva.
  • Sal y pimienta.
  • Harina.
  • 1 huevo.
  • Panko.
  • Aceite de girasol.

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Lo primero es pelar y cortar las papas en cubitos y ponerlas a cocer.

Mientras tanto, en una sartén con un poquito de aceite de oliva, pasa la cebolla cortada lo más finamente posible que puedas. Cuando empiece a reblandecerse, añade la carne picada y sofríe hasta que la carne esté hecha.

Receta de Korokke

Cuando las papas estén cocidas, las pasamos a una fuente y las machacamos bien haciendo más o menos un puré, mientras están calientes para que se deshagan mejor.

Receta de Korokke

Cuando las papas estén machacadas, añade el contenido de la sartén y mézclalo bien. Añade poquito a poco la leche hasta que quede una mezcla suave pero bastante consistente.

Receta de Korokke

Mientras se ve enfriando, batimos el huevo y ponemos harina en un plato y el panko en otro. Cuando esté fría la masa, la hacemos bolas algo más grande que nuestras croquetas y aplánalas un poquito con las manos para que queden más o menos ovaladas. Las pasamos por la harina, luego por el huevo y, por último por el panko. Luego las freímos en abundante aceite de girasol bien caliente hasta que el empanado coja un color dorado. Las ponemos en un papel para que absorva el aceite… y listas para comer.

Receta de Korokke

Si quieres le puedes añadir un poco de salsa tonkatsu para que cojan un poco de dulzor.

¡Buen provecho! Itadakimasu!

Granada

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Mezquita Mayor.
Embalse de Canales
Güejar Sierra
11 de mayo de 2020

Melonpan

Vamos a hacer melonpan, un bollo esponjoso, dulce y con la parte superior suave y crujiente. Es algo que desayunaba mucho en mis viajes a Japón. Es un poco trabajoso pero merece la pena.

Ingredientes para la costra:

  • 25 gramos de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
  • 35 gramos de azúcar.
  • 25 gramos de huevo batido.
  • 80 gramos de harina de trigo.
  • 1/4 de cucharadita de levadura química.

Ingredientes para la masa:

  • 140 gramos de harina de trigo.
  • 25 gramos de azúcar.
  • Media cucharadita (pequeña) de sal.
  • 6 gramos de leche en polvo desnatada.
  • 3 gramos de levadura de panadero seca.
  • Una cucharada sopera de huevo batido.
  • 70 ml de agua tibia.
  • 15 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.

Batimos la mantequilla hasta que esté cremosa. Añadimos poco a poco el azúcar mezclándolo y disolviéndolo en la mantequilla.

Luego añadimos el huevo (a temperatura ambiente) también poco a poco porque si no, se separa la mantequilla.

En un bol, agregamos la levadura química a la harina. Mezlcamos bien y la tamizamos. Una vez tamizada, volvemos a tamizarla por segunda vez. Entonces echamos aproximadamente un tercio de la harina tamizada a la mezcla de la mantequilla y vamos removiendo con una espátula. Añadimos otro tercio de la harina y seguimos removiendo. y por último, echamos el otro tercio y seguimos removiendo suavemente hasta que la harina se haya integrado.

Vertemos la mezcla en papel de film transparente sobre una superficie plana, frotamos harina en las manos para que no se nos pegue la masa y la moldeamos hasta que tenga forma cilíndrica. La envolvemos en el papel y lo metemos en la nevera durante, al menos, una hora.

Mientras vamos a hacer la masa del melonpan.

Ponemos la harina en un bol y añadimos el azúcar, la leche en polvo, la sal y la levadura y batimos bien la mezcla.

Diluimos el huevo en el agua tibia y lo vamos añadiendo poco a poco al bol con la mezcla mientras lo mezclamos suavemente hasta que quede una masa uniforme.

Esparcimos una pizca de harina en una superficie plana y colocamos la masa encima. Entonces empezamos a amasarla con fuerza mientras le vamos tirando la masa fuertemente contra la mesa golpeándola. Seguimos golpeando y amasando unos 10-15 minutos hasta que la masa quede menos pegajosa.

Entonces hacemos una bola y la extendemos sobre la mesa. Le añadimos la mantequilla y cerramos la bola tirando de los bordes hacia el centro. Seguimos amasando hasta que la mantequilla se haya integrado bien.

Volvemos a repetir el paso de antes de añadir la mantequilla. Amasar y golpear durante otros 10-15 minutos. La masa debería quedar suave y brillante.

La ponemos en un bol limpio y lo tapamos con film transparente. Lo dejamos fermentar durante 40 minutos. Lo ideal sería a unos 35ºc. Pero no es imprescindible.

Después de los 40 minutos, el tamaño debería haberse duplicado así que sacamos el bol, nos enharinamos un dedo y lo clavamos en la masa. Si el agujero se cierra rápidamente es que aún le falta fermentación y hay que dejarlo más tiempo.

Vertemos harina en una superficie plana y vertemos la masa. La aplanamos un poco para que pierda las burbujas del gas de la fermentación y la enrollamos formando un cilindro.

Cortamos el cilindro en 4 partes iguales y hacemos una bola con cada trozo. Las ponemos en una bandeja ligeramente enharinada para que no se pegue y la tapamos con film transparente durante 20 minutos a temperatura ambiente.

Mientras tanto sacamos la otra masa de la nevera y la cortamos en 4 partes iguales. La hacemos bolas y las aplastamos entre dos papeles de film transparentes dejándolas planas pero no demasiado finas. Las ponemos en una bandeja ligeramente enharinada, las tapamos y las ponemos en la nevera hasta que pasen los 20 minutos de tiempo de reposo de la otra masa. Si no las guardamos será muy difícil trabajar con ellas si se calientan.

Pasados los 20 minutos, envolvemos las bolas de masa en las galletitas planas, pasamos la parte superior por azúcar y practicamos unos cortes en forma de diamante.

Las ponemos en una bandeja sobre papel de hornear y dejamos fermentarlas otros 40 minutos en un sitio cálido.

Tras esos 40 minutos lo sacamos. Precalentamos el horno a 170ºc y horneamos el pan durante unos 12 minutos.

Y listo para comer. Como consejo, rellénalo de helado. En 2018 descubrimos un sitio en Asakusa que lo hacían y es brutal.

¡BUEN PROVECHO! ITADAKIMASU!!!

Francia 2015: visitando el Norte de Francia

Seguimos en Francia. Hoy nos vamos a Lille donde nos espera una amiga para pasar varios días recorriendo el norte del país. A las 11.46 tomamos el TGV que sale de la estación París Nord. Una hora después llegamos a la estación de Lille.

24 de julio

Lille es la capital de la región de Alta Francia. Se desarrolló economicamente en la década de 1990 gracias a la construcción del barrio de negocios Euralille y la llegada de los Trenes de Gran Velocidad y los Eurostar.

La zona ya estaba habitada hacia el año 2.000 a.C. por los restos encontrados a orillas del río Deûle.

Tras la conquista romana de la Galia, los asentamientos del río Deûle crecieron aunque lo que hoy es Lille, no era más que un grupo diseminado de núcleos de población unidos por carreteras secundarias.

A finales del siglo V a. C., un núcleo ubicado en la orilla oriental del río empezó a crecer lentamente, siendo el más denso de todas las poblaciones de los alrededores.

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Tras la caída del Imperio romano, el emplazamiento de la ribera oriental del Deûle fue aglutinando los núcleos habitados de los alrededores.

El origen de la ciudad de Lille viene narrado por la leyenda medieval de “Lydéric y Phinaert”.

Dicha leyenda cuenta que Lydéric era el hijo de Salvaert y Ermengaert, príncipes de Dijon. Cuando se dirigían estos a Inglaterra para engendrar a su futuro hijo, fueron apresados por Phinaert, gigante y señor de las tierras de la actual Lille, que ejecutó además a Salvaert. Ermengaert pudo huir. Antes de fallecer, dio a luz a Lydéric, que tuvo que criarse con un ermitaño, huyendo del gigante. Cuando Lydéric creció, asesinó a Phinaert en venganza por la muerte de sus progenitores. Este recibió las tierras del gigante, donde fundó en el 640 la ciudad de L’Ile, del que según la leyenda deriva el nombre de Lille.

Nos vamos al hotel a hacer el check in. Elegimos el Citadines City Centre, junto a la estación de tren. Un pequeño apartamento con cocina. Estaba muy bien y nos costó 64€ por noche.

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De aquí nos fuimos a comer y luego a dar un paseo por la ciudad. Comimos en un sitio llamado L’Estaminet Gantois. Estaba muy rico y no era excesivamente caro para ser Francia.

Dimos una vuelta por la Grand’Place, también llamada Place du Général de Gaulle, que era nativo de Lille. Es el punto de encuentro principal para los vecinos de Lille.

La plaza se remonta a los orígenes de la ciudad, hacia el año 1066, en la encrucijada de las principales ferias entre el Norte y el Sur. Dedica al comercio, del cual la Antigua Bolsa de Valores (Vieille Bourse de Lille) sigue siendo el símbolo más representativo.

Vieille Bourse de Lille
Vieille Bourse de Lille

Está dominado por cuatro mujeres. La Diosa en su centro que conmemora el asedio de Lille por los austriacos en 1792 y las tres mujeres que coronan el edificio de la Voix du Nord. Estas tres gracias representan las tres provincias de la región: Artois, Flandes y Henao.

La Antigua Bolsa de Valores (Vieille Bourse) construida entre 1652 y 1653 por Julien Destrée, está considerada como el monumento más bello de la ciudad. La verdad es que el edificio es bastante espectacular. En el patio interior se encuentran multitud de puestos de venta de libros usados.

Vieille Bourse de Lille
Vieille Bourse de Lille

Detrás de la Grand Place, atravesando la Vieille Bourse, llegamos a la Place du Théâtre. La plaza debe su nombre al antiguo teatro que bordeaba la plaza y que se perdió durante un incendio en 1903. En su lugar se construyó la actual Ópera de Lille. El actual edificio es de estilo neoclásico fue construido entre 1907 y 1913, e inaugurado en 1923.

La historia de la Place du Théâtre está íntimamente ligada a la de la Place du Général de Gaulle (Grand Place). Fue hasta 1652, fecha de la creación de la Bourse du Commerce, llamada ” Vieille Bourse “. Antes de la construcción del intercambio comercial, ” Vieille Bourse “, los dos lugares formaban solo uno.

Ópera de Lille
Ópera de Lille

Junto a la ópera se encuentra la Beffroi de la Chambre de Commerce de Lille, la nueva Cámara de Comercio. Se construyó en 1921 en estilo neorregionalista, inspirado en la arquitectura flamenca de los siglos XVII y XVIII para reemplazar la Antigua Bolsa de Valores, que se había vuelto demasiado pequeña. Su campanario, de 76 metros de altura, tiene un timbre con 25 campanas, de donde proviene la música de P’tit Quinquin, que se realiza cada mediodía.

Beffroi de la Chambre de Commerce de Lille
Beffroi de la Chambre de Commerce de Lille

A cinco minutos paseando de la Place du Théâtre se encuentra la Catedral de Notre-Dame-de-la-Treille. Construida entre 1854 y 1999 en estilo neogótico, se encuentra en el sitio donde se encontraba la antigua motte castrale, en el que aún se encuentra el campanario Saint-Nicolas.

Catedral de Notre-Dame-de-la-Treille
Catedral de Notre-Dame-de-la-Treille

La catedral por dentro es bastante impresionante, con unos mosaicos preciosos en el suelo. Hay que visitarla que, además, es gratis.

Después de recorrer el interior de la catedral, nos dispusimos a merendar algo en un sitio cercano llamado Pâtisserie Méert. Un sitio con un aspecto impresionante y con unos dulces de escándalo. Aunque es bastante caro pero, un día es un día.

Pâtisserie Méert

Después de reponer (innecesariamente) fuerzas, nos fuimos hasta la Ciudadela de Lille. Diseñada y construida por Vauban entre 1667 y 1670, simboliza la conquista de la ciudad por Luis XIV. Este ordenó su construcción para la consolidación de la defensa de la frontera de Flandes.

Con sus cinco bastiones forma una defensa en forma de estrella, protege una pequeña ciudad interior. La puerta principal todavía tiene una inscripción latina en homenaje al Rey Sol.

Citadelle de Lille
Porte Royale de la Ciudadela

Tras visitar la ciudadela nos fuimos a descansar un poco hasta la hora de la cena. Para cenar hicimos reserva en un restaurante llamado La Bastide 48. Un sitio bastante lujosete pero que cenamos de escándalo. Luego de la cena un pequeño paseo y a dormir que al día siguiente nos esperaba un día largo.

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que hacer en Lille

25 de julio

Nos levantamos bien temprano y nos vamos a la oficina de alquiler a por el coche. Lo recogemos y salimos hacia Ypres, a 39 kilómetros de Lille.

Ypres es una pequeña ciudad en el noroeste de Bélgica en la región de Westhoek en provincia de Flandes Occidental.

Ciudad muy próspera durante la Edad Media gracias a la industria textil. Tristemente famosa por ser uno de los frentes más violentos y duraderos de la primera guerra mundial. Tuvieron lugar 4 batallas importantes en las que murieron casi 2 millones de soldados de ambos bandos en menos de cuatro años.

En los campos de batalla alrededor de Ypres, usaron los alemanes el 22 de abril de 1915 por primera vez gas venenoso como armamento químico.

Ypres

Antes de llegar a Ypres tuvimos un pequeño problema. El gps se empeñaba a llevarnos a una carretera cortada ya cerca de la frontera entre Francia y Bélgica. Hiciéramos lo que hiciéramos, acabábamos en el mismo punto. Con eso de que no existía el roaming (siendo de pago…) no quedó más remedio que usar la orientación y dar un buen rodeo, pero terminamos llegando.

Al bajarnos del coche, el frío inesperado nos dio un buen leñazo. Tan sorpresivo fue, que nuestros acompañantes tuvieron que entrar a una tienda a comprar unas sudaderas.

Nada más aparcar, nos dirigimos a la Grote Markt. Pero antes pasábamos por la Sint-Pieterskerk, una pequeña iglesia gótica-románica fundada en el año 1073 por el conde flamenco Robrecht de Fries. En el año 1638 se quemó la torre y no fue reconstruida hasta el año 1868. Durante la Primera Guerra Mundial, la iglesia, como el resto de Ypres, fue completamente destruida.

Sint-Pieterskerk Ypres
Sint-Pieterskerk

Siguiendo por la misma calle, llegamos a la Grote Markt. Allí encontramos el espectacular edificio Lakenhalle (lonja de paños).

Es uno de los edificios civiles más grandes de Europa de estilo gótico. Se construyó entre 1230 y 1304. El campanario de 70 metros de altura se construyó a partir de 1250 como un signo del poder de la burguesía. En el lado este, el Gulden Halleke fue construido contra el complejo del salón en 1360, reemplazado en 1620 por el Nieuwerck.

Lakenhalle
Lakenhalle

El edificio fue completamente destruido durante la Primera Guerra Mundial y luego reconstruido. La sala de tela restaurada se completó en 1967. Los arquitectos, incluido Jules Coomans, optaron por una reconstrucción fiel de la situación anterior a la guerra.

En la parte inferior de los pasillos de tela, las piedras originales aún son visibles, estas son las más grandes. Cuanto más se sube, más pequeñas se vuelven las piedras.

El edificio es realmente espectacular, cuesta creer que esté un una ciudad tan pequeña. En el edificio podemos encontrar la oficina de turismo y el museo In Flanders Fields Museum, dedicado al estudio de la Primera Guerra Mundial.

Lakenhalle
Lakenhalle

Tras el espectacular edificio se encuentra la Sint-Maartenskathedraal, la antigua catedral de San Martín. Construida entre 1230 y 1370, sustituyó a una pequeña iglesia románica del sigo X que se encontraba en el lugar.

Sint-Maartenskathedraal
Sint-Maartenskathedraal

Muy cerca de la Grote Markt se encuentra la Menenpoort o Puerta de Menin. Es una puerta construida por los británicos en 1927 en el lado este de la ciudad, como “monumento a los desaparecidos”.

En su interior se encuentran grabados los 54.896 nombres de los soldados británicos desaparecidos durante la Primera Guerra Mundial.

El nombre se refiere a la ciudad de Menen, una ciudad a la que se puede llegar desde el centro de Ypres a través de la Puerta Menin. La puerta es uno de los memoriales de la Comisión de tumbas de guerra de la Commonwealth para los desaparecidos.

Menenpoort
Menenpoort

Todos los días a las 8 de la tarde se lleva a cabo el “último mensaje” en memoria de los caídos.

Como ya iba siendo hora de comer, nos dispusimos a buscar algún sitio abierto. Para ello volvimos hacia la zona del Lakenhalle.

De camino pasamos por el Monumento a las víctimas de la guerra de Ypres, dedicado a las 155 víctimas civiles y militares de Ypres que murieron en la Primera Guerra Mundial. 

También hay 21 nombres en dos placas dedicadas a las víctimas posteriores que murieron durante la Segunda Guerra Mundial cuando Ypres fue ocupada por las fuerzas alemanas entre 1940 y 1945.

Ypres War Victims Monument
Monumento a las víctimas de la guerra de Ypres

Comimos en un sitio llamado ;t Ganzeke (juraito que se llama así, no he tocado letras de más sin querer), un restaurante enorme y que estaba casi lleno. Comimos muy bien y no fue demasiado caro.

Con fuerzas renovadas nos volvimos a Francia y nos fuimos hasta Mont Saint Eloi (80km) para visitar las ruinas de su abadía.

La Abadía de Saint Eloi fue fundada en lo alto de la colina en 1066 por el obispo de Arras, Lietbertus. Ya había servido como lugar de culto siglos antes.

Toda la abadía fue completamente renovada en el estilo clasicista entre 1733 y 1765. Después de la Revolución Francesa fue vendida. El comprador demolió los edificios para obtener materiales de construcción. Hoy en día solo se conservan dos torres que están protegidas desde 1836.

Vestige de l'Abbaye du Mont-Saint-Éloi
Vestige de l'Abbaye du Mont-Saint-Éloi

Desde aquí nos fuimos a Mémorial “Flambeau de la Paix” (la Antorcha De La Paz) en Neuville-Saint-Vaast a 4km.

Es una mano monumental que se levanta del suelo con una antorcha. Simboliza el renacimiento después de la agitación de la Gran Guerra de Neuville-Saint-Vaast.

Ocupada y fortificada poderosamente por los alemanes desde octubre de 1914, esta ciudad fue tomada por las tropas francesas en 1915, casa tras casa, después de dos semanas de furiosos combates que costaron la vida de más de 5.000 hombres y dejaron solo ruinas. 

El monumento se encuentra justo enfrente del museo militar.

Mémorial "Flambeau de la Paix"
Le Flambeau de la Paix

Luego nos fuimos hasta la Nécropole Nationale de Notre-Dame-de-Lorette, a 8km.

Es un cementerio y monumento militar inaugurado en 1925. En el descansan casi 45.000 combatientes franceses, de los cuales 20.000 lo hacen en tumbas individuales. Perdieron la vida en el frente entre octubre de 1914 y Septiembre de 1915. Con 25 hectáreas de superficie, es la mayor necrópolis militar francesa.

Nécropole Nationale de Notre-Dame-de-Lorette
Nécropole Nationale de Notre-Dame-de-Lorette

La verdad que el recinto es sobrecogedor. Esa extensión tan grande repleta de cruces… Se me pone el pelo de punta de recordarlo.

Justo enfrente, el 11 de noviembre de 2014, en el centenario de la Gran Guerra, se inaugura un monumento internacional con los nombres de 600,000 soldados que cayeron en el suelo del Norte y de Pas-de-Calais entre 1914 y 1918 llamado Anneau de la Mémoire (anillo de la memoria).

L'Anneau de la mémoire
Anneau de la Mémoire

Después de la sobrecogedora visita, volvimos al coche para ir a Arrás, a 15km, que es donde íbamos a pasar la noche. Pero de camino paramos un momento en el Cabaret-Rouge British Cemetery.

Su curioso nombre viene de un pequeño café que se encontraba aquí y fue destruido durante los bombardeos de 1915. Además de dar su nombre a este sector, también se lo dio a una trinchera de comunicación que llevó a las tropas a la línea del frente.

Los soldados de la Commonwealth comenzaron a enterrar a sus camaradas caídos aquí en marzo de 1916. En él hay enterrados 6.725 soldados británicos, 749 canadienses, 116 australianos, 7 neozelandeses, 43 sudafricanos, 15 indúes y 4 alemanes.

Ya de aquí si nos fuimos directos a Arrás, la capital histórica y administrativa del departamento de Pas-de-Calais. Existente desde el periodo galo cuando los Atrebates se establecieron en Artois comenzó su desarrollo cuando los romanos conquistaron la región en el año 56 a.C. Aunque se sabe que ya había neandertales habitando la zona hace 200.000 años.

Arrás es conocida por sus dos magníficas plazas barrocas que forman un conjunto arquitectónico único en el mundo, su campanario y su Ciudadela, ambas clasificadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con 225 edificios protegidos como monumentos históricos, Arrás es la ciudad con la mayor densidad de monumentos en Francia.

Hoteles en Arras

Dejamos la cosas en el hotel, que elegimos el ibis Arras Centre Les Places, en pleno centro entre la Place des Héros y la Grand Place. La habitación era diminuta pero estaba bien puesta y era relativamente barato.

Enseguida nos fuimos a visitar la ciudad. Empezamos por la Place des Héros.

Ubicada en el centro de Arras, entre el ayuntamiento con su campanario municipal y la rue de la Taillerie que lo conecta con la Grand Place. Anteriormente conocida como Petite Place, se le cambió el nombre a Place des Héros en 1945 como homenaje a los combatientes de la resistencia de la ciudad que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial.

En la plaza se encuentra Hôtel de Ville d’Arras, el ayuntamiento de la ciudad. Su construcción empezó en el año 1501. El edificio fue destruido durante la Primera Guerra Mundia y fue reconstruido exactamente igual. Destaca su espectacular campanario de 75 metros de altura.

Hôtel de Ville d'Arras
Hôtel de Ville d’Arras
Hôtel de Ville d'Arras
Hôtel de Ville d’Arras

Muy cerca se encuentra la Église Saint-Jean-Baptiste d’Arras, de estilo gótico extravagante, construida en 1920 para sustituir la iglesia del siglo XVI que había en el lugar y que fue destruida durante la Primera Guerra Mundial.

Église Saint-Jean-Baptiste d'Arras
Église Saint-Jean-Baptiste d’Arras.

Ya a la hora de cenar, entramos a un sitio que había visto trasteando por internet. Se llama L’Ami Bidasse’, metido en un sótano en la calle Rue de la Taillerie, sirve comida típica de Francia a muy buen precio.

Después de cenar nos dimos un último paseillo por la Place des Héros y a dormir para poder madrugar.

26 de julio

Hoy, por motivos personales tuvimos que cancelar el plan del día. Tuvimos que salir corriendo a Bruselas a llevar a nuestros amigos al aeropuerto que tenían que volverse a España.

A la vuelta hacia Lille, como nos pillaba de camino, decidimos visitar Gante. Cuando estuvimos en Bélgica tuvimos que desecharla por falta de tiempo.

Que hacer en Francia

Pero antes, para comer se nos hacía demasiado tarde decidimos parar en un pueblo a mitad de camino llamado Ternat. Hicimos todo un descubrimiento, un sitio cuyo nombre no recuerdo y no consigo encontrar en google maps. No se si seguirá abierto, donde nos comimos una hamburguesa exquisita.

El que señor nos atendió, que tenía pinta de ser el dueño, por señas nos consiguió explicar que sólo hablaba neerlandés y la carta estaba solo en ese idioma. En Bélgica a las 3 de la tarde ya tenía que ser lo que fuera. Así que señalamos con el dedo una hamburguesa al azar y ¡PREMIO! Estaba brutal. El hombre, para no hablar el mismo idioma era realmente agradable y simpático.

Con el estómago bien lleno, nos pusimos de nuevo en camino a Gante.

Nada más aparcar, nos fuimos en busca de un café a ver si era menos perro que en Francia y si, estaba bastante bueno. Lo tomamos en un sitio llamado Vooruit cafe, en un edificio muy chulo llamado Vooruit, que es una sala de eventos.

Gante es la capital de la provincia belga de Flandes Oriental. Surgió de las áreas residenciales celtas en el área de la confluencia de Leie y Scheldt . En la Edad Media, bajo el impulso de una próspera industria de la lana, Gante se convirtió en una de las ciudades más grandes de Europa.

Gante

En esos día debía haber algún festival de música ya que habían escenarios por toda la ciudad en la que habían grupos tocando música de varios estilos.

Paseando llegamos hasta la Sint-Baafskathedraal, la Catedral de San Bavón. Fue originalmente una iglesia parroquial dedicada a Juan el Bautista. En 942, Transmar, el obispo de Tournai, consagró la iglesia como la Iglesia de San Juan de la que hoy en día solo se conserva la cripta.

La construcción de la actual se realizó en tres fases desde el siglo XII hasta su finalización con la construcción de la nave a partir de 1533.

Cuando visitamos la ciudad estaba tapada por completo por restauración. Una pena.

Un poco más adelante se encuentra el Het Belfort van Gent, el campanario de Gante, un gran campanario que data del siglo XIV. Con 95 metros de altura forma parte de las “Tres Torens” (tres torres) emblemáticas del centro histórico de Gante, junto con las torres de la Sint-Baafskathedraal (catedral de San Bavón) y la Sint-Niklaaskerk (iglesia de San Nicolás).

Het Belfort van Gent
Het Belfort van Gent

Enfrente de Het Belfort van Gent se encuentra Sint-Niklaaskerk (iglesia de San Nicolás). Construida entre los siglos XIII y XV para sustituir la antigua iglesia románica, esta iglesia de estilo gótico escalda, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad.

Sint-Niklaaskerk
Sint-Niklaaskerk con Het Belfort van Gent detrás

Muy cerquita está el Sint-Michielsbrug (puente de San Miguel) y junto a él, el espectacular Oud Postgebouw, el antiguo edificio de correos, diseñado por el arquitecto Louis Cloquet y construido entre el año 1900 y 1908.

Desde el año 1998 que fue vendido por correos, se ha convertido en un centro comercial en su planta baja y apartamentos el la alta. Tienen pinta de ser baratos.

Cruzando el puente llegamos sobre el río Lys, llegamos a Sint-Michielskerk (iglesia de San Miguel). Fue construida entre 1440 y 1825 en estilo gótico tardío.

Sint-Michielskerk Gante
Sint-Michielskerk.

En este punto nos dimos la vuelta y nos fuimos a descansar un poco disfrutando de la música en directo que había en un escenario en la ribera del río.

Después del descanso, nos fuimos abriendo camino entre la multitud. Volvimos a cruzar el río, esta vez por el puente Grasbrug y para llegar al Groot Vleeshuis, una lonja de carne ya existente en documentos del año 1251. El edificio actual es una restauración para la exposición mundial de 1913, idéntica al edificio existente en 1744. El edificio ahora se utiliza como centro de promoción de productos regionales de Flandes Oriental.

Groot Vleeshuis
Groot Vleeshuis

Cruzando el puente Vleeshuisbrug llegamos al Gravensteen, el Castillo de los Condes de Gante. Construido en el año 1180 por orden del conde Felipe de Alsacia para sustituir el castillo anterior que se encontraba en el mismos sitio que éste, es el único castillo medieval que queda en Flandes con un sistema de defensa casi intacto.

Actualmente se pueden visitar la caseta de vigilancia, la muralla, la torre del homenaje, la residencia del conde y los establos. La entrada con audioguía cuesta 12€.

Gravensteen, el Castillo de los Condes de Gante
Gravensteen, el Castillo de los Condes de Gante

Como empezaba a hacerse tarde, nos fuimos dando un paseo dirección al coche. De camino pasamos por el Stadhuis Gent, el ayuntamiento de Gante.

La fachada del lado de la Hoogpoort muestra el tardío gótico flamígero de principios del siglo XVI. Esta contrasta fuertemente con el estilo renacentista de la fachada de la Botermarkt.

En esta ala más reciente (1559-1618) se ven columnas de tres cuartos y pilastras dóricas, jónicas y corintias, inspiradas en los palacios italianos.

Llegamos al coche y nos volvemos a Francia, nos vamos hasta Lille (72km). El hotel era el mismo de la noche anterior que pasamos en la ciudad.

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Que hacer en Gante

27 de julio

Toca volver a madrugar y ponernos en ruta, que hay mucho camino que recorrer.

La primera parada: Mémorial Neuve Chapelle a 36km en la localidad de Richebourg. Este monumento rinde homenaje a la memoria de los 10.000 soldados indios que murieron en Francia durante la Primera Guerra Mundial , y particularmente durante la batalla de Neuve-Chapelle. Fue inaugurado el 7 de octubre de 1927.

Mémorial Neuve Chapelle
Mémorial Neuve Chapelle

La siguiente parada es el Mémorial national du Canada à Vimy a 27km. Es un impresionante monumento inaugurado el 26 de julio de 1936. Honra la memoria de los 66.000 soldados canadienses que murieron durante la Primera Guerra Mundial. Especialmente a los 11.285 en la batalla de Vimy Ridge en este mismo lugar.

Impacta muchísimo ver muchas vallas con carteles de aviso de no traspasarlas ya que aún quedan minas sin detonar y puede ser peligroso. Más de 100 años después.

Mémorial national du Canada à Vimy

Justo enfrente se encuentra el Monumento a la División Marroquí, mucho más modesto que el anterior, para rendir homenaje a los soldados de Marruecos que perdieron la vida en la Gran Guerra.

Monumento a la División Marroquí

Muy cerquita, a menos de 1km se encuentra Centre d’accueil et d’éducation du Mémorial national du Canada à Vimy, un museo militar. A su lado, parte de las trincheras de la Primera Guerra Mundial que se conservan. También podemos observar varios cráteres de las bombas lanzadas sobre el terreno en la zona.

Desde aquí tomamos rumbo al sur. Hicimos una parada técnica en Arras a 11km para comernos un kebab y seguimos hasta Thiepval, a 37km para visitar el Thiepval Memorial.

Es un memorial dedciado a los ejércitos franco-británicos y a los soldados británicos caídos durante la batalla del Somne en la segunda mitad de 1916. Se inauguró en el año 1932 ante la presencia del Presidente de la República de Francia Albert Lebrun y el, entonces príncipe de Gales, el futuro Eduardo VIII.

En el se encuentran inscritos actualmente 72.244 nombres. La mala suerte quiso que estuviera en restauración y estuviera parcialmente tapado por andamios.

Thiepval Memorial
Thiepval Memorial

A 10 minutos en coche se encuentra la Ulster Tower. Inaugurada el 19 de noviembre de 1921 fue uno de los primeros monumentos conmemorativos en erigirse en el frente occidental y homenajea a todos los soldados del Ulster y en especial a los de la 36ª división que sirvieron en la Gran Guerra. Está inspirada en la Torre de Helen que se encuentra en Clandeboye Estate, en el Condado de Down en Irlanda del Norte.

Ulster Tower Thiepval

La torre estaba cerrada y no se podía acceder al interior así que nos fuimos a 12 kilómetros a visitar el Mémorial national sud-africain du bois Delville que tenía buena pinta.

Es un monumento en la localidad de Longueval inaugurado en 1922 para homenajear a los 3.150 soldados que participaron en la Primera Guerra Mundial. 1.080 de ellos murieron en tan sólo 6 días (del 14 al 20 de julio de 1916) en este lugar.

También hay un museo en el que se narra la participación de Sudáfrica en las dos guerras mundiales y diversos conflictos durante la guerra fría.

Por desgracia no abre los lunes así que nos quedamos con las ganas y era uno de los monumentos que más interés tenía por ver. Nos conformamos con sacarle una foto en la distancia.

Mémorial national sud-africain du bois Delville

Antes de emprender la marcha hacia Caen, donde teníamos el hotel, decidimos tomarnos un café en el pueblo.

El único sitio que había se llamaba Le Calypso II. Un sitio bastante cutre que hace las veces de gasolinera, cafetería, estanco y oficina postal.

Nos sorprendió que el café fue el menos perro que tomamos en todo nuestro viaje a Francia. Y el sitio era cutre a mas no poder. Para ir al baño cruzabas por la casa del señor pero, tal y como estaba el sitio, estaba sorprendentemente limpio.

El dueño era muy simpático. Conseguimos entenderle (gracias al poco francés que recuerda mi pareja de estudiarlo en el instituto) que era nieto de un señor de Zaragoza, creo recordar que republicano exiliado. La verdad es que, para saber que nosotros no hablamos francés, hablaba sin parar. En cualquier caso fue toda una grata sorpresa.

Tras el café y la amena charla emprendimos la marcha a Caen, del que nos separaban 300 km. Decidimos coger la autovía de peaje, que eran unos 20€ pero nos ahorrábamos 1 hora de camino (3.15 en vez de 4.19).

El hotel que escogimos es el Ibis Caen Porte de Bretagne. Bien situado porque, como sólo estábamos de paso, estaba junto a la autovía. Nos pillamos un ofertón en la web de Ibis, por 57€ teníamos hasta desayuno incluido.

hoteles en Caen

La habitación muy bien, del estilo de todos los Ibis en los que nos hemos alojado. El problema fue en la recepción.

Para empezar, la chica de recepción únicamente hablaba francés. Me parece realmente grave que un recepcionista de una cadena de prestigio como Accor no sepa comunicarse en Inglés.

Con esa tesitura, el segundo problema fue hacerle entender que teníamos el desayuno incluido, que era gratis por una oferta que tenían en la web oficial a la hora de hacer la reserva (dos meses antes). Todo se le iba en decirnos que con el precio que habíamos pagado no podía ser que estuviera incluido. Dándolo por imposible decidimos irnos a cenar.

Al regreso de la cena había otro chico que si hablaba inglés, pero el mismo problema. Con ese precio no hay desayuno (dale con el dichoso precio). Ya se dio por vencido cuando le enseñamos todos los datos de la reserva directamente desde la web de Accor. Finalmente pudimos desayunar al día siguiente después de batallar entre pitos y flautas casi dos horas.

28 de julio

Hoy nuevamente madrugamos. Bajamos a desayunar con la incertidumbre a ver si nos habían arreglado el problema de ayer y, si, estaba arreglado. Por listos dimos cuenta del sencillo bufet y nos pusimos en camino de Bayeux, del que nos separaban 28 kilómetros.

Ibis Caen Porte de Bretagne

Bayeux se fundó en el siglo I a.C. por los Bodiocases durante el imperio romano bajo el nombre de Augustodurum. En el año 890, los vikingos invaden y destruyen la ciudad.

Bayeux es famoso por sus tapices bordados, especialmente por el Tapiz de Bayeux.

Obra maestra del arte románico del siglo XI, el tapiz de Bayeux, también conocido como el Tapiz de la Reina Matilde, es un gigantesco tapiz bordado de 68 metros de largo (has leído bien). Fue encargado por el obispo Odon, medio hermano de William, para adornar su nueva catedral en 1077.

Cuenta los acontecimientos de la conquista de Inglaterra por el duque de Normandía. 

La historia comienza en 1064. El Rey de Inglaterra, Eduardo el Confesor, le ordena a su cuñado, Harold, que vaya a Normandía para proponerle a su primo, Guillermo el Conquistador, el trono de Inglaterra. La historia termina, después de muchos sucesos, con la muerte de Harold en batalla por un flechazo en un ojo. Guillermo el conquistador es nombrado Rey de Inglaterra en 1066 en la abadía de Westminster.

Dejamos el coche en un parking muy cercano a la catedral y vamos a visitar la ciudad. Lo primero que nos encontramos es la impresionante catedral de Notre Dame de Bayeux.

catedral de Notre Dame de Bayeux

La construcción de la Catedral de Notre Dame de Bayeux comienza durante la era románica. Fue consagrada en 1077 por el obispo Odon de Conteville en presencia de su hermano, Guillermo el Conquistador.

Tras sufrir importantes daños en el siglo XII, fue reconstruida entre los siglos XII y XV, en diferentes estilos góticos: gótico temprano, gótico radiante y gótico extravagante. Realmente, la mayor parte de la construcción se llevó a cabo entre los años 1230 y 1270.

La visita a la catedral es gratuita así que aprovechamos para entrar. El interior es precioso y la cripta es espectacular.

A la salida de la catedral, nos fuimos a visitar la, quizás, imagen más representativa de Bayeux: el molino.

Roue à Eau

Si no tienes prisa, puedes contratar un precioso tour por la encantadora ciudad de Bayeux con Civitatis:

tour por Bayeux

Seguimos dando una vuelta por el maravilloso casco antiguo de la ciudad y nos volvimos al coche para ir a nuestro siguiente destino: la Batterie de Longues-sur-Mer, a 8 km.

La Batería alemana es la obra principal del Muro Atlántico. La batería de Longues-sur-Mer sigue siendo uno de los sitios más espectaculares en el sector de las playas del desembarco de Normandía. Con sus cuatro casamatas que aún albergan los cañones. Originalmente, jugó un papel estratégico el 6 de junio de 1944.

Batterie de Longues-sur-Mer

Desde aquí, continuamos hacia el cementerio americano de Normandía, a 15 km. Aparcamos en el inmenso parking del cementerio. Nos acercamos antes que nada a la línea de costa, desde donde hay unas impresionantes vistas de la playa de Omaha, punto principal del desembarco de Normandía el 6 de junio de 1944.

Omaha Beach
Playa de Omaha

El cementerio americano, que además es un monumento, se encuentra en Colleville-sur-Mer, en el sitio del Cementerio temporal estadounidense de St. Laurent. Fue establecido por el Primer Ejército de los Estados Unidos el 8 de junio de 1944, como el primer cementerio estadounidense en suelo europeo.

Contiene las tumbas de 9.385 de militares estadounidenses, la mayoría de los cuales perdieron la vida en los desembarcos del Día D y las operaciones posteriores.

En los muros de los desaparecidos, en un jardín semicircular en el lado este del monumento, están inscritos 1.557 nombres. Los rosetones marcan los nombres de los que se recuperaron e identificaron.

Cimetière Américain de Normandie

A pesar de la cantidad de gente que había, el recinto es sobrecogedor. Una extensión tan enorme con tantas tumbas. Es impresionante.

Sobrecogidos volvimos al coche y nos fuimos hasta la Batería de Crisbecq, a 60 km.

La batería Crisbecq (a veces llamada batería Marcouf) fue una batería de artillería alemana de la Segunda Guerra Mundial. Fue construida por la Organización Todt cerca del pueblo francés de Saint-Marcouf. Formó parte de las fortificaciones costeras del Muro Atlántico en Francia de la Alemania nazi.

El armamento principal eran tres cañones Kanone 39 checos de 21 cm, dos de los cuales se encontraban en casasmatas fuertemente fortificadas de hasta 3 de espesor de hormigón. La batería, con un alcance de 27 a 33 kilómetros, podía cubrir las playas entre Saint-Vaast-la-Hougue y Pointe du Hoc.

El lugar quedó completamente abandonado después de la guerra hasta que en 2004, dos aficionados a la historia compraron los terrenos, lo restauraron y lo abrieron en forma de museo.

La entrada cuesta 7€ (2015) y está bastante bien montado para ser hecho por unos aficionados.

batería Crisbecq
batería Crisbecq

Después de visitar el museo salimos corriendo hacia Saint-Vaast-la-Hougue a 17 km, para visitar la Ile Tatihou. Es una pequeña isla de sólo 29 hectáreas frente a la ciudad.

La isla contiene el Fort Vauban construido en 1694 y que desde 2008 forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Por desgracia llegamos demasiado tarde y no pudimos tomar por poco el último vehículo anfibio que te lleva a la isla, con lo que tuvimos que conformarnos con fotografiarla de lejos.

Ile Tatihou.

Visto lo visto, decidimos ponernos en camino hasta nuestro nuevo destino: Rouen a 240 km. Allí contratamos una noche de hotel porque estaba ya muy cerca de París. Allí ibamos a dejar el coche porque no tenía ninguna gana de entrar en la capital con él.

Viajamos la autopista de peaje porque ahorrábamos más de una hora de camino por 9€ que costaba.

Después de dar unas cuantas vueltas buscando el hotel, por fin lo encontramos. Elegimos el Rouen Saint Server, un hotelito apañado muy céntrico y por tan sólo 40€ la noche. Hicimos el checking y nos fuimos a cenar.

Buscando un sitio, nos dimos cuenta de que la ciudad tenía muy buena pinta. La idea era salir bien temprano hacia París pero decidimos pasar la mañana en Rouen.

Dando vueltas encontramos una pequeña (muy pequeña) pizzería con buena pinta y buenos precios: pizzeria de la cathédrale. No nos defraudó. Pizza casera gigantesca por 7€ en pleno centro de la ciudad.

Tras la cena, de la que nos sobró un buen trozo de pizza y nos la llevamos al hotel para desayunar, nos fuimos a descansar y a planificar el día siguiente en la ciudad.

29 de julio

Hoy nos levantamos tempranito para poder disfrutar de Rouen antes de ir a París.

Rouen

Rouen es la capital administrativa de Normandía y se encuentra atravesada por el río Sena. Es conocida como la ciudad de los cien campanarios y por ser el lugar del martirio de Juana de Arco en 1431. Aquí fue quemada en la hoguera en la plaza del Vieux Marché.

Lo primero fue dar un paseo por el precioso casco antiguo de la ciudad hasta llegar hasta la Place Barthélémy.

Aquí se encuentra la Église catholique Saint-Maclou. Es una impresionante iglesia gótica construida entre 1437 y 1517 por el arquitecto Jacques-Eugène Barthélémy. La iglesia está considerada por los historiadores del arte como una joya del arte gótico extravagante.

Église catholique Saint-Maclou

Aquí nos sentamos a desayunar en una pequeña cafetería llamada Antico Caffe, un café bastante perro (como no) pero un croissant que estaba… es el croissant más delicioso que he probado. A palo seco, sin relleno ni nada… espectacular. Eso si, la clavada en la cuenta fue igual de espectacular, pero merece la pena.

Después de coger fuerzas, nos fuimos hasta la cercana Cathédrale Notre-Dame de Rouen, un espectacular edificio gótico construida a mediados del siglo XII. Fue en el palacio arzobispal de Ruan, de estilo gótico, contemporáneo de la catedral, donde tuvo lugar el segundo proceso a Juana de Arco. En esta catedral es donde está enterrado el corazón del rey Ricardo I de Inglaterra.

Durante la década de 1890, el famoso pintor Claude Monet pintó una serie de 30 pinturas que representan la catedral en diferentes momentos del día y las estaciones.

Cathédrale Notre-Dame de Rouen
Cathédrale Notre-Dame de Rouen

Seguimos paseando por el centro, que es realmente bonito. No nos arrepentimos de habernos pensado mejor lo de quedarnos a visitar la ciudad en vez de ir temprano a París.

Rouen

Andando andando, llegamos hasta el Gros-Horloge, un pabellón renacentista que se extiende por la calle con un arco bajo. En la doble esfera renacentista, la una única manecilla señala la hora.

Volviendo ya hacia el coche, ya por último pasamos por la Place du Général de Gaulle, en la que se encuentra el ayuntamiento y, junto a este, Abbatiale Saint-Ouen. Enfrente de la plaza se encuentra una estatua ecuestre de Napoleón I.

Place du Général de Gaulle Rouan

Hôtel de ville de Rouen (ayuntamiento), es la antigua abadía de Saint-Ouen, en el edificio de los antiguos dormitorios de los monjes. La abadía fue abandonada en 1790 y a partir de 1800 se instaló aquí el nuevo ayuntamiento.

Al lado del ayuntamiento se encuentra la iglesia de la abadía. Fundada alrededor de 750, la Abadía de Saint-Ouen fue uno de los monasterios benedictinos más poderosos de Normandía.

Después de la Revolución Francesa, el ayuntamiento se mudó al antiguo dormitorio de los monjes, un hermoso edificio clásico de mediados del siglo XVIII.

La iglesia de la abadía, que muchos visitantes toman por la catedral ya que sus proporciones son majestuosas, se encuentra dentro de los antiguos jardines del convento.

Abbatiale Saint-Ouen
Rouen

Ya si que fuimos al hotel a por las cosas para recoger el coche y dejarlo en la oficina de alquiler, en la estación de tren de la ciudad.

Tomamos el tren a las 12.59. El billete nos costó 10€ por cabeza. A las 14.10 llegábamos a la estación de Saint Lazare.

Directamente nos fuimos al hotel, el Hôtel ibis Paris Gare du Nord Château Landon 10ème, junto a la Gare du Nord que era donde a la mañana siguiente tomábamos el tren al aeropuerto. El hotel bastante bien, en la línea de todos los ibis, habitación pequeña pero confortable por 70€ la noche.

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Dejamos las cosas en el hotel y nos fuimos a la Église Saint-Sulpice. Para llegar tomamos la línea 4 de metro hasta la estación Odéon.

Construida en el siglo XVII, sobre cimientos del siglo XII, la iglesia de Saint-Sulpice es una de las más grandes de París. En su interior se pueden admirar la capilla de la Virgen con una estatua de Jean-Baptiste Pigalle, la sacristía y el trabajo de la madera de estilo Louis XV, las pinturas murales de Eugène Delacroix y el gran órgano de Cavaillé-Coll.

La iglesia de Saint-Sulpice es uno de los escenarios de la novela “El código Da Vinci” de Down Brown (en mi humilde opinión, mala y simplona hasta decir basta. Que bueno invertir en publicidad).

Église Saint-Sulpice

Delante de la iglesia, en la Place Saint-Sulpice, se encuentra la Fontaine Saint-Sulpice. También llamada maliciosamente la “fuente de los cuatro puntos cardinales” porque está decorada con cuatro estatuas de obispos católicos, predicadores famosos de la época de Luis XIV, pero que nunca fueron nombrados cardenales. La fuente fue erigida entre 1843 y 1848 por el arquitecto Louis Visconti.

Fontaine Saint-Sulpice

Tras visitar la iglesia, nos subimos a la línea 12 de metro hasta la Place de la Concorde. Desde allí nos fuimos dirección a L’église de la Madeleine. Pasando primero por la cercana Le Village Royal, una galería comercial a la que no tengo ni idea de como nos dejaron entrar con nuestras pintas. Tiendas como Chanel, Dior y esas cosas.

Le Village Royal

L’église de la Madeleine está situada entre la plaza de la Concordia y el Teatro de la Ópera, en pleno París haussmaniano. Su edificación se extendió de 1764 a 1842. Su aspecto de templo griego, sin cruz ni campanario, es muy atípico en el área de la arquitectura religiosa. Napoleón quería que esta iglesia fuera un panteón a la gloria de sus ejércitos.

L'église de la Madeleine

Desde aquí nos fuimos dando un largo paseo hasta los Campos de Marte, a despedirnos de la Torre Eiffel. Y tempranito a dormir que había que madrugar, mucho no, muchísimo.

30 de julio

Madrugón impresionante. Tocaba volver a España. A las 6.15 de la mañana salimos con el RER B hacia el aeropuerto Charles de Gaulle. Había que ir con tiempo porque es gigantesco.

Unos 40 minutos después nos bajábamos en la estación de la terminal 2. Desde allí caminamos un buen trecho hasta un bus lanzadera que nos llevó hasta nuestra diminuta terminal, la 2G.

En el control me pasó algo que nunca me había pasado ni volvió a pasar hasta que volvimos a Francia en 2020. Mi pareja pasó tranquilamente y al ir a pasar yo, al preguntarme si llevaba líquidos, saqué los dos neceseres llenos hasta arriba. La cara del muchacho fue un poema y hasta llamó a otro para que nos echara una mano para meterlos en bolsitas. De vergüenza… Mientras Sara se partía la caja. Ahora si que nunca más.

Con casi dos horas de retraso, sobre las 10.30 (en vez de a las 8.35) salíamos hacia el aeropuerto de Bilbao en donde aterrizamos hora y media después.

Tour Eiffel

Balance del viaje

París… la ciudad del amor… La verdad es que esperaba más, supongo que por las espectativas que llevaba después de ser una de las ciudades más famosas y visitadas del mundo. Aun así es una ciudad preciosa… y cara. Me sorprendió mucho la amabilidad de los parisinos, que no me lo esperaba ya que no tienen buena fama.

El norte de Francia si que me encantó. Paisajes preciosos, con pueblos medievales encantadores. Una gente amable y encantadora y una historia reciente bastante turbulenta pero que a mi, particularmente me atrae bastante. ¡Ah! y una cerveza soberbia…

Lo peor… el café. En mis posteriores viajes confirmaría que es la tónica general en Francia. El café más perro que he tomado (y he estado en EEUU y Canadá).

Recomiendo la excursión y, a la vez, creo que repetiré. (Y repetí 5 años después).

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que hacer en Francia

Entrada anterior

Arroz para sushi

Hoy vamos a preparar arroz para hacer sushi, aunque a mi me gusta para comerlo con casi cualquier cosa.

Ingredientes (para 4 personas):

  • 400 gr. de arroz de sushi o cualquier arroz de grano redondo.
  • Agua.
  • 5 cucharadas soperas de vinagre de arroz.
  • 1cucharada sopera de azúcar
  • 1 cucharada sopera de sal.

Lo primero que hay que hacer es lavar el arroz. Para ello lo vertemos en una fuente y lo cubrimos de agua. Removemos con la mano dando un ligero masaje hasta que el agua esté blanca y turbia. Desechamos el agua y volvemos a verter agua en la fuente. Repetimos el proceso hasta que el agua salga transparente (unas 5-6 veces).

Echa el arroz a una olla y vierte aproximadamente un 20% más de cantidad de agua que de arroz. No te pases porque se te pasará el arroz ni te quedes corto porque se te quedará duro.

Pon la olla tapada en el fuego fuerte hasta que empiece a hervir (unos 2 minutos aproximadamente) y entonces bajaremos el fuego al mínimo. Lo mantendremos así durante 13 minutos sin destapar en ningún momento la olla.

Cuando pasen los 13 minutos vertemos el arroz en una bandeja que no sea metálica y lo extendemos de forma uniforme con una espátula o cuchara de madera para separar el arroz. Yo uso una específica solo para el arroz para que no coja sabor a otras cosas.

arroz

Mientras, vamos añadiendo poco a poco la mezcla entre el vinagre, la sal y el azúcar mientras abanicamos el arroz (has leído bien) para que se vaya enfriando. Abanicamos mientras removemos durante aproximadamente 10 minutos hasta que quede brillante. El vinagre sirve para que el arroz se conserve fuera de la nevera (aparte de darle regustillo), ya que si no prolifera una bacteria llamada Bacillus cereus.

Una vez listo, para manipularlo, debes humedecerte ligeramente las manos para que no se te quede pegado. Si no, los nigiris son misión imposible.

Ya puedes hacer tu propio sushi si tienes buen pescado. (Recuerda congelarlo durante 24-48 horas y descongelarlo en la nevera 24 horas antes).

Descubre más recetas del mundo.

Cous Cous de verduras

Ingredientes:

  • 250 gramos de cuscús.
  • 1 calabacín.
  • 1 cebolla grande.
  • 1 zanahoria grande.
  • 1 pimiento verde.
  • 1 pimiento rojo.
  • 1 diente de ajo.
  • Aceite de olivia virgen extra.
  • Cúrcuma.
  • Curry en polvo.
  • Comino en Polvo.
  • Nuez moscada.
  • Caldo de verduras o Agua si no tenemos caldo.

Para hacer el cuscús, ponemos en una olla la misma cantidad de caldo o agua que luego pondremos de cuscús y una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Una vez que hierva retiramos del fuego, añadimos el cuscús y tapamos y lo reservamos. No hace falta remover.

Picamos la verdura pequeñita y ponemos a pochar la cebolla en una sartén con una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Cuando esté casi lista añadimos el resto de las verduras y salpimentamos al gusto. A mi me gusta que queden crujientes así que no las paso durante mucho tiempo para que queden al dente.

Cuando estén cocinadas al gusto, añadimos las verduras a la olla donde tenemos el cuscús y removemos. Entonces añadimos las especias en cantidad según el gusto, removemos, y listo para comer.

Para darle un toque dulce podemos añadirles un puñadito de uvas pasas.

Si queremos completarlo un poco, podemos añadirle un poco de pollo cocido hecho hebras. Incluso podemos añadirle un puñadito de garbanzos cocidos o repollo también cocido. La verdad es que admite muchas cosas.

Receta sana, fácil y rápida. ¡Buen provecho!

Pan de hamburguesa

Ingredientes para 4 panes:

  • 250 gramos de harina de fuerza.
  • 7.5 gramos de levadura seca o 22.5 gramos de levadura fresca.
  • 125 gramos de leche.
  • 10 gramos de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 huevo.
  • 7.5 gramos de azúcar.
  • 5 gramos de sal.

Con esta receta se te queda un panecillo de hamburguesa de escándalo.

Yo me fui a los sencillo y limpio, y lo amasé con una amasadora con lo cual sólo tuve que echar los ingredientes y programarlo. Yo usé levadura fresca.

Pero si lo quieres hacer a mano, mezcla en un bol grande la harina con la levadura con las manos. Añade la leche, el aceite, el huevo y, por último, el azúcar y la sal. Es muy importante respetar las cantidades exactas.

Amasa la mezcla hasta que obtengas una masa, suave y un poco pegajosa. Haz una bola y déjala reposar tapada con un paño húmedo en un sitio cálido durante al menos una hora. Verás que pasada esa hora habrá doblado su tamaño.

En una superficie plana tamiza un poquito de harina y vuelca la masa encima. Sepárala en 4 partes iguales e intenta darle forma redondeada y ponla en una bandeja de horno sobre papel para hornear aplanándolos ligeramente. Tapa la bandeja con un paño y déjala reposar otra hora.

Pasada esa hora, pinta los panecillos con huevo y una cucharada de leche, y si quieres añade unas semillas de sésamo. Precalienta el horno a 200ºc. Una vez caliente, baja la temperatura hasta 180ºc e introduce la bandeja (sin el paño, lógicamente) y hornea durante 12 minutos.

Pasado ese tiempo estará listo. si lo vas a dejar enfriar, que sea sobre una rejilla para que no sude y se ponga gomoso por debajo.

Ya solo queda abrirlos, rellenarlos con una buena hamburguesa, y pa´dentro. ¡Buen provecho!

Mochis de fresa y chocolate

Ingredientes para el relleno:

  • Una tableta de chocolate negro.
  • Fresas naturales.

En un cazo derretimos el chocolate hasta que quede líquido. Sumergimos las fresas una a una en el chocolate y las dejamos enfriar mientras hacemos la masa.

Ingredientes para la masa:

  • 125 gramos de harina de arroz glutinoso.
  • 50 gramos de azúcar.
  • 150 ml. de agua.
  • Maizena.

La harina de arroz glutinoso es imprescindible y no se puede sustituir por ninguna otra. Se puede encontrar fácilmente en tiendas de alimentación orientales.

Tamizamos la harina en una fuente grande y le mezclamos el azúcar. Una vez mezclado vamos añadiendo el agua poco a poco mientras lo mezclamos con la ayuda de unas varillas hasta que quede una mezcla líquida espesa.

Tapamos el bol con film transparente resistente al microondas y lo metemos durante 2 minutos a máxima potencia en el micro. Lo sacamos y volvemos a revolverlo intentando que no queden grumos.

Una vez mezclado lo volvemos a meter tapado otros dos minutos a máxima potencia en el microondas.

Cuando lo saquemos la masa tiene que brillar para saber que está cocinada y lista para trabajarla.

Con la ayuda de un mortero lo machacamos bien y lo vertemos en una superficie lisa y limpia en la que habremos tamizado un poco de maizena. Con doble cuidado porque quema como un demonio y además es pegajosa como la cola, le vamos dando forma cilíndrica.

Cuando tenga esta forma (más o menos), cortamos en rodajitas y las aplanamos con la ayuda de un rodillo hasta que quede más o menos fina.

Cogemos las fresas una a una y las vamos envolviendo en la pasta.

La primera vez te quedará de forma un poco chapucera (como se ve en la siguiente foto) pero ya le irás cogiendo el truquillo.

También quedan espectaculares con plátano CANARIO en vez de fresas.

¡Buen provecho! ITADAKIMASU!!!

Katsudon

Ingredientes para el Tonkatsu:

  • Una rodaja gorda de lomo de cerdo (como de un dedo de grosor).
  • Harina.
  • Un huevo.
  • Panko (pan rallado típico de Japón y Corea).
  • Aceite de girasol.

Vamos a empezar por el tonkatsu, que es lomo de cerdo empanado japonés. Para ello batimos un huevo, vertemos harina en un plato y el panko en otro plato.

Pasamos el filete de lomo por la harina, luego por el huevo y por último por el panko y lo reservamos.

Calentamos el aceite de girasol en una sartén y freímos el lomo. Una vez frito lo ponemos en un papel absorbente y lo reservamos.

Ingredientes para la salsa Tentsuyu:

  • Una taza de salsa de soja.
  • Una taza de mirin.
  • Media taza de sake.
  • Una cucharada sopera de azúcar.
  • Una cucharada de caldo dashi en polvo.

En un cazo vertemos todos los ingredientes, lo llevamos a ebullición y lo mantenemos un rato para que reduzca un poco.

Ingredientes para montar el plato:

  • Media cebolla cortada en tiras.
  • Un huevo.
  • Arroz cocido.
  • 2 tazas de agua.

En una sartén honda vertemos la salsa Tentsuyu y el agua. Lo llevamos a ebullición y entonces vertemos la cebolla, bajamos un poco el fuego y esperamos que la cebolla se cocine.

Ponemos encima sin retirar del fuego la rodaja de lomo cortada en tiras (para comer con los palillos directamente) y encima vertemos el huevo, con la yema rota pero sin batir y tapamos. Una vez que el huevo haya cuajado ponemos lo ponemos todo en un cuenco sobre arroz cocido.

Listo para comer. ITADAKIMASU!!!!

Francia 2015: visitando París

Este año toca visitar París. Ya que estamos, visitaremos parte del norte de Francia enfocándonos en lugares importantes durante ambas Guerras Mundiales.

19 de julio

A las 14.20 despegamos del aeropuerto de Málaga rumbo a París, la capital de Francia. Aterrizamos sobre las 16.45 en el aeropuerto de Orly. Tomamos el tren ligero Orlyval hasta la estación de RER Antony. Allí nos subimos a la línea B del RER hasta la estación Châtelet – Les Halles.

El billete combinado nos costó 12€ por persona. Desde allí tomamos el metro hasta la estación Malesherbes, que estaba a unos 5 minutos del hotel.

Si no quieres complicarte la vida, siempre puedes contratar un servicio de traslado.

Traslados en Paris

El hotel elegido es el Romance Malasherbes, un pequeño hotel de 3 estrellas muy sencillito y relativamente barato: 89€. La pega es que estaba algo alejado del centro.

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Hoteles en París

Dejamos las cosas en el hotel y nos fuimos a tener una primera toma de contacto con la ciudad. Nos fuimos hasta Trocadero. Para ello tuvimos que tomar la línea 3 de metro hasta la estación Havre – Caumartin. Allí hicimos transbordo a la línea 9 hasta Trocadero. En total unos 25 minutos de trayecto.

En la plaza de Trocadero se encuentra el Palais de Chaillot. Se construyó para la Exposición Universal de 1937 por los arquitectos Léon Azéma, Jacques Carlu y Louis-Hippolyte Boileau. Fue en lugar de la plaza del antiguo Palacio del Trocadero. Pero lo mejor del palacio es la impresionante vista que hay desde su explanada de la Torre Eiffel.

Torre Eiffel
París
Francia

Bajando las escaleras se encuentran los jardines Trocadero y la espectacular Fontaine du Trocadéro, construida también en 1937. Aquí verás a mucha gente tirada en el césped alrededor de la fuente descansando y hasta de pícnic.

Iati seguros
Torre Eiffel
París

Cruzamos el Pont d’Iéna para llegar hasta la base de la torre. Dimos una vuelta por los alrededores y por los Campos de Marte. Con sus 24,5 hectáreas, el Champ-de-Mars es uno de los espacios verdes más grandes de París.

En el siglo XVI, el paisaje de esta vasta explanada consistía principalmente en viñas y huertos. Desde 1790 se utiliza para todas las grandes conmemoraciones.

Desde aquí nos fuimos dando un paseo camino del Arco del Triunfo contemplando la Torre Eiffel desde diferentes perspectivas.

Torre Eiffel desde la Pasarela Debilly
París
Torre Eiffel desde la Pasarela Debilly.

Si quieres disfrutar de la Torre Eiffel al máximo, te recomendamos hacer un free tour con guía en español.

Free tour en París

Andando andando llegamos hasta el Palais de Tokyo. Construido con motivo de la Exposición Internacional de 1937, el edificio toma su nombre de “quai de Tokio” (actual avenida de Nueva York). Es un museo de arte moderno.

Palais de Tokyo
París

Un poco más adelante, junto al extremo norte del Pont de l’Alma, se encuentra la Flamme de la Liberté.

Fue erigida en 1987 para celebrar el centenario de la fundación del diario International Herald Tribune.

En 1989 fue donada por éste durante el bicentenario estadounidense, para simbolizar la amistad entre los pueblos francés y estadounidense. En ella verás fotos y recuerdos a Diana de Gales ya que sus admiradores la han transformado en estela conmemorativa. Aquí empieza el túnel de l’Alma que fue donde tuvo lugar el accidente de tráfico en el que falleció.

Flamme de la Liberté
París

Ya desde aquí nos fuimos directos hasta el Arc de Triomphe.

Deseado por Napoleón I en 1806, el Arco de Triunfo fue inaugurado en 1836 por el rey francés Louis-Philippe. Éste lo dedicó a los ejércitos de la Revolución y el Imperio. 

El Soldado Desconocido fue enterrado en la mediana en 1921. La llama de la memoria se reaviva todos los días a las 18.30.

Se puede subir a admirar las vistas desde la terraza panorámica por 13€.

Arc de Triomphe
París

Desde aquí bajamos por la avenida des Champs-Élysées donde cenamos en una hamburguesería llamada Quick. Una cadena de comida rápida en la que la hamburguesa tenía un aspecto nauseabundo aunque no estaba mala de sabor. Pero vamos, que no íbamos a repetir.

Ya después de cenar nos metimos en el metro para ir a descansar al hotel.

¿Quieres evitar las largas colas para subir al Arco del Triunfo? Encuentra aquí tu entrada:

Entradas arco del triunfo paris

20 de julio

Nos levantamos temprano y nos dirigimos a la Sainte Chapelle. Se trata de un templo gótico en la Ile de la Cité.

La Ile de la Cité es una isla situada en el Sena, en el corazón de París. Se considera la antigua cuna de la ciudad de París.

La Sainte Chapelle se construyó entre 1241 y 1248 a pedido del Rey Luis IX. Fue para albergar la Santa Corona de Espinas, una pieza de la Vera Cruz, así como varias otras reliquias de la Pasión que había adquirido desde 1239.

Diseñada como un santuario casi totalmente acristalado, destaca por sus impresionantes y famosas vidrieras.

Sainte Chapelle
París

Junto con la Conciergerie, la Sainte-Chapelle es uno de los restos del Palacio de la Ciudad, que abarca el sitio que cubre el palacio de justicia actual.

¿Quieres evitarte las largas colas para entrar a la Sainte-Chapelle? Compra aquí tu entrada sin colas:

Entradas a la Sainte Chapelle

Desde aquí nos acercamos a la Cathédrale Notre-Dame de Paris. Se empezó a construir en el año 1163 tras la colocación de la primera piedra por el obispo Maurice de Sully, sufrió numerosas modificaciones y resconstrucciones hasta su finalización casi dos siglos después en el año 1345. Es uno de los monumentos más emblemáticos de París y un lugar de culto católico, sede de la Archidiócesis de París, dedicado a la Virgen María.

Cathédrale Notre-Dame

La cola era descomunal así que decidimos no entrar de momento, ya la visitaríamos más adelante.

Estuvimos paseando por la zona, como la plaza Jean XXIII, en la que se encuentra la Fontaine de la Vierge. La fuente fue creada por Alphonse Vigoureux en 1845, para equipar la plaza Jean-XXIII, creada el año anterior.

Cathédrale Notre-Dame

Junto a la plaza se encuentra el Pont de l’Archevêché, donde habían como cientos de miles de candados del “amor”… destrozando el puente y contaminando aún más el río con las dichosas llaves arrojadas. La verdad es que me parece una costumbre absurda, pero vaya, es mi humilde opinión.

Pont de l'Archevêché

Desde aquí nos fuimos dando un paseo hasta la Plaza de la Bastille, un lugar simbólico de la Revolución Francesa, donde la antigua fortaleza de la Bastilla fue destruida entre el 14 de julio de 1789 y el 14 de julio de 1790.

En la plaza se encuentra también la Ópera de La Bastilla que fue diseñado por Carlos Ott e inaugurado en 1989 durante las celebraciones del bicentenario de la Revolución como parte de las principales obras de París. Es con la Opera Garnier una de las dos salas que constituyen la Ópera de París.

Plaza de la Bastille

Desde la plaza nos fuimos andando hacia el Centro Pompidou. Pero antes pasamos por el Hôtel de Ville, el ayuntamiento de París. El Hôtel de Ville fue reconstruido en estilo neorenacentista para sustituir al antiguo edificio de 1357 que fue devorado por un incendio durante la Commune de Paris en 1871.

Hôtel de Ville de París

Muy cerca está el mencionado Centro Nacional de Arte y Cultura Georges-Pompidou. Inaugurado en el año 1977 es un edificio con un arquitectura… digamos que peculiar. La verdad es que es para verlo. Si estás por París, acércate a verlo.

Aquí descansamos un rato y luego nos fuimos camino del Louvre. Pasamos por el Jardín Nelson Mandela, en pleno centro del nuevo barrio des Halles. En él podemos encontrar el edificio Bourse de Commerce — Pinault Collection. La Bolsa de Comercio es la nueva sede de la presentación de la Colección Pinault. Este edificio histórico ha sido completamente restaurado y transformado en museo por el gran arquitecto japonés Tadao Ando.

Bourse de Commerce — Pinault Collection
Bourse de Commerce — Pinault Collection

Junto a los jardines se encuentra la Eglise Saint-Eustache (iglesia de San Eustquio), construida entre 1532 y 1633 en estilo gótico aunque con unos toques renacentistas.

Después de parar a comer algo ligero, llegamos al Musée du Louvre. Construido en principio como castillo por el rey Philippe Auguste en 1190, en el año 1546, el rey François I comienza la transformación de la fortaleza en residencia. En el año 1793, durante la revolución francesa, pasa de ser residencia real a museo.

Alberga obras de arte desde el milenio 7 a.C. hasta 1850.

El precio de entrada es de 13.60€ (2015) y se dice que te puedes tirar dentro una semana y no verlo entero.

Como nosotros no teníamos mucho tiempo nos dedicamos a recorrerlo por fuera y a sacarnos la foto de rigor haciendo el tonto en la pirámide y demás. Ya tenemos excusa para volver a París.

Musée du Louvre
Musée du Louvre

Si quieres ir más allá, puedes contratar una fabulosa visita guiada por el Museo del Louvre para tener una experiencia de lo más completa:

Visita Musée du Louvre
Musée du Louvre

Enfrente se encuentra el Arc de Triomphe du Carrousel que fue construido en estilo corintio entre 1806 y 1808 para conmemorar las victorias militares de Napoleón del año anterior.

Arc de Triomphe du Carrousel

Pasado el arco llegamos al Jardin des Tuileries. El Jardín de las Tullerías toma su nombre de las fábricas de azulejos que se encontraban en el lugar donde la Reina Catalina de Medici construyó el desaparecido Palacio de las Tullerías en 1564. El famoso jardinero del rey, André Le Nôtre, le dio desde 1664 su aspecto actual de un jardín francés.

 Jardin des Tuileries

Al final de los jardines llegamos a la Place de la Concorde. Se encuentra a los pies de la Avenue des Champs-Élysées y en el se encuentra el Obelisco de Luxor (3.300 años de antigüedad). También se encuentran dos fuentes monumentales: la fuente de los mares y la fuente de los ríos.

Creada en 1772, la Place de la Concorde fue uno de los lugares de ejecución durante la Revolución Francesa. Luis XVI y María Antonieta (entre otros) fueron guillotinados allí. Entre 1836 y 1846, el arquitecto Jacques-Ignace Hittorf dio a la plaza el aspecto que vemos hoy.

Obelisco de Luxor
Obelisco de Luxor
Fontaine des Mers
Fontaine des Mers.

Desde aquí nos fuimos a descansar un rato hasta la cena. Teníamos hora para las 23.00 para visitar la Torre Eiffel. Leyendo blogs y webs, recomendaban sacar entrada para la torre al menos 6 meses antes de la visita, pero mejor si era un año antes. Nosotros la compramos el 27 de mayo (casi dos meses antes) y solo había entrada para la última hora durante todos los días que íbamos a estar en París.

Torre Eiffel

La entrada nos costó 9€ por persona y era hasta el segundo piso. Si queríamos subir a lo alto teníamos que pasar por taquilla en el 2º piso pero a la hora que teníamos nosotros nos dijeron que iba a ser complicado. Era muy tarde.

Sacando la entrada online entras por otra puerta diferente al resto, sin cola y, visto lo visto, mejor. Las vistas desde arriba, aunque fuera de noche, eran impresionantes. Habían como dos mil millones de personas. No tuvimos suerte y no pudimos subir hasta arriba, pero aún así, merece la pena.

París desde la torre Eiffel
París desde la Torre Eiffel
París desde la Torre Eiffel

Una vez terminada la visita a la torre. Vuelta corriendo al hotel antes de que se acabara el metro y a dormir.

21 de julio

Nos levantamos temprano y nos vamos a las catacumbas, que era uno de los motivos del viaje a París. Este osario que cubre un área de 11,000 m² bajo tierra, se llama “catacumbas”, en referencia a las catacumbas de Roma y contiene más de 6 millones de huesos de diferentes cementerios parisinos.

Salimos de la estación justo enfrente de la entrada. Me pareció muy raro que habían dos colas… será una para taquilla y otra para entrar. Pues no, la cola daba la vuelta y media a la manzana. Podían haber allí una mil personas. Teniendo en cuenta que los turnos son de 200 personas cada 45 minutos… huelga decir que no esperamos. Quedamos en que volveríamos a la hora de comer a ver como iba la cola.

Mientras tanto nos fuimos al mirador de la Torre Montparnasse. Construida entre 1969 y 1973 en el sitio de la antigua estación de Montparnasse y con 210 metros de altura. Fue durante casi 40 años el edificio más alto de Francia hasta la inauguración en 2011 de la torre First.

Durante su construcción y después, la torre fue fuertemente criticada. Sus detractores lo encontraron (y aún lo encuentran) inquietante debido a su altura desproporcionada en comparación con el resto de la ciudad de París. La verdad es que es un mamotreto horriblemente feo que si es verdad que no pega ni con cola con el resto de la ciudad.

Torre Montparnasse
Torre Montparnasse desde Montmartre

A pesar de su fealdad, no tiene rival en cuanto a vistas. En la planta 56, después de subir en el que dicen que es el ascensor más rápido de Europa (Sube sólo en 38 segundos) te encuentras con unas vistas alucinantes. La entrada nos costó 13€ (2015).

París
Paris

Compra cómodamente tu entrada para la Torre Montparnasse aquí:

entrada a la torre Montparnasse

Después de tan alucinantes vistas nos subimos al metro y nos fuimos a visitar en Panteón. En la estación Gare Montparnasse tomamos la línea 13 de metro hasta la estación Duroc donde hicimos transbordo a la línea 10 hasta la estación Cardinal Lemoine.

El Panteón es un monumento de estilo neoclásico situado en el corazón del Barrio Latino. Construido entre 1757 y 1790, estaba pensado para ser una iglesia que albergaría el relicario de santa Genoveva pero, tras la revolución francesa, se dedicó a honrar a los grandes personajes históricos de Francia, excepto los militares, para los que se reserva el panteón militar de Los Inválidos.

Panteón de parís

Como no, alguna obra tenía que tocarnos y fue la cúpula, que estaba cubierta por andamios. En el interior, podemos admirar la impresionante arquitectura del edificio además de sus obras de arte. Además, podemos visitar la cripta en la que se encuentran enterrados personajes ilustres como Marie Curie, Voltaire o Alejandro Dumas.

Al salir, como ya había dado la hora temprana de comer en Europa, nos fuimos corriendo otra vez a las catacumbas. Cuando llegamos… ¡HABÍA LA MISMA COLA! Madre mía. Decidimos volver por la mañana temprano antes de la hora de abrir.

Así que nos fuimos de nuevo a la Catedral de Notre Dame esta vez para entrar. Había menos cola que la vez anterior así que nos quedamos. La verdad es que iba bastante rápido.

Catedral de Notre Dame

La Catedral de Notre Dame, como casi todas las catedrales que hemos visitado es bastante espectacular, aunque tengo que decir que no es, ni mucho menos, la más bonita en la que hemos estado.

Después de visitar la catedral nos fuimos a Montmartre. Para llegar hasta la Basílica del Sacré Cœur, tomamos la línea 4 desde la estación Saint Michel Notre Dame hasta la estación Barbès Rochechouart. Allí dimos un pequeño paseo hasta la parada del funicular de Montmartre. El trayecto de subida tarda unos 5 minutos y es muy cómodo para las viajeros ya agotados después de todo el día andando. Te deja prácticamente en la base de la basílica.

La Basílica del Sacré Cœur, consagrada en 1919, es uno de los monumentos más emblemáticos de París. Situada en la cumbre de Montmartre, ofrece con sus 130 metros de altitud, una de las vistas panorámicas más increíbles de la capital. En el interior del edificio, el techo está decorado con el mosaico más grande de toda Francia. También se puede subir al Domo para admirar las vistas de París en 360º. Aunque desde la explanada de la entrada también se observan unas vistas espectaculares.

Basílica del Sacré Cœur
París desde la Basílica del Sacré Cœur

Tras admirar las vistas nos decidimos a dar un paseo por el barrio a buscar algo para cenar. Cenamos en una crepería llamada Le Tire-Bouchon, un sitio bastante pintoresco y barato. Comimos un menú que consistía en un crepe salado y otro dulce. En total nos costó 24.40€. Tras la cena volvimos paseando hasta la basílica y volvimos a bajar en el funicular.

Tras llegar abajo, por último antes de irnos a descansar, nos acercamos al Moulin Rouge, que quedaba a unos diez minutos andando a sacarnos la foto de rigor delante de la fachada.

22 de julio

Hoy madrugamos. Nos vamos a Versalles para ver el famoso palacio. Para ello nos tomamos el metro hasta la estación Invalides, en donde hicimos transbordo a la línea RER C. Unos 30 minutos después llegamos a la estación Gare de Versailles Chateau Rive Gauche. Desde allí sólo nos separan unos 5 minutos de la plaza de Armas, delante del palacio. Nada más doblar la esquina ya se puede observar la grandeza del palacio.

Versalles

El Château de Versailles (Palacio de Versalles) es un castillo francés y monumento histórico ubicado en la ciudad de Versalles, en los Yvelines. Empezado a construir en 1623, fue la residencia de los reyes de Francia Louis XIV , Louis XV y Louis XVI.

El rey y la corte residieron allí permanentemente desde el 6 de mayo de 1682 hasta el 6 de octubre de 1789, con la excepción de los años de la Regencia de 1715 a 1723. A partir de 1789 se convirtió en el Museo de Historia de Francia.

Versalles

La visita cuesta 15€ (2015). Incluye audioguía y se pueden visitar tanto los lugares más célebres del Palacio: Galería de los Espejos, Grandes Apartamentos del Rey y le Reina, dormitorio del Rey, etc… como las exposiciones temporales.

Versalles

Guiados por varias personas que ya habían estado, nos dijeron que el interior del palacio era muy incómodo de ver. Es debido a la cantidad de gente que metían y que, si habíamos visitado el palacio Schönbrunn en Viena, que era muy similar, que no perdiéramos el tiempo.

Así lo hicimos así que compramos por la web la entrada de los jardines solamente. Mira tú por donde, después de hacer la interminable cola de acceso, resultó que los jardines son gratuitos (2015) y lo que habíamos comprado era la entrada de los Dominios de María Antonieta. Pues ya que la teníamos, entramos.

Temple de l'Amour Versalles
Temple de l’Amour.

Los dominios de Maria Antonieta están formados por el Petit Trianón, los jardines de la Reina y la Aldea. Fue abierto al público en 2006 para retratar la vida de María Antonieta, esposa de Luis XVI, a la que le gustaba disfrutar en estos lugares llevando una vida sencilla y campestre a su aire, lejos de los lujos de Versalles. Los dominios fueron regalo de su esposo Luis XVI en 1774 para que tuviera intimidad y pudiera huir de la corte. De hecho era una zona estricta a la que nadie podía acceder sin ser invitado.

Versalles
Tour de Marlborough.

Los jardines son inmensos. Resulta imposible verlos enteros a pie. La mayoría de las fuentes estaban cerradas al público y había que verlas desde lejos. Después de haber empleado toda la mañana, la verdad es que nos sentíamos como si hubiéramos perdido la mañana. Son muy chulos pero pensaba que iban a ser mucho más espectaculares. Igual llevábamos las expectativas demasiado altas.

Versalles

Si prefieres más comodidad, siempre puedes contratar una fabulosa excursión con todo lo que necesitas para conocer Versalles:

Tour al palacio de versalles

A la vuelta de Versalles ya por la tarde, nos dedicamos a pasear un poco por la ciudad, que ya era demasiado tarde. Estuvimos de nuevo viendo el Arco del Triunfo con tranquilidad y observando los detalles.

Más tarde volvimos a recorrer los Campos Elíseos hasta llegar al Grand Palais. Éste es uno de los monumentos más emblemáticos de Paris. Se construyó para la exposición universal de 1900 y su característica más llamativa es la cúpula acristalada que corona el pabellón francés.

El Grand Palais se divide en 3 espacios diferentes: La Nef, las Galeries Nationales y el Palais de la Découverte. La Nef (nave) se usa para grandes eventos de diferentes tipos, como de equitación, parques de atracciones, etc…

Las Galeries Nationales se usa para grandes exposiciones sobre artistas que han marcado la historia del arte como Picasso, Renoir, etc…

Y Palais de la Découverte es un museo y centro cultural dedicado a las ciencias con exposiciones permanentes y temporales. Desde luego el edificio es una preciosidad.

Monumento a Charles De Gaulle delante del Grand Palais
Monumento a Charles De Gaulle delante del Grand Palais.
Grand Palais
Grand Palais.

Justo enfrente se encuentra el Petit Palais. Como el Grand Palais se construyó para la exposición universal de 1900 y alberga el museo de Bellas-Artes de la Ville de Paris. El edificio, aunque más pequeño que su hermano, es igual de espectacular.

Petit Palais
Petit Palais.

Desde aquí se puede observar a lo lejos el edificio Hôtel des Invalides, que visitaremos mañana. Pero aún así nos acercamos al Pont Alexandre III, que también fue inaugurado para la exposición universal de 1900.

Sus extremos están decorados con 4 pilones monumentales de 17 metros de altura, adornados con 4 caballos alados de bronce dorado que simbolizan el éxito de las artes, las ciencias, el comercio y la industria.

Pont Alexandre III

23 de julio

Último día de la primera etapa de París. Hoy madrugamos mucho para visitar el Hôtel des Invalides. Queríamos estar en la puerta para la hora de abrir antes de que se petara y tuviéramos que pasarnos la mañana haciendo cola.

El Hôtel des Invalides fue construido por orden del rey Luis XIV entre 1670 y 1679 para albergar a los soldados retirados de sus ejércitos.

Hoy en día sigue siendo un hospital-hospicio además de albergar el ministerio de defensa francés y la Iglesia Saint-Louis des Invalides en donde se encuentra la tumba de Napoleón I.

También alberga varios museos como musée de l’Armée (Armada), alberga el musée des Plans-Reliefs (Planos- Relieves) y el musée de l’Ordre de la Libération (Orden de la Liberación).

Hôtel des Invalides, Los Inválidos

Llegamos un poco antes de la 10 de la mañana y nos extrañó que no hubiera nadie aún. Más nos extrañó que se nos sumarían un grupillo como de diez personas más. Teniendo en cuenta que es uno de los monumentos más visitados de París… Ya a la salida nos enteraríamos de que entramos por la puerta trasera en la que se junta mucha menos cola. Negocio redondo.

La entrada nos costó 9€ (2015) y nos daba derecho a visitar prácticamente todo el recinto. Entramos y compramos nuestra entrada. Lo primero que nos encontramos fue el museo de la armada, creado en 1905 como fusión el museo de l’Artillerie (1796) y del museo histórico de la Armada, creado cien años más tarde. Contiene muchos cuadros y muchos objetos bélicos usados a lo largo de la historia.

Después de un largo recorrido por el interminable museo llegamos a la Iglesia Saint-Louis des Invalides que incluye l’Eglise des Soldats y l’Eglise du Dôme. Construida en 1676 a petición del ministro de guerra alberga el panteón de los gobernadores en el cual reposan varios gobernadores de los Invalides, mariscales de Francia y grandes jefes militares incluida la de Napoleón primero.

Tumba de Napoleón II

A la salida, pasamos por un supermercado y nos compramos unos sandwiches para comer. No había tiempo que perder.

Uno de los sitios que tenía que visitar por fuerza el día que visitara París era el cementerio de Père-Lachaise, donde se encuentra enterrado Jim Morrison, cantante de The Doors, uno de mis grupos favoritos. Así que después de los inválidos nos dimos un salto.

El cementerio de Père Lachaise se llama así en recuerdo del confesor del rey Louis XIV, el padre François d’Aix de La Chaise. Se trata de la necrópolis más prestigiosa y más visitada de París. Es realmente descomunal y contiene más de 70.000 tumbas. Aquí están enterrados multitud de personajes ilustres como el propio Jim Morrison, Honoré de Balzac, Frédéric Chopin, Edith Piaf y otra de las que quería vistar, la de Oscar Wilde.

Tumba de Jim Morrison

Al entrar, tienes un plano del gigantesco cementerio con las tumbas de esos personajes históricos marcadas para que intentes no perderte.

cementerio del Père Lachaise

Si prefieres explayarte, puedes contratar un tour por el cementerio que te cuente toda las historia y los personajes ilustres allí enterrados:

Tour por Pere Lachaise

Tras el cementerio comimos algo ya muy tarde y nos fuimos hacia el centro. Nos bajamos del metro en la estación Opéra. Justo a la salida nos encontramos con el edificio de la Ópera Garnier.

Construida por orden de Napoleón III, con motivo de las grandes obras de renovación de la capital que el Baron Haussmann realizó bajo sus órdenes, por Charles Garnier e inaugurado en 1875, es la decimotercera sala de ópera de París, tras la fundación de esta institución por Luis XIV en 1669.

Ópera Garnier

Nos fuimos paseando hasta las Galeries Lafayette Haussmann, unos famosos grandes almacenes abiertas en el año 1894 por los primos Théophile Bader y Alphonse Kahn. Con diferentes departamentos con muchos puestos de marcas de lujo (baratitas), tiene com o un patio central con una espectacular cúpula en estilo Art Nouveau construida en 1912.

Galeries Lafayette Haussmann
Galeries Lafayette Haussmann

Buscando unos aseos, en la planta de la juguetería hay un ventanal en una esquina desde las que se observan una vistas espectaculares de la basílica del Sacré Cœur. No se si descubrimos un trucazo pero lo cierto es que allí no había absolutamente nadie.

Sacré Cœur
Sacré Cœur desde Galerías Lafayette.

Ya se iba haciendo la hora de cenar, así que nos fuimos al Barrio Latino en busca de algún sitio bueno y no demasiado caro. Nos comimos un menú en un sitio llamado Saveurs de Savoie. Comimos realmente bien por 18€ por persona.

Desde aquí nos fuimos dando un fabuloso paseo por el centro de París hasta llegar al Musée du Louvre que, como era bastante tarde, ya quedaba poca gente en los alrededores. Seguimos paseando hasta llegar a la catedral para contemplarla de noche.

Catedral de Notre Dame

Y de aquí nos acercamos a los Champ de Mars, en donde había mucha gente haciendo “botellon” para ver el espectáculo nocturno de luces de la Tour Eiffel.

Torre Eiffel

Y de aquí a cenar algo ligero y a dormir que al día siguiente dejábamos París.

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